Una publicación de alta divulgación recoge el inmenso patrimonio social, cultural y las tradiciones asociadas que, como una singular riqueza, guarda la Sierra de Guadarrama y su entorno.
El lunes 8 de junio (2015) se presentó, en la Feria del Libro de Madrid, el libro El Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama: cumbres, paisaje y gente.
La mesa del acto contó con el director del Organismo Autónomo de Parques Nacionales, Basilio Rada Martínez, Juan José Durán Valsero en representación del Instituto Geológico y Minero de España -quien disculpó la presencia del director del IGME, Jorge Civis Llovera, de viaje en el extranjero- y la directora adjunta del OAPN, Montserrat Fernández San Miguel.
También estuvieron presentes el editor-coordinador de la obra, Miguel Mejías Moreno y, en representación de los autores (17), Eduardo Martínez de Pisón.
Montserrat Fernández, coautora del libro, actuó como maestra de ceremonia en esta puesta de largo. Presentó el libro y destacó, como lo hicieron posteriormente los dos representantes institucionales del OAPN y del IGME, la incipiente colaboración de los dos organismos para llevar a cabo esta labor divulgativa sobre los Parques Nacionales (el primer trabajo fue ‘Las Tablas y los Ojos del Guadiana: agua, paisaje y gente’ -2014- ).
Los intervinientes elogiaron igualmente la labor realizada por los 17 autores que, en un tiempo limitado, han conseguido dar vida a una obra que armoniza la parte física con la recreación cultural, paisajística y humana en la Sierra de Guadarrama.
Basilio Rada incidió en el laborioso proceso, de conformación de los límites de Parque. Un paseo legal en el que han tenido que salvarse multitud de canchales por la complejidad de la legislación aplicable en la zona (el cap. 1 del libro tiene un apartado específico que trata de la normativa).
Cerró el acto, en nombre de los autores, Eduardo Martínez de Pisón, quien realizó una intervención emotiva y elocuente, como es habitual en el profesor.
Además de incidir en la categoría del documento que se presenta y en el resultado conseguido en tiempo record, dado el arduo trabajo de coordinación que ello supone, quiso resaltar el compromiso de las muchas personas que, a lo largo de casi un siglo, han luchado por ver protegida una parte esencial de nuestra naturaleza. Espacio que es nexo de unión de dos comunidades humanas a ambos lados del Guadarrama.
Martínez de Pisón glosó los paisajes de unas elevaciones que tenemos a la vista tanto desde Segovia como desde Madrid y, a veces, no vemos: “nuestras azules montañas“.
El libro y su prólogo.
Antes de cerrar el acto Martínez de Pisón, Miguel Mejías Moreno, editor y coautor del libro, hizo balance del proceso de coordinación y edición del libro. El prólogo del mismo, escrito por él, sirve de resumen de su intervención y del contenido del mismo.
Un libro que podría haberse empezado a gestar cuando las primeras iniciativas para la declaración de Parque Nacional alzaron la voz.
Pero ha sido ahora, 90 años después, cuando ha visto la luz un texto firmado por 17 autores.
Compuesto por 10 capítulos, elaborados tras 11 meses de trabajo: 536 páginas, 492 imágenes, 33 mapas y 2,8 kilogramos de peso.
A estos datos habría que añadir las más de 200 referencias bibliográficas que sirven de guía para consultar distintos temas relacionados con la Sierra de Guadarrama.
Como indica Mejías en el prólogo del libro, la publicación contiene tanto aspectos técnicos y científicos, propios de una obra de alta divulgación, como aquellos que recogen el inmenso patrimonio social, cultural y las tradiciones asociadas que, como una singular riqueza, guarda la sierra y su entorno.
Sus diez capítulos –ver Nota 1, al final de la entrada– funden el patrimonio cultural, científico, educativo y lúdico que representa el Guadarrama.
Reflejo que queda en la literatura y el arte a través de distintos escritores y pintores; incluso refleja corrientes innovadores del pensamiento vinculado a la serranía como la Institución Libre de Enseñanza.
