free web stats

De la Granja al Paular (Juan de Contreras, 1912) -3-

De La Granja al Paular (Juan de Contreras, 1912) -3-.

Entrada anterior -2-

Foto 01 Vista del conjunto de la cartuja de El Paular, en el valle de Lozoya, ca. 1915.

Vista del conjunto de la cartuja de El Paular, en el valle de Lozoya.

Seguimos disfrutando de la ‘primavera de 1912’ y de la denominada Perla de la Sierra: el monasterio de Santa María de El Paular. Su visita bien merece perder un día en la zona.

El complejo monacal, su interior seguro nos asombrará, y un recorrido por los alrededores, recordando algunas historias del entorno –cosa que procuraremos en esta entrada-, hará que nuestra estancia sea más completa y provechosa, si cabe.

Fotografías de Antònio Passaporte, de la casa ‘Loty’, junto a otros autores y algunas actuales nos servirán para recordar aquellos años y comparar con la actualidad.

Imágenes del monasterio de Nuestra Señora de ‘El Paular’, Rascafria.

Imágenes del monasterio de Nuestra Señora de ‘El Paular’, Rascafria (Fotos jpvelascosayago).

Monje actual en el monasterio de El Paular, Rascafría.

Monje actual en el monasterio de El Paular, Rascafría.

Terminamos la reseña del relato que Juan de Contreras  nos legó en 1912. Junto a su acompañante deciden hacer noche en el monasterio de El Paular.

Este cenobio cartujo fue el primero que se estableció en Castillaver reseña en la entrada 2, enlace arriba-.

 Sentados a la entrada del monasterio de ‘El Paular’, Rascafría, principios s. XX.

Sentados a la entrada del ‘El Paular’, Rascafría, principios s. XX.

El ilustre e ilustrado viajero Antonio Ponz, en su recorrido por España, a finales del XVIII, para dar noticias ‘de las cosas más apreciables y dignas de saberse’, comenta el acogimiento dado en Rascafría:

La hospitalidad de los PP. Cartuxos nadie la ignora; y todos saben su cuidado en alogar cómodamente á las personas que llegan á sus Monasterios. Así lo han usado conmigo en este […]

Nuestros viajeros piensan que al abrirse las puertas aparecerá un lego que les conducirá a una cómoda celda donde encontraremos alimento y descanso.

Pero no, no aparece ningún profeso, pero sí una limpia y simpática anciana que lleva la misma misión… Pasan la noche en el hospitalario albergue, limpio y cómodo.

No están solos. Como indica Contreras en su crónica, no es tan solitario como pudiera creerse:

[…] lo animan desde últimos de marzo, literatos, fotógrafos y artistas de todas clases, que llegan de Madrid, por Rascafría y Miraflores y que con su buen humor alejan toda idea de monacal recogimientover Nota 1-.

 Nota 1. Movimiento entre los muros del Monasterio de El Paular.

La declaración de Monumento Nacional, en 1876, al poco de acceder al trono Alfonso XII, había salvado el edificio de la ruina y, con el paso de los años, se convertirá en ‘refugio’ de montañeros y profesionales liberales que buscan la calma, perdida en la ciudad, para su inspiración y descanso.

Estación del Norte, Madrid, línea Madrid-Villalba.

Estación del Norte, Madrid, línea Madrid-Villalba.

Para hacernos una idea de la ‘animación’ indicada por Juan de Contreras en su relato, hemos de decir que ya en 1883, aprovechando la inaugurada línea de Ferrocarril de Madrid a Villalba, profesores y alumnos de la Institución Libre de Enseñanza recorren estos parajes.

El recorrido de la ILE, es muy conocido. Bien estudiado y narrado en muchas ocasiones.

Comienza en Villalva. Los excursionistas llegan al monasterio del Paular, donde hacen noche y, posteriormente, profesores y alumnos, saltarán la sierra camino de La Granja, regresando por las Siete Revueltas al punto de partida.

