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Un rey de ficción, un marqués con premio y un político inquieto

Pues si hombre, claro que me alegra que el marqués de Del Bosque venga Segovia a recibir el galardón que otorga la fundación Cándido. Es uno de esos premios que gusta ver, que el seleccionador tiene tirón mediático y cae bien.

Será el viernes pero antes de llegar a ese punto, menuda semanita nos espera, que empezamos el lunes con el derribo de una vez de los mini apartamentos del Parral. Tengo unas ganas terribles: por ver desaparecer esa muestra de caradura de algunos, pero también por dejar de oír hablar del asunto en cada comparecencia semanal de la alcaldesa. De un limón sale el zumo que tiene, ni una gota más por mucho que se exprima.

Pero yo no estoy aquí para contar lo que va ocurrir si no lo que ha pasado y también hemos tenido una semanita buena, buena. Mire por ejemplo llegaba una decisión de la Audiencia que decía que no se podía aplicar la pena impuesta por el número 1 a Pedro Arahuetes por el largo tiempo pasado desde que dedicó a la técnico de Icomos, Bernal, la frasecita aquella de que hacía los informes “en base a dos botellas de vino” y que por lo tanto, se acabó el proceso. Que no dice que no insultara ¿eh?, que lo que dice es que no se le puede castigar, porque la Ley tiene esa puerta por la que se ha escapado el ex regidor.

La cosa tiene su parte curiosa (o como lo quiera llamar), que los responsables de Alcaldía, que gestionan el correo del grupo municipal socialista, reconocen que pese a haber enviado una nota de prensa del asunto (con un titular más que matizable), no la redactaron con el texto judicial delante, sino en base a “lo que les contaron” (al dictado, vamos) supongo yo que mediante llamada telefónica, quizá desde Fernández Ladreda o, yo qué sé, desde Toledo, que es ciudad imperial y enorme productora de espadas y espadones.

Voy a pasar de puntillas por el asunto de Arranz, el todavía concejal socialista, cuyo arrebato dimisionario se resolverá este lunes, supongo. Tengo claro que el numerito de las dimisiones garabateadas en un folio y sin registro de entrada, además de poco serias y tendentes a llamar la atención, no saldrán gratis ni al edil, ni a la alcaldesa, que a estas horas debe estar analizando supuestos, escenarios y balance de daños en cada caso. Tengo curiosidad en ver las decisiones de la política ante su primera gran crisis.

Lo cierto es que el jueves me puse a ver este último pleno municipal en el ordenador, que parecía que iba estar animada la sesión y realmente, los corporativos no decepcionaron, que por si alguien tenía dudas, nos dijeron bien clarito por megafonía que Postigo no fue alcalde en 2011 sólo porque Peñalosa no quiso —que IU como partido si lo veía bien— y que el popular estaba entonces dispuesto a ceder en cosas a las que ahora se opone radicalmente, como el asunto de los nombres franquistas en las calles. Lo describió citando unos pantalones en los tobillos y yo, que soy sensible, no veo la forma de sacarme la imagen que se me ha metido en la cabeza desde que oí aquello… Claro, que si quiere ver rostros colorados, repase la grabación de aquel momento.

Si, si yo entiendo que usted se queje de que esta página esté llena de políticos pero que quiere que le diga estamos a seis meses de elecciones y eso se nota, que los socialistas que andan en asuntos europeos se han venido a Segovia hablar de Europa. Otra jornada de muchas fotos. Y eso que no estaba Sánchez.

También tenemos la presencia de Llamazares, el de IU, que vino decirnos que efectivamente el mundo de la política es un lodazal en el que “huele que apesta”. Muy bien. Otro que pinta bien los cuadros de situación pero que no aporta demasiadas soluciones concretas más allá del derribo total…

Hombre, es fácil hacer ese dibujo cuando uno lee sumarios como el de Gürtel y se encuentra allí con gentes como Jesús Merino, que le recuerdo que ostentó durante varias citas electorales el título de ser el más votado en la provincia y, según el juez, respondió a la confianza de la ciudadanía haciendo fortuna personal e ilícita. Más de 300.000 euros he sumado. Le veremos pronto en el banquillo.

Vamos a entretenemos un poco, que en Segovia también pasan más cosas divertidas y hay visitantes ilustres. ¡El mismísimo Enrique IV ha estado aquí! Bueno, en realidad, el actor Pablo Derqué, que hace Enrique IV en la serie televisiva, Isabel. Por cierto el palacio del Trastámara (lo que quedad del de verdad) ya está siendo visitado tras su consolidación por público en general aunque en muy reducidos grupos organizado por el Museo de Segovia. De momento, sólo dos visitas. Habrá más.

Hablando de visitas. Ya sabe la pirula del autobús de turistas que ha atorado este domingo el paseo de Los Tilos durante cuatro horas, sólo achacable a la relajación absoluta que se ha producido en la política municipal respecto a estos vehículos, a los que se deja llegar exactamente hasta donde les de la gana y hasta donde los ciudadanos ni siquiera sueñan con llegar con sus coches.

Ya sabe, son esos autobuses que dejan medio centenar de turistas, les dan dos horas para visitar toda la ciudad, sin tiempo para gastar un solo duro, y se les llevan inmediatamente a Ávila, Toledo y el Madrid de los Austrias… Pues haga usted un balance de beneficios y pérdidas de tanta permisividad, aunque sea por la cuenta de la vieja.

Tiempo de divertimento: La temporada de esquí ha comenzado y en La Pinilla, la estación segoviana empiezan como cada temporada, ilusionados: “a ver si este año si…”; para Navacerrada —esta es estación de Madrid— ha empezado otro ritual, el de las reuniones destinadas a racionalizar los accesos y aparcamiento en la zona, que es algo que se hace sin falta cada año, del mismo modo que se repiten con la misma puntualidad los atascos, las interminables colas y el caos en torno al alto, atestado de deportistas y no tanto. Otros con el “a ver si este año…”.

Particularmente, voy a optar por el circuito nórdico de Aldealengua de Pedraza, que han ampliado los circuitos de fondo. ¿Qué quiere? En la montaña, solo, todo lo que le he contado parece perder importancia. Pues dan ganas de quedarse allí hasta la primavera. Por lo menos

Author: Justo Verdugo

Justo Verdugo, segoviano de cierta edad es un observador de su entorno y un ávido consumidor de las noticias que se publican en cualquier soporte y lugar. Con periodicidad semanal, el autor resume sus conclusiones en esta sección, en la que todos los ciudadanos están invitados a opinar a través de sus comentarios.

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