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La trinchera mediática

Cada vez resulta más difícil sintonizar una emisora de radio a primera hora de la mañana que informe con objetividad, sin disfrazar las noticias del día con preguntas capciosas o enfoques tendenciosos. Lo que parece una simple “pregunta del día” es, con frecuencia, una forma encubierta de adoctrinamiento ideológico. La mayoría de las tertulias radiofónicas y televisivas están marcadamente alineadas con intereses políticos concretos, muy lejos de ofrecer una visión plural y crítica. La separación entre información, opinión y análisis se diluye y queda supeditada a intereses espurios.

El tratamiento de cada tema informativo es, en la mayoría de los casos, previsible, dependiendo del dial que se sintonice o del medio que se elija. Frente a esta tendencia, resultan más refrescantes —e incluso honestas— las tertulias de medios locales, como los de Segovia, por ejemplo, donde, salvo contadas excepciones, todavía es posible encontrar espacios de análisis menos condicionados por intereses superiores y más conectados con la realidad ciudadana. Allí se respeta, en mayor medida, el pluralismo social y la neutralidad que exige un tratamiento informativo riguroso.

Hoy, el espacio mediático está copado por voces que responden a líneas editoriales dictadas desde los despachos del poder. La gestión de la información se ha convertido, en demasiadas ocasiones, en una herramienta más de polarización y propaganda. Un ejemplo preocupante de esta deriva es la reciente reconfiguración del Consejo de RTVE y el cambio en las reglas de mayoría, llevados a cabo por el actual gobierno para asegurar el control informativo. Resulta irónico que la misma maniobra, ejecutada por el Partido Popular en años anteriores, fuera entonces duramente criticada por quienes hoy la replican. Y puedo asegurar que algunos de nosotros, desde los cargos de representación institucional que ocupábamos en aquel momento, luchamos honestamente por revertir esa anomalía democrática.

Lo que entonces no era aceptable, conforme a los principios y valores que deben regir la información pública en un Estado de derecho, tampoco lo es ahora, aunque provenga de otro gobierno. El descrédito, en este sentido, se reparte tanto a izquierda como a derecha.

Mientras tanto, el ciudadano queda atrapado entre bandos, sin acceso a una información rigurosa, equilibrada y respetuosa con su inteligencia. ¿Dónde ha quedado la BBC como referente de neutralidad y servicio público? La respuesta es triste: en el recuerdo de lo que alguna vez debió ser nuestro modelo. Hoy, la manipulación mediática se ha normalizado, y los grandes medios parecen haber renunciado a su papel como contrapoder y herramienta de construcción democrática. E incluso se asocia e impulsa la visualización del “prime time” como vínculo identitario para profundizar en la polarización social. Si ves ‘El hormiguero’ eres de derechas; si sintonizas con ‘La revuelta’, te apuntas a la izquierda. ¡Qué absurdo!, pero es la cultura mediática que impera.

Ante este panorama, no sorprende que las nuevas generaciones se alejen de los medios convencionales y busquen otras vías para informarse: redes sociales, pódcast y comunidades digitales. Un fenómeno que también alcanza a colectivos tradicionalmente más vinculados a las estructuras informativas clásicas. Lo hacen con desconfianza, pero también con una conciencia crítica cada vez más aguda. Es una respuesta lógica al sentimiento generalizado de estar siendo utilizados, no informados. Y, sobre todo, es un grito silencioso por recuperar algo tan básico como el respeto a la dignidad ciudadana.

Porque no se trata solo de informar, sino de hacerlo sin subestimar al oyente, sin empujarlo a trincheras ideológicas, sin manipularlo. Nos lo merecemos. Los medios de comunicación tienen la responsabilidad de fortalecer la democracia, no de socavarla. Es esencial exigir y promover un periodismo que se adhiera a los más altos estándares de integridad y objetividad, garantizando así que la información sea un vehículo para la educación y el empoderamiento ciudadano, y no una herramienta de manipulación y control político.