Junto a los profesores, Giner de los Rios y Cossío, van alumnos cuyos apellidos resonarán en un futuro cercano. Por ejemplo: Julián Besteiro que llegaría a ser Presidente de las Cortes o Garay, Conde de Suchil, alcalde de Madrid.

La excursión rememoraba el viaje de Ponz, antes indicado.

 Giner y Cossio con alumnos de la ILE, en La Pedriza de Manzanares.

Giner y Cossio con alumnos de la ILE, en La Pedriza de Manzanares.

En 1905, Constancio Bernaldo de Quirós evoca estas excursiones al recordar que una tarde de invierno, fría, cenicienta, amenazando nieve, al penetrar en las habitaciones que ocupan los señores de Ibáñez Marín, se sorprenden de encontrar:

[…] uno, dos, tres… cinco, hasta siete niños hallábanse sentados ante la chimenea. Inquietos y charlantes, llenos de alegría, parecían pájaros secándose al sol en una rama. Eran los alumnos de la Institución libre de enseñanza […]

Portada de la revista ‘Peñalara’, nº 1 octubre 1913.

Portada de la revista ‘Peñalara’, nº 1 octubre 1913.

Los muros y las humildes celdas cartujanas han cobijado a Pío Baroja, que pasaba temporadas con su familia; al historiador Menéndez Pidal, al poeta Enrique de Mesa, a Azorín

Un año después de nuestro relato, en 1913, nace la asociación ‘Peñalara los doce amigos’‘ que más tarde será la Real Sociedad de Alpinismo Peñalara, la vinculación de sus miembros con el valle es también indudable.

Dicho vínculo queda ‘impreso’ en su revista mensual. La cabecera de la publicación incluirá la entonces truncada torre de la cartuja.

Patio del ‘Ave María’, monasterio de ‘El Paular’.

La posterior creación, en 1918, por parte de la Dirección General de Bellas Artes de la Escuela de Pintores de El Paular, con sus paisajistas pensionados, da un impulso más a la zona.

Más tarde los cursos compartirán sede con Segovia (1948-1953), en el palacio de Quintanar de la capital.

Sede en la que se establecería definitivamente hasta la actualidad, gracias al tesón y esfuerzo de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce, heredera de Universidad Popular de Segovia

Antes de recogerse a dormir, Contreras y su acompañante, realizan un recorrido por el interior del monasterio.

El patio del Ave María con sus columnas y su fuente –Una fontana ríe con la risa cristalina de sus seis caños-.

La ante-iglesia con bóveda de crucería, la iglesia de una sola nave de ábside poligonal; el santuario, el tabernáculo, la sala capitular, el refectorio, los claustros… merecen una detallada visita.

 Distintas imágenes del monasterio de ‘El Paular’, Rascafría.

Distintas imágenes del monasterio de ‘El Paular’, Rascafría, ca 1930.

Paraje en El Paular, Rascafría.

Paraje en El Paular, Rascafría.

Más tarde, tras visitar el monasterio, deciden, salir a recorrer el valle del Lozoya, aprovechando las últimas luces de un largo crepúsculo abrileño –ver Nota 2-.

Descanso a orillas del río Lozoya, El Paular, Rascafría.

Descanso a orillas del río Lozoya, El Paular, Rascafría.

Bernaldo de Quiros, en su pequeña pero esquisita obra ‘Peñalara‘, comenta refiriéndose al Paular:

[…] el río que le cruza, se encharca en un breve paular, lugar palustre.

Indudablemente de frondosa vegetación ya que el lugar donde se asentó la Orden, por deseo de Juan I, eran los palacios del Poblar.

Antonio Ponz, por su parte, escribe en su ‘Viage de España‘ de 1787: Casi toda la parte llana del territorio se reduce á praderías:

“[…] hay también algunos robledales, con fresnos, y otros árboles […]”

Puente del `Perdón´, Rascafría.

