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Siete Picos

Serie La Granja 6: Siete Picos.

Reflejo embalse del Pontón.

Reflejo de Siete Picos en el embalse del Pontón.

“Excursión. El sábado se celebró una magna excursión á Siete picos, dirigida por su Alteza la Infanta Dª Isabel. A las ocho de la mañana, á pesar de lo desapacible del tiempo, salieron 110 personas por la carretera de Valsaín, caballeros en blases. Se componía de señoras y caballeros. Las peripecias fueron muchas, regresando al punto de partida á las diez y media de la noche”.

Por los Siete Picos en ‘blases’.

Por los Siete Picos en ‘blases’.

Seguimos con los recorridos que patean la zona que hemos dado en denominar genéricamente ‘La Granja’.

Caminamos al encuentro del enclave de los Siete Picos. Y lo hacemos, como otras veces, con los ecos de un suelto de prensa, este de 1893.

Una vez más vamos de la mano de la Infanta Isabel, apodada popularmente ‘La Chata’ (algún día dedicaremos una entrada a su llamativa y sugestiva vida, vinculada al Guadarrama a través de sus estancias en el palacio del Real Sitio).

Siete Picos desde Cercedilla.

Siete Picos desde Cercedilla.

El macizo de los Siete Picos se puede atacar desde distintos lugares, siendo su ascensión siempre atractiva.

Una de las subidas clásicas empieza en Cercedilla. En los comienzos del guadarramismo era la opción más corriente.

Esquiadoras con burro.

Tras llegar al pueblo, generalmente en tren, los intrépidos montañeros, los incipientes ‘skieurs’ y más tarde los turistas llegados desde la capital, empezaba la tarea de encontrar cabalgadura para afrontar la subida del Calvario.

O bien tomando el camino del Ventorrillo o bien cargar con macuto y tablas hasta la zona.

Algunos quedaban en los alrededores deslizándose, otros acometían la subida hacia el puerto de Navacerrada o zonas adyacentes.

En próximas entregas, anexas a esta entrada, contaremos algunas historias relacionadas con los Siete Picos y una ascensión por la vertiente sur y otra por la norte, hace un siglo.

En nuestro afán por aficionar al paseo sano, apacible y llevadero, y para que las peripecias no sean más de las necesarias, tomamos como campamento base el puerto de Navacerrada.

En próximas entregas intentaremos imaginar cómo sería en aquellos tiempos y cuál el panorama que vieron los que nos precedieron.

Este y no otro es el fin de este Blog, no pretendemos ser sustitutos de mapas oficiales ni de guías especializadas, sino dar referencia puntual y somera información de los lugares a visitar.

Plano zona

Plano zona (Info: Nacho Negro)

El recorrido propuesto es sencillo de realizar, salvo las precauciones que hay que tomar en época invernal, por la nieve o el hielo y los días de niebla, no aconsejable nunca.

Mejor una agradable conversación al amor de la lumbre, siempre hay algo que contar, a más de jugar al ‘candycrá’.

Subida y loma del Telégrafo.

Desde el alto de Navacerrada comenzamos a ‘remontar’, paralelos a la pista de esquí que se encuentra tras los edificios de la Venta Arias y el Dos Castillas.

La pendiente es fuerte y en invierno hemos de bordear la valla metálica que delimita la pista de esquí del Telégrafo por la izquierda.

Una vez en la caseta superior de los remontes, junto al telesilla de la pista de El Bosque, seguimos de frente por el camino, que transita bajo la ladera del Alto del Telégrafo.

Podemos hacer una escapada al mismo para ver la virgencita del Corazón en Alto, obra del escultor segoviano García Moro.

Llegados a la pradera de Siete Picos, encontramos en una gran roca la indicación del Sendero PR-8, Senda Herreros, que desciende por la ladera sur.

Comenzamos la cuesta más dura del paseo para salvar la loma que da acceso a nuestro destino: el Séptimo de los Siete Picos.

Pradera de Siete Picos en el Alto del Telégrafo.

Para ello hemos de seguir los puntos verdes en los pinos que van indicando la senda de ascenso; encontramos postes metálicos con cartelería que nos recuerda la fragilidad del ecosistema que pisamos, falto de vegetación y por ello muy degradable, por lo que se aconseja seguir la senda sin salirse de ella.

Consejo poco acatado, ya que en la parte final tiene un pequeño laberinto de hitos amontonados de piedras.

Séptimo pico.

Nuestro deber es ganar altura gradualmente entre los retorcidos pinos que, en su afán de pervivencia, se ha moldeado a capricho del fuerte viento, encamados entre floridos piornos.

En un ‘pis pas’, estamos en la base de la achaparrada formación rocosa del séptimo pico.

Con sus 2138 metros es el más alto de los siete. Objetivo cumplido.

Podemos acceder al mismo trepando por grietas y plataformas hasta alcanzar el vértice geodésico que lo culmina.

Collado Ventoso o Puerto de los Vientos.

También se puede optar por recrearse por los collados que separan los distintos picos, entre caprichosas formaciones rocosas: la Ventana del Diablo o el Cuerno.

Recorrido:

Puerto de Navacerrada (1860 m) …  Alto del Telégrafo (1974 m) … Siete Picos (Séptimo pico 2138 m), aproximadamente 3 kilómetros (Total ida y vuelta 6 km).

Nuestra opción para hoy es retroceder, aunque podemos continuar hasta el Collado Ventoso (Puerto de los Vientos en documentos antiguos) y realizar un camino circular regresando por el conocido Camino Schmidver plano-.

Los Siete Picos.

Crestería de los Siete Picos.

Este enclave rocoso puede que sea una de las formaciones, en altura, más singulares de nuestra sierra.

La Sierra del Dragón que intuyó un viajero árabe desde las empinadas rampas del puerto de Guadarrama, es un fabuloso balcón en el límite de las Dos Castillas.

En su crestería se hace patente el contraste grisáceo de las pedrizas de la vertiente madrileña, con la borrachera de verdor de los extensos pinares segovianos.

Lugar misterioso, emparentado con las andanzas del caballero del Temple, Hugo de Marignac, y las ruinas de Casarás, que ha dado lugar a historias y leyendas.

La acumulación de bloques en constante equilibrio deja, a nuestra imaginación, innumerables figuras pétreas como el famoso ‘cuerno’ del Cuarto pico o ‘la ventana del diablo’ en el Tercero.

Su cota más alta, con punto geodésico incluido, es el Séptimo y último, el más cercano al puerto de Navacerrada con 2138 metros de altitud. Su cota más baja está en el primero, el más separado del resto y único con nombre propio, Majalasna de 1933 metros. Pico que no es visible desde la parte segoviana.

Primero de los Siete Picos, Majalasna.

Primero de los Siete Picos, Majalasna.

Historias anexas a esta entrada:

De Valladolid a Siete Picos.

A Siete Picos con el Blas Club.

La virgen del Telégrafo.

La Ventana del Diablo.

Cuerno de Siete Picos.

Lobos de Siete Picos.

Author: Juan Pedro Velasco Sayago

Blog de montañismo y excursionismo sobre el Guadarrama, a cargo de Juan Pedro Velasco Sayago. (Coordina el Blog 'Retrosegovia', publicando temas relacionados con la tarjeta postal ilustrada de Segovia).

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