Cuatro capítulos dedican sus páginas a los aspectos esenciales del medio físico: geológico, fisiográfico y paisajístico; así como científicos y culturales asociados. Cumbres y paisajes.
Los seis restantes aúnan población y el medio físico desde enfoques diferentes. Un parque nacional no es nada si no tiene en consideración a la población que lo habita, lo protege, que ha dejado su impronta durante generaciones.
Tradiciones, oficios, percepción de los pobladores del medio físico que lo rodea, incluso las leyendas que han permanecido en la imaginación popular. Patrimonio cultural que lo es del Parque.
El libro aporta su sello distintivo de calidad y continuidad en el tiempo.
Sus 17 autores son, por un lado, destacados y reconocidos guadarramistas, conocedores como nadie de la sierra, de sus cumbres, de su historia, de sus pobladores y, otros, menos versados en ella, aportan el contenido en especialidades: científicas y técnicas.
Todos ellos han logrado un trabajo equilibrado, centrado en los principales aspectos relacionados con las ramas del saber, a excepción de flora y fauna, sobre la que existe cumplido número de publicaciones.
En la obra se agradece a un nutrido grupo de personas, organismos e instituciones, las aportaciones de ayuda, conocimientos y colaboración que de manera desinteresada han hecho (por ejemplo las fotografías de los segovianos Juan José Bueno Maroto y Andrés Diéz Herrero o los dibujos del pintor, afincado en la ciudad de Segovia, José Luis López Saura contribuye a enriquecer el documento).
En los distintos capítulos del libro El Parque Nacional del Guadarrama: cumbres, paisaje y gente, que desgranamos, colaboran, en general, varios autores.
En ellos se trata el medio físico; la imagen del Guadarrama en la cultura; el descubrimiento científico y el desarrollo de la geología en España; sus aguas, las que vemos, las que circulan ocultas y las sólidas. Igualmente la percepción de sus gentes a través de encuestas y consultas personales.
Paisajes, pasado y presente en imágenes, usos tradicionales del territorio, historias y leyendas…
Cap. 1. El medio físico. Javier Donés Pastor, Pedro Manuel Nicolás Martínez y Luis Carcavilla Urquí. Hacen un recorrido por la ubicación y los límites del Parque una breve reseña natural y un exhaustivo estudio de los distintos bloques fisiográficos en los que dividen el espacio tratado. Un último apartado trata el ámbito de las figuras de protección que tiene el área del Guadarrama.
Normativa nacional, europea y supranacional que conforma un conglomerado de áreas de protección como ZEPAS y LIC o dos reservas de la biosfera en el Real Sitio de San Ildefonso–El Espinar y la Cuenca Alta del Río Manzanares. Normas que implican a dos Comunidades Autónomas que añaden sus regulaciones específicas en ciertos espacios.
Cap. 2. Imagen cultural del Guadarrama. Eduardo Martínez de Pisón. El autor trata el reflejo de nuestra sierra en el ámbito de la cultura desde distintos campos de las artes y de los muchos autores que han reflejado el paisaje de la sierra e inclinaron a muchas voluntades a su valoración y a su respeto.
Respeto del que hace un alegato por la conservación y protección de un espacio singular y único. La protección del Guadarrama es la protección misma de la Naturaleza ante el avance desmedido de la urbanización.
Cap. 3. El descubrimiento científico de la Sierra de Guadarrama: Origen del desarrollo de la geología en España. Luis Carcavilla Urquí, Isabel Rábano Gutiérrez del Arroyo, Santos Casado de Otaola y Juan Pedro Velasco Sayago. Los autores se adentran en la Historia de los primeros estudiosos del Guadarrama y los descubrimientos en distintos campos de la ciencia. Trabajos y publicaciones que han quedado en los anales científicos de una sierra compartida por Segovia, en su vertiente septentrional y Madrid en su declive hacia el sur Peninsular.