Se dirigen al sitio llamado de Los Batanes, lugar ameno y deleitoso. Paseando junto al camino que va de Rascafría a Miraflores por el Alto del Robledillo, recuerdan los versos de Melchor Gaspar de Jovellanos que juzga el paraje como:

 […] bosque ombrío como morada de algún dios, ó á los misterios de las silvanas Dríadas guardado.

A nuestros visitantes, les parece ver la sombra del poeta vagando en las alamedas que se extienden a orillas del río Lozoya. Famoso por su pesca y dulces aguas.

Para entrar en dicha finca se atraviesa el puente del Perdón. Situado frente a la entrada del monasterio, salva el río de la Angostura que muta seguidamente en río Lozoya.

Obra barroca del XVIII, realizada en tiempos de Felipe V. Daba servidumbre al camino viejo que unía la Corte madrileña con El Paular.

El puente del Perdón tiene tres ojos y tajamares triangulares coronados por balconcillos. Su nombre se debe a que en el Medioevo los ajusticiados que eran conducidos a la horca, al pasar por él, podían pedir revisión de su pena.

Nota 2. Recorrido por los alrededores de la cartuja de ‘El Paular’.

Minuta histórica del Instituto Geográfico, Rascafría 1875.

Minuta histórica del Instituto Geográfico, Rascafría 1875.

Camino en el sitio de Los Batanes, El Paular, Rascafría.

Camino en el sitio de Los Batanes, El Paular, Rascafría.

Se puede recorrer la finca de Los Batanes, como hicieron nuestros viajeros en 1912.

La minuta histórica del Instituto Geográficover mapa 1875– nos sirve de referencia para situarnos en nuestro paseo.

De frente, una ruta señalizada -RV 6- conduce hasta el Puerto de la Morcuera (1796 m), es el antiguo camino de Rascafría a Miraflores de la Sierra.

Este recorrido nos acerca al albergue juvenil en la Casa de los Batanes y un poco más alejado al área recreativa de Las Presillas.

Pasado el puente, a mano izquierda, parte un camino, aguas abajo, que nos adentra por sotos y arboledas. Esta senda nos permite hacer un agradable recorrido circular.

A nuestro paso observaremos canales, caceras y presas que movían molinos de papel y batanes vinculados al conjunto monacal.

Agua embalsada en el sitio de ‘Los Batanes’, El Paular, Rascafría.

Embalse en el sitio de ‘Los Batanes’, El Paular.

Antes de retornar al monasterio unas ruinas, en amplio recinto tapiado, nos ponen en la pista de la antigua ‘fábrica de papel’ indicada en el plano histórico antes mencionado.

Se trata, si nuestros datos son acertados, del molino comprado por los cartujos a Martín Fernández, un vecino del cercano pueblecito de Alameda del Valle.

Su fuerza motriz se utilizó como aserradero para la corta de la madera necesaria para las obras del monasterio.

Un par de siglos después fue fábrica de papel y de él salió la materia prima para la edición príncipe de El Quijote.

Edición que imprimió en sus talleres Juan de la Cuesta en 1605.

Captura de ‘Google-Maps’ de la zona de El Paular, Rascafría.

Captura de ‘Google-Maps’ de la zona de El Paular, Rascafría.

De ahí el nombre por el que fue conocido molino: ‘El Quijote‘.

Tenemos entendido que terminó sus días, tras otros usos y un incendio, como residencia estival de Sección Femenina.

Hoy, queda el respetuoso recuerdo de unas ruinas y algún detalle primitivo como las compuertas de piedra de entrada del agua.

Molino del que el barón de Bourgoing, embajador de Francia en España, señalaba en el Nuevo viaje a España -1789-:

[…] este río -Lozoya- mueve un molino de papel, cuyo ruido es el único que repiten los solitarios ecos de esta comarca. Hace algunos años dirigía esta fábrica, por cuenta de los cartujos, un francés que parecía haber olvidado en este rincón del mundo su patria y hasta su propia lengua.

Por su parte Madoz, en su diccionario geográfico -1849-, indica:

[…] trabajaban en él de 30 a 40 obreros, produciendo 68 resmas, 34.000 pliegos, al día.

