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Segovia y sus atractivos

Pues ahí siguen los madrileños entrando en territorio segoviano cuando mejor les parece sin que nadie parezca demasiado preocupado por los cierres perimetrales y otras “chorradas” que nos pintan sagradas para otros casos. Seamos empáticos, caramba. ¿Qué los pobres madrileños están estresados y pasear por la Gran Vía con sus mejores galas de domingo les parece poco? Pues que se cojan un autobús o el flamante coche y se suban a Navacerrada aunque corran el riesgo de quedarse allí trabados con la tergalina como único abrigo ante temperaturas bajo cero como pasó el sábado. Este lunes habían colapsado de nuevo las carreteras. ¿Cabe aquí el término “pisaprados” o me van a freír los comentaristas por meterme con la falta de preparación básica de los que nos dan de comer para andar por las montañas?

Si lo mismo es cierto, que dicen los policías que estos días pasados han pillado a dos decenas de personas que no han podido resistirse al olor de nuestros cochinillos y corderos y se han venido a Segovia a pasar el día saltándose a la torera los cierres perimetrales de marras. Qué majetes, cómo se preocupan de que estén ocupados nuestros hosteleros —andan en el sector con los pelos de punta ante la tercera ola— y ya si ayudan a que el hospital tenga clientes en los próximos días, cuenta redonda, añado.

Y las cifras de contagios al alza empezando la tercera ola y eso que los datos no se refieren aún a los efectos de la Navidad. Ah, Segovia vuelve a ser líder: de brotes, de contagios, de capacidad de contagio… Y hasta de ser los que menos han vacunado hasta el momento, que se pusieron “las de las fotos” y hasta ahí hemos llegado. Y eso que se anunció que la cosa iría a mil vacunas por semana… Bah, estarán cogiendo fuerzas.

Por cierto, toda mi admiración hacia Marciana, de 96 años, la primera vacunada en la provincia que sabía que sería objeto de atención mediática y se plantó en la sala de vacunas vestida con sus mejores galas, joyas y abalorios y bien peinada. Si será coqueta que ha pedido que se acorte su nombre para hacerse llamar, simplemente, Ana… Nuestra enhorabuena a la vacunada.

No sé si han sido esos visitantes de los que le hablaba los que se han contabilizado para incorporarles a las listas de empadronados en la provincia, donde este año ha crecido la población  según dicen las cuentas oficiales. Vale, sólo somos 349 ciudadanos más, pero al menos las cifras vienen en negro en la capital y todos los pueblos grandes y eso no pasaba desde hace diez años. Otra cosa es el resto de la provincia, que sigue vaciándose.

Para los visitantes que vengan a Segovia en autobús de línea, ya están avisados de que vengan aliviados de casa o preparen los 50 céntimos que cuesta ya entrar en los servicios de la estación de autobuses… Dicen que, en parte, la medida es para ahuyentar a los que quedan allí para mantener relaciones retribuidas entre hombres. Bueno, el trato se cerrará a partir de ahora con la frase desganada del chapero: “x euros el completo y el torno aparte”. La prostitución también se renueva. Ya ve, Segovia en la vanguardia de la modernidad, como siempre.

Ojo que los de la concesionaria de la autopista AP-6 y sus ramales ya han tomado medidas para frenar las avalanchas de visitantes, que si en toda España bajan los peajes, aquí los subimos que ya va quedando poco contrato y hay que aprovechar. Ya, ya se que es “sólo” un 0,74% pero mire, como lo de la población de antes, son cifras que suman… para la empresa. Y molesta por eso del agravio comparativo. Chico, no he oído una palabra a nuestros congresistas. A ver si cuando acaben sus vacaciones se acuerdan.

Peaje de la AP 61, en Ortigosa del Monte.

No se por qué estoy tan gruñón, si queda lo mejor de la Navidad, que es cuando vienen los Reyes Magos. Este año son cuatro porque le ha parecido muy bien la idea a la alcaldesa, Clara Luquero, al parecer enamorada del personaje de Artabán, al que se empeñan en llamar “el cuarto rey”. A ver, lo de este personaje literario ya está explotado, desde hace años, en decenas de ayuntamientos de toda España y, la verdad, ni cuaja, ni gusta, al menos por lo que he leído por ahí. Otra vez tarde

Si lo que se trata es de “paganizar” la celebración recomiendo que mejor se apunten a la celebración de las Saturnalias, la fiesta romana del solsticio de invierno que al parecer fagocitó la iglesia en su momento. Si se da prisa llega al taller infantil que organiza el Museo de Segovia sobre el particular.

Así no tiene que andar persiguiendo los globos aerostáticos que traen a sus majestades. Si, si. Este año les traen a todos en globo, que todo el mundo sabe que volar a 8 grados bajo cero, es lo mejor que se puede hacer la víspera de la “noche mágica”. Por cierto, el desarrollo “secreto” de la cabalgata es tal que el Ayuntamiento de Segovia no ha convocado la presencia de periodistas o fotógrafos —bueno, si, los de la tele local, contratada para difundir el evento— en la llegada “aérea” de los monarcas. Todo diáfano y sin velos, como siempre, en el departamento de Cultura.

Vale, la próxima semana les contamos cómo sale la cosa. Para entonces ya se habrán acabado los anuncios de colonia , las películas moña de bajo presupuesto y hasta las cuñas sobre Artabán en voz de la alcaldesa. Vamos, que para entonces ya tendremos menos almíbar y, a cambio, más cardo.

Del virus prefiero no hacer pronósticos. Tenga cuidado.

Author: Justo Verdugo

Justo Verdugo, segoviano de cierta edad es un observador de su entorno y un ávido consumidor de las noticias que se publican en cualquier soporte y lugar. Con periodicidad semanal, el autor resume sus conclusiones en esta sección, en la que todos los ciudadanos están invitados a opinar a través de sus comentarios.

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2 Comments

  1. BUen resumen. Tendremos cuidado don Justo. ¡Salud!

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  2. Con esta alcaldesa no solucionaremos ni la economía ni la salud. Más paro y más contagios. Ustedes mandan en esta ciudad hagan algo.

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