Venta de los Mosquitos-Puente de la Cantina.
Estamos en el comienzo de las famosas Siete Revueltas del puerto de Navacerrada en pleno Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.
En el “Comienza Puerto” de las carreras ciclistas.
Situados en el célebre Puente de la Cantina, también conocido por puente de los Mosquitos o puente de la Canaleja -el lugar aparece en los mapas topográficos como ‘La Canaleja’-.
En este paraje se encuentra una de las fuentes montañeras más sólidas y monumentales de la Sierra de Guadarrama.
En ambientes montañeros se la denomina como fuente de la Canaleja. Para Ignacio Maderuelo el nombre correcto sería fuente del Peñón.
Así nos lo cuenta en su útil y didáctico compendio de Fuentes de los Montes de Valsaín y su entorno (San Ildefonso), editado en 2010. En 1905, como veremos más adelante, encontramos referencia bajo la denominación de Pilar de la Cantina.
El manantial de la Canaleja está más alejado, a ras de suelo, en una vereda que más tarde entronca con el antiguo camino Viejo al Paular. No sabemos si las aguas de ambas fuentes proceden del mismo manantial –ver mapa situación en la zona-.
El puente, de arco único de medio punto, fue construido en la misma época que el camino trazado por Juan de Villanueva, en 1778, por orden de Carlos III para unir la Corte con el palacio de San Ildefonso; terminado bajo el reinado de Carlos IV.
Por él, como nos recuerda Julio Vías en Memorias del Guadarrama, bajaban los espectaculares carros del vino que descansaban en la venta de la Cantina camino de La Granja y Segovia.
Los carros, cargados con grandes cubas de vino de Navalcarnero y Arganda, iban tirados por una recua de ocho mulas.
En este punto termina el camino de las Pesquerías reales que transita la orilla izquierda del río Eresma.
La senda se construyó por mandato de Carlos III, entre 1767-1769, para disfrute de la realeza.
Un singular recorrido de unos 10 kilómetros, aproximadamente, entre el puente de la Cantina y el puente de Segovia o puente de Santa Cecilia.
Es también punto de paso de una variante del Sendero de Gran Recorrido (señalización blanca y roja), indicado en el mapa del Instituto Geográfico Nacional como GR10.1.
Este paradigmático lugar, en el corazón de los Montes de Valsaín, siempre nos ha atraído.
No sólo por su enclave, rodeado de robustos pinos a orillas del arroyo del Paular, principal fuente del río Eresma, sino por las ruinas que se encuentran perdidas entre la vegetación.
Restos de una edificación, ahora más a la luz, que nos incitaban a curiosear.
Los mapas topográficos al uso, 1:50000, nos inducían a error, no coincidían con los escritos que íbamos consultando a lo largo de los años.
Estábamos convencidos de que eran las ruinas de la famosa Venta de los Mosquitos.
Pero al igual que los mapas, alguna guía serrana influía en el error.
La Granja y Valsaín las otras fuentes –Marrero, J. A. 1993-, indicaba que la fuente de los Mosquitos estaba situada entre la primera y la segunda revuelta, según se sube.
La denominada ‘curva de la muerte’, y su nombre, según este autor, se debía a la antigua Venta de los Mosquitos, situada en el lugar (Ver Nota 1 sobre toponimia de la zona a lo largo de los años).
Cuando acudías a la hoja cartográfica del 1:50000 del IGN (508 Cercedilla), siempre te asaltaba la duda.
En las ediciones de 1923, 1937 y 1945 aparecen tres edificaciones: la Venta de los Mosquitos en la curva de una antigua ‘Casa de Postas’ (Ver Nota 2).
En medio, una casa o casilla de peones (frente a la pértiga de la pista de la Casa de la Pesca) y junto al puente, indica ‘La Cantina’.
En 1963 y 1967 sigue nuestra venta mal situada y aparece una nueva acotación: la ‘Casa del Peñón’;por encima de la fuente.
Se siguen marcados sin leyenda los demás edificios.
El mapa de 1988 tiene como novedad la Venta de los Mosquitos en distinta posición: en la casilla de peones frente a la pértiga de la Casa de la Pesca.
El mapa sigue indicando la Casa del Peñón, pero sin símbolo de edificios.
La última hoja cartográfica, 2002, se vuelve de lo más escueto, aparecen los edificios sin indicar nada más. El mapa en Red, IBERPIX, tampoco
El texto de la imagen de la tarjeta postal ilustrada que ilumina esta entrada, editada por Hauser y Menet hacia la segunda década del siglo pasado, estaba claro o quizá, equivocado.
Siempre que parábamos por el lugar nos surgía la duda y comenzaban las discusiones:
–Esta es la venta de la Cantina o de los Mosquitos.
–No, está arriba que lo dice el mapa.
Así podíamos pasar media travesía subiendo al puerto de los Cotos, por el carril de la Canaleja, en busca del camino Viejo del Paular que nos deposita en la venta Marcelino.