El Catastro del Marqués de la Ensenada (1750-1754) describe el molino de la siguiente manera:

[…] un molino de papel con sus ruedas de cinco pilas cada una que aunque se ha quemado está ya reedificado y produce anualmente catorce mil trescientos reales[…]

Otro puente-pasarela ceracano al recinto de nuestra ‘fábrica de papel’, nos dejará frente a la serrería de la Sociedad Belga de los Pinares del Paular.

Aserradero de la Sociedad Belga de los Pinares del Paular, Rascafría.

Los Pinares de Valsaín a una vertiente de la Sierra Guadarrama y el pinar de los Frailes a la otra.

Estos últimos, cuyo nombre es monte ‘Cabeza Hierro’, tras la Desamortización de Mendizabal, en 1837, pasan a ser propiedad de Andrés Andreu, quien en 1840 se los vende a la Sociedad indicada.

Hasta 1675 los pinares pertenecieron a la Comunidad y Tierra de Segovia, en esta fecha la corona se lo entrega a los monjes de El Paular.

Desde este punto, carretera M 604, podemos regresar, por camino peatonal paralelo a la misma, hasta el monasterio, nuestro punto de partida.

Pero antes conviene pasar por el Centro de Visitantes ‘Valle del Paular’, dependiente del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, en él podemos encontrar interesante información sobre naturaleza y actividades en la zona. Junto al centro se encuentra el arboreto Giner de los Ríos que cuenta con dos centenares de especies arbóreas y arbustivas de distintos continentes.

El recorrido indicado es de aproximadamente 2,500 km

Torres de El Paular reflejadas en una fuente.

Torres de El Paular reflejadas en una fuente.

El futuro Marqués Lozoya y su acompañante, tras pasar la noche y después de contemplar un espléndido amanecer que teñía de púrpura la nieve de los picachos, ensillan sus ‘blases’ para retornar, nuevamente por el puerto del Reventón, a La Granja.

Tomarán camino a Rascafría desde donde contemplarán por última vez la visión de la cartuja, perdida en el bello enclave del valle del Lozoya.

Volverán a la escarpada senda bordeada de altísimos abetos donde buscarán la señalización de los postes de piedra –entrada 1 ‘picutos’– de la Sociedad Militar de Excursiones.

Hitos que los guiarán hasta el alto para emprender el descenso al Real Sitio de San Ildefonso. Aún llegarán a tiempo de dar una vuelta por los jardines antes de la salida de la diligencia.

Monasterio de El Paular en el valle de Lozoya, Rascafría, y palacio de San Ildefonso, Segovia.

En una hora franqueaban la plaza del Azoguejo, a su paso, la Segovia romana, alzaba:

[…] el ingente arco triunfal de su acueducto más grandioso que aquellos con que recibía a los Césares que regresaban de someter una provincia a sus lábaros vencedores.

El enclave de El Paular actuó, como bien apunta Eduardo Martínez de Pisón, de foco en el que se consolida un movimiento intelectual del que surge una elaborada manera de afecto por la Sierra.

Por sus valores y significados podría ser la Puerta Dorada interna de un Parque Nacional. Reserva natural que durante años muchos añoramos y hoy es una realidad.

Terminamos con los versos de un monje cartujo anónimo:

Todavía hay un valle
y una tarde serena.
Y lejos, una campana
que suena en la serena
tarde, todavía.

 

Cartuja de El Paular, Rascafría.

Cartuja de El Paular, Rascafría.

Author: Juan Pedro Velasco Sayago

Blog de montañismo y excursionismo sobre el Guadarrama, a cargo de Juan Pedro Velasco Sayago. (Coordina el Blog 'Retrosegovia', publicando temas relacionados con la tarjeta postal ilustrada de Segovia).

Share This Post On

2 Comments

  1. Fantastico.

    Post a Reply
    • Gracias María. Para mi, un placer que todo, el que quiera, pueda disfrutar leyendo estas sencillas historias del Guadarrama.

      Post a Reply

Responder a María Rincón Romero Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *