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Campanillas all the way

Mi tía, la del pintalabios pegajoso, no ha podido besarme esta nochebuena y mi cuñado estaba sentado a la mesa suficientemente lejos como para no verme obligado a prestarle demasiada atención y encima estaba justificado hablarle alto amparándome en la distancia que nos separaba. ¿Quién dijo que no se pueden encontrar ventajas en la adversidad de la puñetera pandemia?

Hasta el gorro estoy del virus este pero no tengo más remedio que referirme a él, aunque sea para señalar la laxitud de los gobernantes, en general, en cuanto a la adopción de medidas y su extraña y repentina confianza en nuestra responsabilidad individual. Pues eso, a hacer lo de siempre: ir con cuidado. Ya pasé por el nuevo pinchazo y casi siempre logro apartar de mi cabeza la zozobra momentánea que, a veces, me produce seguir preocupado todo el tiempo pese a vacunarme cada seis meses.

Pasó la tardebuena. Chico, las advertencias y la vigilancia policial —y de las personas de Protección Civil, que resulta que sí tenemos en Segovia, todo un descubrimiento— lograron que no hubiera mogollón en la plaza… Claro, que los apretones sin mascarilla y vaso en mano se trasladaron a la calle de los bares en un nuevo ejemplo de dejar fluir la responsabilidad ciudadana. Desde el ayuntamiento destacan que aquella tarde “no hubo incidencias”. Pues nada, feliz inicio de la Navidad.

En la misma línea, el nuevo consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, proclama que quiere que “los castellanos y leoneses sean dueños de sus vidas”, así que tampoco piensa en medidas restrictivas, mientras recompone el equipo de Sanidad. He oído por ahí que su antecesora, Verónica Casado, reunió a sus colaboradores directos nada más saber que había sido cesada y subrayó que aquello era un equipo y si se iba ella deberían irse todos… Lo han hecho el gerente del Sacyl, Manuel Mitadiel y la directora de Salud Pública, Carmen Pacheco. El resto, no.

Los que tampoco se han movido son los miembros de Ciudadanos que están en Gobiernos con el PP. Por ejemplo, la máxima responsable del partido naranja en Segovia, Noemí Otero, se queda quieta en el Gobierno de la Diputación. Pocas críticas a Mañueco y un dubitativo “creo que sí, porque es un partido político” cuando se la pregunta si Cs concurrirá a las elecciones de febrero. Si, yo también me he quedado pensando un rato.

No creo yo que en ese apego entre PP y Cs tendrá algo que ver la obra literaria de su compañero de siglas en la cámara provincial, Ángel Jiménez, uno de los participantes en “Segovia Erótica”, con relatos subidos de tono de 17 autores segovianos. Échele un vistazo, le gustará.

Se mantienen algunas tradiciones pese a todo. Por ejemplo, el obispo, César Franco, invitó a café navideño a los periodistas y les contó que el patrimonio que atesora la iglesia no se mantiene solo y hacerlo es caro, así que el cepillo ya no es una cesta de paja que pasa de mano en mano en las iglesias, que ahora hay que tirar de bizum, transferencias y lo que haga falta para recaudar fondos. Tiempos nuevos. También contó que sigue esperando zanjar con el Ayuntamiento y los promotores lo del alquiler del espacio de la huerta del Seminario que hace falta para realizar las obras del teatro Cervantes. En octubre parecía que había mucha prisa y se prometían unas negociaciones rápidas…

Más buenas noticias navideñas. Ah, si, lo de la autorización que, por fin, ha concedido el Consejo de Seguridad Nuclear al funcionamiento de la radioterapia de Recoletas. El centro emitió una nota en la que parecía justificar los retrasos achacándolos a terceros y luego fue la socialista, Alicia Palomo, la que hacía lo mismo… Pero si a esas alturas nadie había pedido explicaciones, ni se había comentado apenas la posición de “sólo mirar” que han mantenido los representantes públicos socialistas mientras se dilataba la concesión de los permisos, ni de la coincidencia de que la comunicación del CSN esté dirigida por el que fuera jefe de gabinete de la Alcaldía de Segovia, Ignacio Martín, ni que la mayoría de los consejeros hayan sido nombrados por el PSOE, de los que una, María del Pilar Lucio, es también miembro del comité federal y un cuarto lo nombrara Podemos. Que no hacía falta aclarar nada, de verdad. El caso es que ya sólo falta la firma del convenio entre el hospital privado y la Junta para que los segovianos puedan recibir tratamiento allí… Mantengo los dedos cruzados hasta que vea las rúbricas.

Eso, cruzar los dedos, debió ser lo que hicieron los segovianos al final del 25 de diciembre, cuando una avería en el sistema eléctrico dejó a oscuras la ciudad y las localidades del alfoz. Había muchos que se agarraban a las premoniciones esas de “el gran apagón” que está por venir pero lo primero que hicieron fue lanzarse a exprimir las baterías de sus dispositivos móviles para comentar en las redes sociales la oscuridad, algunos temores y varios chascarrillos. La Subdelegación del Gobierno y el Ayuntamiento también usaron sus perfiles en las redes para aportar información somera del corte y la reposición de luz. Esta vez las entradas no son motivo de queja de los concejales de Cs que dicen que el perfil municipal se usa con fines partidistas y publicitarios desde el Gobierno municipal. Ahí le dejo el enlace de Facebook municipal y ya, usted opina.

Bueno, al menos esta vez el apagón no fue el comienzo del fin del mundo. Quizá la próxima. Sea responsable mientras.

Author: Justo Verdugo

Justo Verdugo, segoviano de cierta edad es un observador de su entorno y un ávido consumidor de las noticias que se publican en cualquier soporte y lugar. Con periodicidad semanal, el autor resume sus conclusiones en esta sección, en la que todos los ciudadanos están invitados a opinar a través de sus comentarios.

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3 Comments

  1. Qué poca vergüenza la del obispo, no? Para cuándo el que la iglesia sea uno más? Me refiero a que paguen impuestos como los demás.

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    • ¿Cómo qué “demás”? ¿Cómo los sindicatos?, ¿Cómo los Partidos Políticos?, ¿Cómo la CEOE?. Ninguno de los comentados paga el IBI, al igual que otras “Instituciones”.
      Para que conste, soy partidario de que todos paguen sus impuestos, pero ¡TODOS! No puede ser que por ignorancia o por partidismo, se le reproche a la Iglesia que no pague el IBI y se mire hacia otro lado cuando se trata de otros.

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      • …y los políticos, no lo olvide observante que se quitan el 50% de pagar de sus declaraciones, amen de otros privilegios 😉

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