(Entrada anterior: Virgen de Claveles-Peñalara 1)
El 13 de junio de 1954 quedó colocada y entronizada la imagen de la Virgen de la Fuencisla en el macizo de Peñalara–Riscos de Claveles.
Pero, como se puede comprobar por los documentos gráficos, nada tiene que ver con la imagen de bronce que hemos conocido y que desapareció de su peana, como indicamos al principio de esta crónica –ver entrada anterior enlace arriba-.
Al igual que la crónica firmada por ‘R.B’. reflejó el evento fidedignamente (Ricardo Borregón, periodista y abogado que curtió su pluma durante años en la prensa local; sus crónicas de cine, una de sus muchas facetas periodísticas, eran exquisitas), relatos posteriores, algunos firmados por este mismo periodista, nos ayudarán a poder seguir con nuestra historia.
Historia que entendemos como registro de los hechos que una edad encuentra notables en otra, sin más ambiciones.
En la crónica publicada días antes de la subida de la imagen (11 de junio) indicamos un detalle a tener en cuenta: la imagen se colocaría en un “monolito de piedra y sobre él una talla de madera […]”.
La talla, que podemos ver en distintas fotografías, estaba protegida en una hornacina de madera y cristal, pero no nos cuadraba con una pieza de madera. Más tarde nuestras sospechas se confirmaron.
Pudimos comprobar que la escultura no era una talla labrada con la parte sólida de un árbol. La escultura primitiva, por fin localizada y en nuestras manos, era de escayola y estaba a buen recaudo de uno de los promotores del evento.
Como nos recordó en su día Aurelio García, la imagen fue adquirida en el Bazar de La Concepción. Antiguo establecimiento segoviano, situado en la plaza Mayor desde finales del siglo XIX, vinculado desde sus comienzos con elementos religiosos -en algunos de sus productos se puede leer La Concepción, Librería religiosa-.
En cuanto “al monolito de piedra” indicado, que aún podemos ver anclado a una roca de la cuerda de Claveles, fue labrado en granito por un conocido cantero municipal segoviano, Francisco Cuéllar Requero, conocido por el apodo de Kubala.
La imagen que ha motivado este pequeño reportaje, se cinceló posteriormente por el escultor segoviano José María García Moro, autor de la estilizada escultura de la ‘Virgen del Corazón en alto’ colocada en el Alto del Telégrafo, a la que hicimos referencia en la primera parte y dedicamos una entrada en este Blog.
El modelo realizado se fundió en bronce.
No hemos localizado la fecha exacta en que se fijó esta imagen en el Risco de Claveles, hasta su desaparición de la peana.
En los primeros años, tras la primera subida y entronización de la imagen de la Fuencisla, fueron habituales las ascensiones hasta la cumbre de Peñalara, principalmente en época veraniega. Tras visitar la talla se trasladaba al risco de Claveles. Lo que nos lleva a concluir que la primitiva imagen estaba instalada en alguna zona del pico de Peñalara.
Una noticia de prensa fechada en 1958, cuatro años más tarde de su ‘entronización’, nos confirma la teoría de su ubicación:
“Finalizada la misa, el secretario de la Federación Española de Montañismo, don Eduardo Calvo, procedió a hacer la renovación de la consagración de los montañeros a la Virgen de la Fuencisla […] acto seguido, la imagen fue trasladada al Risco de los Claveles”.
En algunas de las ascensiones, como podemos comprobar en el texto anterior y otros recopilados, los participantes estaban acompañados por personalidades relacionadas con el mundo de la montaña.
El Anuario de la Federación Española de Montañismo de 1958 hace mención al acto, con fotografía incluida.
En los documentos gráficos que acompañan a las noticias de 1958 -tanto Anuario FEM, como revista ‘Cabalgata’– podemos observar que la figura de la virgen sigue siendo la primitiva de escayola, depositada en 1954.
En este año de 1958, no queremos olvidar, dentro de una no corta relación de personas que habríamos de nombrar, a Manolo Borregón, presidente de la Sociedad Deportiva Excursionista de Segovia, uno de los impulsores del deporte de la montaña a este lado del Guadarrama:
“la afición a la montaña, promovida de manera tan interesante por la S.D.E., se extiende y se arraiga en nuestra ciudad” ; decían las crónicas.
Esta sociedad es la única entidad que aparece en el Anuario de la FEM, en la provincia de Segovia, con sede y refugio –Refugio del puerto de Navafría, cedido por la Jefatura de Montes de Segovia-. Sus socios eran 77, según los datos.
Sólo nos queda indicar que tras ser ‘borrada’ del Risco de Claveles, la imagen esculpida en bronce por Moro, fue rescatada y vuelta a colocar.
Había resultado parcialmente dañada en la parte de la corona y el niño. Por petición de su creador, otro escultor segoviano, Gregorio Herrero, se encargó de su arreglo en el año 2007 .
Hasta aquí nuestra pequeña historia. Hoy la pequeña escultura sigue campado felizmente en las alturas de la Sierra de Guadarrama.
Allá en el cresterío de Claveles donde brotan los regatos que alimentan la Chorranca, arroyo que termina tributando sus aguas al río Eresma entre la Pradera de Navalhorno y el Real Sitio de la Granja de San Ildefonso.
Laus Deo, imprimatur.
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