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Si en el fondo hay confianza

La senadora, “señora Ana” (Agudíez).

Es lo bueno de los sitios pequeños, que al final todo el mundo se conoce. Uno podría pensar que dos senadores, que tienen tratamiento de excelencia para toda su vida, no se tutearían ni tomando cañas y mucho menos un debate parlamentario pero ya ve, cuando uno conoce al otro y la otra al uno “desollaos” a veces se olvidan las cosas. Mire la senadora socialista, Ana Agudíez, en plena batalla dialéctica en la Cámara Alta sobre el sector industrial de Prado del Hoyo con el popular, Pablo Pérez, que acabó llamando a su oponente “señor Pablo”. El otro no se quedó cortó y aquello continuó con interpelaciones a la “señora Ana”. La chanza hizo gracia en el hemiciclo. Lo que no sabemos es si la cosa se trasladó también al senado francés, donde Monsieur Pablo intervino este lunes en una conferencia sobre estrategias económicas de la UE. En cuanto tenga las conclusiones se las cuento, que las están pasando a limpio.

Eso de echarse una mano entre los del gremio político no es raro que tenía que haber visto al vicepresidente de la Diputación provincial, José María Bravo, haciendo de intérprete a de “The Mayor of the city”, Clara Luquero, para propiciar la comunicación con una familia de ucranianos recién llegados a la ciudad huyendo de Kiev en la puerta del Ayuntamiento. Mi jefe me ha pasado la grabación y también se oye por ahí al flamante procurador regional, José Luis Sanz Merino, interviniendo en la conversación… El acento (la gramática, la conjugación y el vocabulario) no era de Cambridge, pero sirvió para la ocasión.

 

Luquero y el “intérprete”, José María Bravo, con una familia ucraniana.

No todo es buen rollo, no crea, que este lunes hemos sabido que Luquero —lo dijo en Cope—  se da miedo a sí misma sobre la reacción que puede tener si le toca reunirse con un eventual consejero de Vox si sale de esos que presumen de negacionistas del maltrato a las mujeres… Pues nada, si ya había declarado lo poco que soporta al portavoz del PP, —“Señor Pablo”—, ahora se suman los tres consejeros de Vox aún no nombrados. Chico, para ser una “demócrata convencida”…

Están en pie de guerra en el PSOE tras el acuerdo de Gobierno alcanzado en la Junta entre PP y Vox —caramba, la suma de la mayoría de los votos en las últimas elecciones— aunque mire, no sé de qué se sorprende el personal: los socialistas no querían que Mañueco gobernara solo y el del PP no tenía intención de ir a nuevas elecciones. Hala, a experimentar en la comunidad la presencia de los de Vox en el Gobierno. Para que luego digan que en Castilla y León no nos gusta la aventura.

Las Cortes regionales, listas para una nueva legislatura.

Creía yo que era, precisamente, una aventura lo de adentrase en el edificio Cide, (el del Cat) pendiente de “últimos remates” desde tiempos inmemoriales pero a la vista de las fotos facilitadas por la Alcaldía de la visita de la Secretaria general de Formación Profesional, Clara Sanz —si, ya ve, nuestro destino está marcado por Claras— aquello está para entrar a vivir ya mismo… La responsable ministerial vino a ver el edificio en el que el Gobierno anuncia que montará el Centro Nacional de Innovación, Tecnificación y Alto Rendimiento de Formación Profesional.

El viento azota fuerte en los tejados del edificio Cide.

No hay fechas todavía, pero sí sabemos (por los pelos de los protagonistas) que en el caserón de la calle Campos de Castilla hace un viento serio. Nada que, por otra parte, no pueda arreglar un buen peluquero, un colectivo que acaba de constituirse en asociación para tratar de defender mejor sus reivindicaciones, como la de la bajada del IVA por sus servicios.

Ya ve de que manera sutil he hecho el puente con el mundo empresarial, que anda un poquito revuelto en Segovia. Aún estaba caliente la entrevista en el Norte de Castilla al presidente de la Federación Empresarial, Andrés Ortega, en la que le decía al presidente de la Agrupación de Comerciantes Segovianos (ACS) que recogiera velas y volviese a la Federación, cuando este periódico daba cuenta este lunes de la constitución formal de la Confederación Segoviana de Empresarios (Confese) precisamente con la ACS y los hosteleros de Hotuse como núcleo y dispuesta a hacer competencia directa a la de Ortega.

De feria comercial en las salas de la que fuera cárcel provincial.

Y mientras, los comerciantes que siguen adheridos a la Fes celebraban este fin de semana una feria (Fecose) en ¡el templo de la cultura municipal! La Cárcel Centro de Creación, que, como ve, vale para un roto y para un descosido. Dicen los organizadores que el balance es bueno.

Lo lógico ahora sería que, para compensar, le hablara de la actividad de los sindicatos y de alguna de sus principales reivindicaciones en estos difíciles tiempos pero le confieso que me he quedado en blanco. Ah, no, puedo hablarle de la tractorada de protesta convocada por UPA y Asaja la pasada semana. Los casi cien vehículos venidos de toda la provincia pudieron manifestarse en Vía Roma pero no les dejaron llegar a la plaza Oriental, así que la cosa no causó demasiado impacto en la ciudad. Y mire que pedir que se pague justamente su trabajo y poder trabajar para lograr alguna ganancia a mi me parece una petición de lo más cabal

Protesta agrícola y ganadera en Vía Roma.

Exhibición gabarrera.

Venga, algunos éxitos en la provincia: lo de la fiesta de los Gabarreros en el Espinar, con exaltación a las tradiciones que uno no se cansa de ver, o los paseos de las vírgenes: la del Henar “de gira” por los pueblos a golpe de toques de campana, dulzaina y tamboril y la tradicional subida de la de Bernardos al Castillo. ¡Fiesta!

Y mire que me duele acabar así pero en la Gimnástica Segoviana soplan malos tiempos (y resultados) y ya sabe que en estos casos paga el pato el entrenador, Manu González, despedido cuando el equipo está cerca del abismo del descenso… ¡Que injusto es el fútbol con la Sego! que dijo aquel.

Hasta aquí hemos llegado. Me voy a buscar tesoros arqueológicos con mi detector de metales, que he pedido un permiso. ¡A por los brazaletes visigodos!

Author: Justo Verdugo

Justo Verdugo, segoviano de cierta edad es un observador de su entorno y un ávido consumidor de las noticias que se publican en cualquier soporte y lugar. Con periodicidad semanal, el autor resume sus conclusiones en esta sección, en la que todos los ciudadanos están invitados a opinar a través de sus comentarios.

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