Cap. 4. El agua: de las cumbres a los valles. Miguel Mejías Moreno, Montserrat Fernández San Miguel, Julio Vías Alonso, Ana Castro Quiles y Jesús del Pozo Tejado. La climatología del Parque, sus aguas subterráneas, manantiales y fuentes más conocidas; la nieve, los ventisqueros y los pozos de nieve y su aprovechamiento, junto al nacimienro y recorrido de los principales ríos de ambas vertientes, forman parte de este atractivo capítulo.
Cap. 5. Percepción del Guadarrama por sus pobladores. Lourdes Albacete Carreño. Interesante capítulo que recorre los municipios integrantes del Parque, desde la visión y la percepción de los indudables ‘dueños’ del mismo: sus habitantes.
Busca sus opiniones acerca de distintos aspectos y analiza concienzudamente el sentir de la población. Datos que quedan reflejados en didácticas tablas estadísticas.
Cap. 6. Paisajes de la Sierra de Guadarrama. Concepción Sanz Herráiz y Eduardo Martínez de Pisón. Pocos autores pueden hablar mejor sobre paisaje, además de conocer los del Guadarrama al dedillo. Recorren en este capítulo los distintos panoramas de la serranía, desde las parameras suroccidentales de El Escorial y la garganta del río Moros, hasta los Montes Carpetanos en sus dos vertientes, por Navarredonda, Braojos y Somosierra o la zona de Navafría y Prádena.
Entre medias los paisajes centrales y sus grandes valles: Fuenfría o Valsaín; los Siete Picos y la Cuerda Larga o las sierras surorientales con el valle de Canencia o la sierra de la Cabrera.
Cap. 7. Pasado y presente en imágenes. Miguel Mejías Moreno y Juan Pedro Velasco Sayago. A través del texto, los autores recorren algunos de los sitios más emblemáticos del Parque Nacional intercalando imágenes antiguas y actuales de lugares determinados, usos tradicionales o acontecimientos pasados y presentes.
Los pasos principales de la sierra, las nevadas, el aprovechamiento forestal, el ganadero o actividades lúdicas se dan cita en la palabra y la imagen.
Cap. 8. Usos tradicionales del agua en la Sierra de Guadarrama. Lourdes Albacete Carreño, Juan José Durán Valsero, Patricia Riquelme Osado y Pablo Sanjuanbenito García. Como no podía ser de otra manera, el acueducto de Segovia, cuyo azud de toma de agua se encuentra en el corazón de la sierra, es materia importante del capítulo.
Las tradicionales y ancestrales caceras de regantes, las maderadas en el río Eresma, las fábricas de luz, de aserríos, de vidrio… los molinos, batanes, martinetes y el agua en la antigua minería.
Agua como ‘artículo de lujo’ en las monumentales fuentes del palacio del Real Sitio de San Ildefonso o como artículo de primera necesidad en el abastecimiento de las ciudades. De todo ello trata este atrayente capítulo.
Cap. 9. Cuatro colosos de piedra de la Sierra de Guadarrama: La Mujer Muerta, Siete Picos, Peñalara y La Pedriza. Juan Pedro Velasco Sayago y Luis Carcavilla Urquí. Los autores se centran en cuatro espacios naturales, estratégicamente situados a lo largo del Parque Nacional, para abordar, en primer lugar, una cumplida información científica sobre la formación y composición geológica de los mismos.
Posteriormente, entroncan con la tradición popular, contando leyendas al uso de los cuatro colosos (macizos de Siete Picos, Mujer Muerta, Peñalara y La Pedriza de Manzanares) y recorren estos conocidos parajes con personajes que nos precedieron en su descubrimiento un siglo atrás.
Cap. 10. El Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama: Una mirada a su paisaje humano. Julio Vías Alonso. No podía faltar la ojeada al paisanaje serrano. El autor, conocedor como pocos de este paisaje, tras introducirnos en la materia nos acerca y recuerda algunos de los trabajos serranos.
En un alarde etnográfico en toda regla, nos habla del pastoreo y los pastores; el esquilador y el laborioso proceso lanero; el gabarrero y el hachero; el carbonero, el cantero, el labrador y el ganadero.
Entrevista a muchos de ellos, los últimos de un linaje de oficios que desaparecen.
(jpvs)
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