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Todos los romances

raquelromanceroRaquel Calvo presenta el miércoles 4 de enero y a partir de las 19:00 horas en el salón de Plenos de la Diputación un libro especial; diferente desde sus tapas negras y duras y el tacto de su cubierta, el Romancero General de Segovia. Un libro que recoge el paso del tiempo en la tradición oral y que, aunque ya fue publicado en 1993 por la Diputación de Segovia, se ha reeditado en 2016 a través del Instituto de la Cultura Tradicional Segoviana Manuel González Herrero.

“El contenido del Romancero segoviano es un patrimonio cultural muy importante”, explica Calvo, quien se ha encargado de revisar, documentar y escoger cada uno de los romances que completa esta antología. “No es que creyera que la reedición fuera necesaria, simplemente creo que el hecho de que la Diputación haya apostado por volver a publicarla significa poner en valor la obra”, concluye la investigadora.

Para Raquel Calvo, “el verdadero transmisor del Romancero ha desaparecido debido a las circunstancias de la vida”. La autora de la recopilación explica que estos romances se “transmitían en la intimidad; se cantaba al calor del brasero, de la lumbre… y cuando llegó la televisión o la radio fue muy difícil encontrar verdaderos eslabones de esa cadena de transmisión”. Por este motivo, durante su trabajo de documentación, el equipo de personas que acompañó en los años ochenta a Raquel Calvo en la recopilación del Romancero, se centró en preguntar y recoger testimonios en los pueblos más recónditos, “porque era allí donde se podía encontrar algo”, explica.

La recopilación tuvo un aliado muy especial en la familia Menéndez Pidal, que durante la primera mitad del siglo XX peinaron Segovia grabar y transcribir los viejos romances de la tradición oral. “Tenían un gran amor por Segovia que les llevó a hacer muchas encuestas en la provincia y a tener una buena colección de manuscritos; se liaban a coger romances como quien se va a dar un paseo”, explica Calvo que añade que “su contacto con Agapito Marazuela favoreció que no fuese una colección cualquiera; había sido recopilada por gente conocedora y manipulada por gente experta”.

En cuanto a su trabajo, Raquel Calvo reconoce haber pasado mucho tiempo estudiando las versiones, encontrándolas un autor y una fecha, tratando de identificar y desentrañar las letras. “La dificultad era eliminar todo el ruido en las grabaciones o entender los manuscritos”, comenta, al tiempo que cuenta la utilidad de bucear, por ejemplo, en la correspondencia entre Ramón Menéndez Pidal y un señor de Valseca que le enviaba las versiones de unos romances de la tierra.

Recoger fragmentillos, reconstruir versiones y seleccionar las más apropiadas “teniendo en cuenta una serie de criterios, ya que en la selección no podía faltar ninguna característica importante” -revela-, fueron algunos de los pasos que Raquel Calvo tuvo que dar en su día para alcanzar la primera versión del Romancero General de Segovia. Ahora, con esta nueva revisión de la publicación, tanto su autora como quienes desde el Instituto Manuel González Herrero han apostado por mantener viva y escrita la literatura oral, esperan que sean cada vez más los segovianos que conozcan y se interesen por un documento imprescindible para entender la vida y el pasado de la provincia.

Reportaje distribuido por el gabinere de prensa de la Diputación de Segovia

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Author: Cultura

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