Posted By Justo Verdugo on 18, Jul, 2016

La semana segoviana ha tenido un nombre propio, el de Víctor Barrio, con despedida multitudinaria en Sepúlveda, donde se dieron cita muchos de sus compañeros de profesión —y buena parte de sus vecinos— volcados en homenajes presentes y futuros en honor al torero y también para acompañar a su viuda en el dolor por la muerte y por los comentarios insultantes que ha tenido que leer en las redes sociales. Repugnante.

Eso sí. Hoy vengo dispuesto a exponer teorías conspiranoicas, por muy retorcidas que sean, y en este caso le diré que tengo amigos que defienden que tanto comentario fuera de lugar y con cuentas anónimas está perfectamente orquestado en una campaña que buscaría precisamente frenar el avance de los que quieren abolir la fiesta de los toros… Oiga, que lo he leído por ahí y por eso se lo cuento.

Por la muerte del torero se había aplazado una semana la reproducción casera que la asociación Plaza Mayor hace de los encierros de San Fermín en plena Judería, una buena ocasión para el divertimento para unos, una pantomima innecesaria para otros. Aquí no tengo teorías oscuras: Francisco del Caño, el presidente-organizador apenas utiliza internet.

Es tiempo de estar en la calle y los segovianos lo hicieron, a miles, durante la noche del sábado, con la fiesta de la Luna Llena pese a que el satélite aún estaba incompleto en el cielo. La idea, surgida al calor de la candidatura a la capitalidad cultural, lleva diez años convocando a la gente y este también lo ha hecho, aunque sea para curiosear, que no todas las ofertas culturales de la noche se entienden del todo por todos.

Otra conspiración: se acuerda, seguro, de cuando Segovia se quedó a las puertas de ser Capital Europea de la Cultura en beneficio de San Sebastián, entre quejas de nuestros gobernantes locales que vincularon a “la política” la decisión. Claro, que otros apuntaron que el proyecto segoviano nunca debió llegar siquiera a la gran final… A ver si me cruzo con la concejala de Cultura, Marifé Santiago, que entonces andaba por Moncloa, a ver qué me cuenta.

Escaleras de acceso a un inexistente Cat.

Hombre, otra noticia de esas gordas ha sido lo de que el Ministerio de Industria reclame al Ayuntamiento que devuelva la pasta que le prestó para hacer el primer edificio del delirio aquel del Cat, que ya debería estar construido hace tanto tiempo que el felpudo de la entrada ya estaría gastado pero que sigue ahí, parado, generando noticias de esas que siempre vienen con cifras de varios ceros a restar del dinero municipal. Esta vez son 10 milloncejos que la regidora Luquero dice que ya tiene guardaditos para esto a la vez que señala acusadora a oscuras decisiones en no sé qué despacho por gentes entregadas a atacar a Segovia, que no puede ser por otra cosa, que su gestión es “modélica”. Lo dijo en conferencia de prensa y no parecía que se sonrojara ni nada. ¡Qué malos los de Madrid! (Y los de Valladolid, y los de la provincia y el maestro armero…)

Más cosas que han pasado. ¡Ah, si! En la Consejería de Sanidad ya hablan con soltura, que han pasado las elecciones, así qué, a Antonio Sáez Aguado ya no le cuesta trabajo dejar claro que su modelo para la radioterapia no contempla ninguna Unidad en Segovia y que si los segovianos firmaron a miles para pedirlo, pues no piensa tenerlo en cuenta. La presidenta de la asociación del Cáncer, Ana Sanjosé dice que está muy enfadada tras la reunión en la que se produjo la confirmación, aunque seguro que también celebra los sensibles avances —si los compromisos se cumplen— conseguidos para el transporte de los enfermos que reciben este tratamiento, que mire, hoy que ando a vueltas con las arquitecturas de trastienda, se me antoja el objetivo buscado. ¿A usted no?

Dice el secretario socialista, Juan Luis Gordo, que mientras gobiernen los populares en Valladolid aquí no habrá radioterapia y yo me pregunto si puede garantizar que lo habrá si cambia el color en la región, que me acuerdo de cuando los socialistas aseguraron que quitarían el peaje a Madrid en cuanto tocaran el Gobierno, pero a Zapatero se le olvidó… (También se les pasó a los siguientes, que aseguraban lo mismo mientras gobernaba el de León, no crea).

La dirección del grupo socialista en la Diputación.

Hombre, los socialistas. Me viene bien acordarme ahora de los que están en la oposición en la Diputación que, en el debut del nuevo equipo de dirección de los diputados —si, si, hay caras nuevas y hasta cambios de asiento, con los que estaban en la fila de atrás, adelante, y viceversa, fíjese si tiene tiempo y ganas de pensar por si encuentra algún parecido con el propio partido— hacen balance del primer año de Gobierno popular en este mandato y sueltan que el trabajo ha sido una gestión “aceptable” en un discurso casi sin crítica. Pues sí va a ser cierto que la política está cambiando, si.

Bueno, voy acabando y pienso hacerlo con información internacional, con mi consternación enfadada por el atentado en Niza, por supuesto menos forzada que la que se vio en las tropecientas concentraciones silenciosas en la puerta de las administraciones de la capital y de la provincia que yo pediría que, cuando pasan estas cosas, se uniesen en una sola, por aquello de escenificar unidad, digo. ¡Qué cosas se me ocurren!

Y también con ese golpe de Estado turco que nos ofrecieron en tiempo real las televisiones durante la noche del viernes y que me dio para pensar que los servicios informativos de las teles también descansan y cuando tiene que improvisar ofrecen espectáculos muy alejados del periodismo serio, con conexiones con informadores improvisados, pábulos y difusión de rumores sin confirmación alguna, y tartamudeos de los presentadores, perdidos sin su texto prescrito y leído. Desastroso Antena3, una chapuza lo de la 1. En Telecinco estaban pendientes de no sé qué programa de tele realidad, claro.

¡Caray! Estoy muy criticón, lo sé. Es el calor, que me desquicia.

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