Author: Juan Luis Gordo

Juan Luis Gordo. Segoviano de izquierdas, autónomo y polifacético

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10 Comments

  1. Insisto , dispuesto a lograr objetivos.
    Desde el otro lado espero.

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  2. Excelente artículo.
    Añadiría que debido al cambio del papel al digital en la prensa, la fuente de ingresos ha bajado a la mínima expresión, aprovechándolo el Gobierno con su financiación nada mas tomar posesión. Han sido muy listos, subvencionan medios de comunicación, sindicatos, mas luego crean asociaciones de mujeres (mitad de la sociedad) empoderándolas, creando dos bandos preguerracivilistas, recordando represaliados de hace 90 años, ayudas y regalías a todo el mundo, subvencionando también el adoctrinamiento cultural y social en en cine etc. Por no hablar de poner políticos a dirigir los poderes del Estado.
    Económicamente se medio sostiene si no inviertes y vives al día con gran financiación y subidas de impuestos creando una falsa situación de estabilidad. No conozco a nadie que quiera montar una empresa y arriesgarse y si conozco a un montón de gente pensando en llegar a la jubilación o aprovecharse de ayudas para no trabajar.
    Antes de que me pueda disparar la trinchera aludida, decir que los otros que ahora no gobiernan también tienen sus cosas cuando han gobernado, justo en el sentido contrario a todo lo anterior.

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  3. Me identifico con el contenido del artículo. Una semana más, enhorabuena Sr. Gordo. Es usted un estoico de altas luces, lo que le falta al Psoe segoviano en estos momentos con el rancio Aceves a la cabeza. He echado en falta la referencia a la PROPAGANDA de los partidos. Forman parte también de la “trinchera mediática”. Ayer, un buen amigo del Psoe de Segovia me hizo llegar la nota de prensa que sacaron después de la batalla campal que tuvieron. Su contenido es un relato de manipulación, mediante el que trasladan un liderazgo sólido, el del Sr. Aceves, y la unidad como línea de acción. ¡Ja,ja,ja!. Vamos todo lo contrario de lo que ocurrió y surgió. Menos mal que que los medios segovianos no han hecho mucho caso de esa proyección idílica que el Aceves éste nos quiere vender como propaganda del día a día; una persona que en este digital no deja que se comenten sus artículos, lo que denota baja calidad democrática y poco talante. Los ciudadanos, como apunta Gordo, merecemos un respeto, y no el desprecio indigno de personajillos como éste señor que está al frente de un grupito de amiguetes en lo que se ha convertido el Psoe en Segovia. Por cierto, Sr. Gordo no se le ve en ninguna foto. Me imagino que haría lo mismo que el secretario regional, quitarse del medio ante tal carajal.

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  4. Su amado partido del puño en alto chino-coreano, modo Aceves, el que habla va a la calle, ha convertido la TVE pública en el NODO del Régimen, control absoluto de diarios digitales, control de televisiones privadas, salvo A3, propaganda mediática a tutti plen, persecución a través de la fiscalía de periodistas, empresarios y jueces no afines a la delincuencia cometida por la Izquierda, subvenciones públicas a lobbys y sindicatos amigos, que describen las bondades del Régimen, manipulación total del grupo Prisa (Ser y El País) que son el BOE de la dictadura. Hasta Telefónica es un Ministerio del Partido único soviético. No son admisibles esas prácticas en Democracia ¿O sí? Usted sigue votando complacido, tan pancho, al Psoe para que continue con esas prácticas corruptas del tardofranquismo sanchista. Como hace un siglo, fomentando el guerracivilismo en España ¿No se le cae la cara de vergüenza de pertenecer a esa organización? Yo me saldría. Hay que tener algo de dignidad, vergüenza y honradez, todo no vale. El fin no justifica los medios. ¿O quiere ser el sucesor de Aceves? Hay que recordar que cuando usted estaba en política activa, estaba bien callado en su partido y en la defensa de Segovia. Nada de nada consiguió para Segovia. La pela era la pela.