Si caminábamos hacia la zona de la Fuenfría, por la pista forestal de la antigua Casa de la Pesca (hoy solo queda el solar), la contienda seguía hasta a encontrarnos con la fuente de la Reina, en la calzada romana…
Un centén de paseos amenizados por el intento de conocer, al tiempo de caminar, por el inmenso mar de pinos que nos corteja.
La publicación de las Minutas Cartográficas que sirvieron de base para la realización de las primeras hojas del Mapa Topográfico Nacional a escala 1:50.000, nos sirvieron (a otros no) para despejar el bosque y, cómo no, para contarlo (ver Nota 2).
En el plano geométrico del término municipal de San Ildefonso del mapa de los Trabajos Topográficos del Instituto Geográfico y Estadístico, fechado el 4 de febrero de 1905, podemos apreciar:
1/ La Cantina-Casa de guardas (Venta de los Mosquitos).
2/ Casilla de peones Camineros (frente a la entrada de la pista de la ‘Casa de la Pesca’ que conduce a ‘Fuente la Reina’ y la Fuenfría, km 28).
3/ Casa de Postas, en el kilómetro 27.
Entre el Real Sitio de San Ildefonso y el puerto de Navacerrada había tres casillas de Camineros más.
Dos antes de llegar al puente de la Cantina: una entre San Ildefonso y Valsaín, pasado el arroyo de la Chorranca, cercana a la curva de la ‘Pata de la Vaca’ y otra en la ‘Boca del Asno’, km 31.
La última casilla, antes de coronar, estaba en ‘Las Machorras’, en el km 25
Antes de poder consultar las minutas indicadas, el recurrido mapa del Tcol. Francisco Coello, del Diccionario Madoz, editado en 1849, ya nos servía de referencia en nuestras montaraces disputas.
El plano indica claramente “Venta de la Cantina ó de los Mosquitos”.
A su vez, Fernández Troyano, en su interesante estudio de Los pasos históricos del Guadarrama (Madrid, 1990), cita Venta de los Mosquitos o Peña Agudilla.
También el Coronel Joaquín de Góngora en la Descripción de la Ciudad de Segovia (1822), incluye un cuadro del camino militar de Segovia a Guadarrama pasando por El Espinar a Castilla la Nueva.
Dentro del mismo aparece el ‘camino de verano’ a San Ildefonso, Cercedilla, Navacerrada y Guadarrama.
En el paso de ríos y arroyos podemos leer:
“Río Eresma, puente río Eresma, puente y venta de los Mosquitos, es calzada real que lleva al puerto en 2 horas entre pinares. Como subsistencias y observaciones indica: ganado y poco grano”.
El camino era muy utilizado en maniobras militares los primeros años del siglo XX.
En el lugar donde los mapas indicaban, erróneamente, la Venta de los Mosquitos, se pueden ver las ruinas de la que fuera la Casa de Postas, indicada en la minuta de 1905, y una fuente cercana, a 1437 metros de altitud.
Ignacio Maderuelo, en el libro antes citado, nos cuenta:
[…] el verano de 2009 – 23 de agosto- manaba 1 litro por 52 segundos a una temperatura de 12º; en el invierno de 2010 -7 de enero- a 6º.
Un par de notas más referentes a nuestra querida venta: una lúdico-festiva (motivo de una entrada en el Blog, enlace abajo) y la otra militar-guerrera.
El apunte lúdico.
el Marqués de Monteagudo, organizador de marchas serranas y alma del Blas Club, de la Granja de San Ildefonso, preparó una excursión a los Siete Picos, en julio de 1919.
Una vez alcanzada la meta, el posterior regreso se realizó por:
“[…] el pinar de Cercedilla y la antigua calzada romana, llamada camino de Carlos III a salir a la venta de los Mosquitos […]”.
En la cercana fuente de la Canaleja se unirían a los expedicionarios sus familias, llegadas en automóvil desde La Granja, para merendar.
La nota guerrera.
Juan Abril, guerrillero en la Guerra de la Independencia -llegó al grado de coronel-, protagonizó una curiosa escaramuza: se hizo con 14.000 cabezas de ganado en las inmediaciones de San Ildefonso (Venta de los Mosquitos).
El corte de lana del ganado, perteneciente al duque del Infantado, estaba dispuesto por el Gobernador de Madrid, general Belliard, hacerlo en el Pardo para luego remitirlo a los lavaderos de Segovia y seguidamente enviar la lana a Francia.
Abril desmantela el expolio lanero y conduce el rebaño hacia Riaza.
En escrito a la Junta militar de Guadalajara, firmado en 1811 y remitido desde Rascafría, hace constar que:
“V. E. desde allí les dé el destino que tenga por conveniente”.
Así eran nuestros guerrilleros, que acogotaron a los franceses en el Real Sitio de San Ildefonso y a los que les persiguieron, camino de Riaza, causaron 14 bajas y 30 heridos sin que se atrevieran de nuevo a acometerles.
10 diciembre, 2016
Muy buen artículo y muy bien documentado. Gracias por esta información
10 diciembre, 2016
Gracias a ti Alberto por seguir el Blog y trataremos de continuar contando historias para acompañar las rutas serranas.