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El imbornal de las varengas

Los niños de antes saciábamos nuestra curiosidad mirando los libros que caían en nuestras manos, de lo que fuera. Recuerdo que alguien enseñó a la panda la definición de una palabra que encontró en un libro de términos marineros. La palabra ya era rara: “Regola” y la definición nos hacía partirnos de risa: “imbornal de la varenga”. Vamos, unos agujeros de evacuación de agua en el canal que une la cuaderna y la quilla de un barco.

Aquellas risotadas de instituto me volvieron a la cabeza cuando vi el video de una conferencia de prensa en la que el concejal de Obras, Miguel Merino, introducía la palabra de marras —bueno, él decía “régola”, será que el móvil ha esdrujulado la palabra, y entiendo que se refería a unas rozas o algo así, un americanismo usado en construcción que no recoge la RAE— dentro de ese discurso que ha emprendido en el que habla, condescendiente y paciente, de “cuestiones técnicas” que la mayoría no llegamos a entender del intrincado mundo de la construcción y las obras.

Un hombre observa el trabajo de operarios en Padre Claret.

Ojo, es un mundo tan difícil que al edil parece que no le entienden los de la oposición, los periodistas no la huelen y hasta el presidente de la patronal de la construcción, Carretero, debe andar desorientado por la justificación que aporta para cambiar el proyecto de Padre Claret. Yo, como tampoco destaqué nunca por ser listísimo deduzco que se ha decidido la eliminación de la parte de la obra más importante y difícil que además se vendió como la solución de-fi-ni-ti-va a baches y hundimientos para acabar haciendo un cambio de adoquines. Si yo se lo hubiera contado hace años, cuando reía a carcajadas con lo del imbornal de la varenga —era aún más bruto que hoy— lo habría llamado el truco del almendruco.

La obra de terminación de la estructura sigue en Segovia IV.

A ver, que los problemas en las obras vienen por todas las administraciones: a la Junta casi se le escapa la empresa del Segovia IV sin concluir la estructura como estaba comprometido, que ya se había llevado hasta los encofrados cuando Sanidad exigió que volvieran a terminar el 30 por ciento de la obra en aras a mantener la ruptura amistosa del contrato (y el detallito de no quedarse con la fianza). La del Gobierno central es la del Cervantes, donde se está tratando de resolver un proyecto y un estudio geotécnico claramente defectuosos, errores de esos que sólo se arreglan con dinero y tiempo… Iremos viendo.

Están de moda los técnicos, que esta semana ha habido otro desencuentro entre los del Colegio de Arquitectos y la alcaldesa porque se ha ido al traste un convenio para que los profesionales ayudaran, informando sobre el ajuste a la ley de los proyectos, a desbloquear el atasco de solicitud de licencias en Urbanismo, donde entran seis peticiones y salen cuatro resuletos de obra mayor de media cada mes. El desacuerdo es por dinero, que los arquitectos dicen que no echan horas gratis pero Clara Martín asegura que los servicios jurídicos no lo admiten y que si quieren colaborar en las mesas de coordinación, que no se pagan, pueden.

 

Hay mucho ruido en el entorno del ayuntamiento capitalino, ya en precampaña después de conocerse la designación del candidato del PP a la Alcaldía, José Mazarías, el delegado territorial de la Junta que dice que si “el jefe”, el consejero de Presidencia, Jesús Julio Carnero, que será el candidato en Valladolid, no piensa dejar su puesto hasta la primavera, él va a hacer los mismo. De su candidatura, de momento sólo ha hecho la presentación aunque se ha hablado mucho esta semana. Hala, ya sabemos que Podemos se ratifica en su propia lista con Guillermo San Juan al frente y sólo nos queda saber qué piensan hacer en el futuro inmediato Ciudadanos y Noemí Otero y… ¡a hacer los carteles!

Mientras, en el Ayuntamiento se espera hace semanas algún avance en el presupuesto de 2023 pero no parece que la cosa marche muy deprisa mientras los gobernantes no ocultan su incertidumbre sobre si San Juan, que anda desmarcándose a toda prisa de los de la coalición permitirá o no su aprobación. ¡Qué nervios, chico!

No todo son malas noticias que Turismo ha sacado los datos de la Navidad y dice que casi 18.000 personas se subieron al trenecito, la noria y la pista de patinaje. Habrán contado las matrices de las entradas vendidas digo yo. Porque las había en todo momento ¿No? A ver si pregunto.

Hoy toca salir a la provincia que se ha sabido que un grupo de jóvenes inversores intentará otro plan más para revitalizar la deficitaria estación de esquí de la Pinilla mediante modernización de las instalaciones y la creación de nuevos atractivos de ocio. Bueno, pues suerte. Dicen que lo mismo esta semana nieva.

No lo ha hecho en los últimos días y eso ha permitido el desarrollo normal de la nueva edición de la concentración motera en Cantalejo y su entorno con la consiguiente inyección económica a la comarca y las fotos de la delegada del Gobierno, Virginia Barcones, y el presidente de la Diputación, Miguel Ángel de Vicente, moteros de larga tradición ambos. Pues que vuelvan el año que viene. (Los moteros, digo).

Ya me acerco a la capital otra vez. En Valverde del Majano, la actualidad destacada ha sido el nerviosismo por el presunto ataque de un grupo de perros potencialmente peligrosos, totalmente sueltos, a una perra de tamaño mediano que resultó muerta… Los hechos están en investigación reviviendo un problema que no es nuevo y si peligroso. Dos más del alfoz para acabar: en Palazuelos de Eresma se reclama por moción que se vuelvan a plantar los árboles eliminados en las obras de la Cl-601 y en la Lastrilla han decidido bonificar a todo el que ponga placas solares en su tejado.

¿Una buena para terminar? Vale: en el hospital de Segovia se han duplicado en 2022 las donaciones para trasplantes, 11 en total. Gracias a los que lo hicieron.

Author: Justo Verdugo

Justo Verdugo, segoviano de cierta edad es un observador de su entorno y un ávido consumidor de las noticias que se publican en cualquier soporte y lugar. Con periodicidad semanal, el autor resume sus conclusiones en esta sección, en la que todos los ciudadanos están invitados a opinar a través de sus comentarios.

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