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  5. El diagnóstico de la entrega es certero y políticamente correcto.
    Poco más:
    Nunca han existido más medios de información ni más manipulación a través de ellos.
    No he visto nunca el Hormiguero ni ahora la Revuelta. Creo que la clave está en ver poca tele (si la enciendes, salen), escuchar los 40 clasic y disfrutar con Imprescindibles en la 2, y alguna cosa más, pero en pequeñas dosis.
    Internet es una revolución maravillosa y espantosa. Las redes sociales atraen más mierda que los océanos.
    El móvil es otra revolución extraordinaria y enfermiza, que causa millones de accidentes de tráfico, además.
    Sin periodismo libre, independiente y crítico es imposible controlar esta democracia enferma, que se degrada cada día, en manos de unos locos con carné y con mucho dinero.
    El ciudadano tiene derecho a una información veraz y a elegir con libertad, y la responsabilidad de votar con cabeza y sentimiento.

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  6. Comentario político insulso, como una sopa de ajo, sin sal, sin huevo y sin ajo. Apropiada para distraer la atención de los temas políticos candentes. Los que arden a la lumbre de la hoguera de la corrupción sanchista. Y de las fétidas orgías avalorias, en hostales del patronato. O sea , hostales públicos financiados con los presupuestos del estado, o sea de los impuestos de los ciudadanos, cada vez más empobrecidos. Mientras el entorno íntimo del autócrata y pareja se divierten. Por qué no se refiere , el sagaz comentarista (es un decir) , a las aventuras eroticas de abalos , vicepresidente que fue de pseudo doctor Sánchez. El comentarista insípido, escribe de pájaros y flores, ignorando la corrupción que apesta y la complicidad encubridora de buena parte del gobierno, sino de todo él. ¿Cómo es posible que no le llegue el mal olor del golferío avalorio a destajo, sostenible?
    Hay algo peor que la desvergüenza, es la hipocresía.

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    • Se dice que la primera víctima de la guerra es la verdad. En las “guerras” domésticas pasa lo mismo. A lo largo de la historia así ha ocurrido. Cicerón ya lo relataba y Julio César inventaba los detalles que convenía a causa.
      Los estudiosos de la Restauracion, aún hoy discrepan del relato histórico. Por todo ello no sorprende que los humanos sigamos comunicando lo que interesa y ocultando lo que nos pudiera perjudicar
      En una sociedad evolucionada se deberían pactar unos principios básicos en lo referente a no agresión e imparcialidad.
      Desconozco si lo veremos en un próximo futuro
      Lo que si tenemos que ser cuidadosos es con las descalificaciones groseras. Por los tanto alabo el tono moderado y respetuoso del artuculista, y a la vez comparto gran parte del relato

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  7. A ver, indiscutiblemente siempre ha habido ideologías, y con ellas opiniones y decisiones que guían las acciones. Sería bueno considerar perspectivas diferentes y como la mente y la memoria es creativa, ahí podemos encontrar los sesgos o diferencias. Ahora recuerdo los herejes religiosos que fueron torturados y condenados por tener una visión distinta a los gobernantes. Que pasa ahora? Yo si veo Telemadrid, se perfectamente que me ocultan lo que al actual partido que gobierna le interesa y me exageran las noticias que les vienen bien. DESCARADO. Por lo tanto me fio mucho más de TVE, en todas sus variantes, tienen profesionales muy serios, bases de información por todo el mundo y los periodistas entrenados en este medio se los rifan el resto de TV nacionales, léase TELE5, ANTENA3, que les ofrecen más salario y allí se van.
    Por lo tanto a mí si me gusta ver, oír y leer las distintas opiniones en todos los medios que me parecen enriquecedores para aquellos adultos que puedan discernir con un pensamiento abierto, respetuoso y crítico.

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  8. Tve? Fichan de la privada porque están regados de dinero público. Los que acaban de fichar a Belén Esteban, Matamoros y demás basura mediática para hacer tele basura? Ja, ja, ja.

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  9. No hay porqué escandalizarse tanto…

    La independencia política en los grandes medios de comunicación nunca ha existido.
    Quien está en El poder político o económico los financia y los maneja a su antojó.

    Siempre ha habido periódicos “de derechas y de izquierdas”, y quien llevaba ese periódico debajo del brazo era calificado como tal.

    Otra cosa, es como dice el autor del artículo, una tertulia en una emisora de radio local,donde puede haber un mínimo de objetividad,porque detrás de ese medio no hay una gran inversión de capital.

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