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El diablo a 135, las carreteras a 90

Me está matando la estatua esa del diablo en la cuesta de San Juan. No es que yo esté por la polémica, que ya sabe que defiendo la figurita de marras por creer que un Gobierno local tiene esas decisiones entre sus potestades y porque la idea me parece de las buenas. Lo que me está matando es que, como soy un mirón, desde que la instalaron me estoy pasando el día, y la noche, en la curva de San Juan donde no para de pasar gente con el móvil en la mano. A ver, como referencia, el viernes a las 18.00 horas, y no era hora punta, que hay que ver eso por las mañanas, me salió una media de 135 fotos a la hora y este fin de semana he visto saltar los flashes hasta a las 2.30 de la mañana… Eso si, lo del selfie es complicado y es más común lo de “¿Me haces una foto y luego te la hago yo a ti?” ¡Chico, qué fiebre!

Y eso que los del Ayuntamiento se empeñan en hacer las cosas mal. A ver, la concejala, Claudia de Santos, lo es de Patrimonio y también de Turismo, donde hay una extensa plantilla de políglotas. Pues va e instala una placa para disuadir de subirse al pretil con errores graves en el texto en inglés, un enrevesado mensaje en francés y para colmo cita una ley que no corresponde al hecho que se prohíbe. Siendo la de Patrimonio debería conocer también que en un BIC no se pueden poner cables o cámaras y va y la pone en la pared de la casa de las Cadenas hasta que el delegado territorial, Javier López Escobar les ha dado un toque… Será para seguir saliendo en el telediario, digo yo.

Lo del lucifer gordo (y con ombligo, licencias del escultor) ha copado tanto los debates ciudadanos que casi ha pasado desapercibido el inicio del juicio oral a los directivos de Caja Segovia, ese que los periódicos vendían como “el más importante de los celebrados en Segovia” y que ha causado poca expectación en su primera jornada en la que los abogados apuraban las posibilidades (las hay, muchas) de que la cosa acabe archivada. Así qué lo que nos queda animado de verdad es la disputa del fiscal Silva con el abogado de IU, López. Al primero no le ha gustado que le pregunten por los motivos por los que no presenta cargos y, muy ofendido, amenaza con abrir una causa penal contra el segundo… No, si al final los acusados acaban libres y los abogados encausados. Caramba, qué rara parece a veces la Justicia.

Hombre, si es por cosas raras hay que hablar del inquietante audio que llegaba a las redacciones el 21 de enero en el que, sin una sola línea explicativa, aparecía la voz de la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones ¡Dando el parte meteorológico! 50 segundos de precipitaciones, intenso frío y cotas de nieve por los que ya tiemblan de miedo por su futuro laboral Himar González, Roberto Brasero, Albert Barniol o Ana de Roque. Y espere a que empiece a mandar crónicas de los partidos de fútbol del domingo, que todo se andará.

Le gustan los micrófonos a la delegada aunque no siempre haga falta y sus declaraciones sean a veces polémicas. Ha ocurrido con esa nota oficial en la que aseguraba que, tras reunirse con la ministra de Defensa, Margarita Robles, había un compromiso —verbal, claro— de inversión de 50 millones para el PCMASA2 de Segovia (ya sabe, ese centro militar con casi 400 empleados dedicado a reparar vehículos pesados) en los próximos cuatro años que resulta que los parlamentarios populares —ni nadie que los busque— no encuentran en los presupuestos, que parece que sería lo lógico al tratarse de una presunta inversión plurianual… Años lleva la continuidad de “la Base” en tela de juicio. ¡Qué miedo!

Bola de residuos extraidos de los filtros de la Edar.

Lo que debe de ser para echarse a temblar es andar mirando las cribadoras de la depuradora de la ciudad, al menos después de oír a la concejala, Paloma Maroto, recreándose en los detalles —“calla, calla”, le decía la alcaldesa Luquero al borde de la arcada— los quintales de toallitas, pañales, preservativos y hasta dentaduras que se encuentra el personal y que claro, atoran las tuberías. Pues no me quedo tranquilo que no aclaró si lo de la dentadura fue un mal estornudo, un desliz o la última decisión de un heredero temeroso de que la Ley de Sucesiones le arruinara para siempre… Hay que indagar.

Bueno, digo yo que se habrá pasado usted estos días por Fitur, donde estuvieron todas nuestras autoridades “vendiendo” los mil reclamos para visitantes que tiene Segovia y su provincia. Casi todos eran ya conocidos aunque mire, lograron sorprenderme con la pulserita de “bono iglesia, esa que te la pones y te deja visitar la Catedral, San Millán, San Miguel y Justo y Pastor pasando por delante de las taquillas sin detenerte, que vale con levantar la muñeca para que “el puerta” vea tu distintivo. De momento no da derecho a consumición.

Hablando del turismo, que el INE certifique que en 2018 durmieron en Segovia 508.377 visitantes digo yo que es para tirar cohetes, aunque no creo que lo hagan por el ocio nocturno, que los bares, en general, cierran pronto y encima, a los que añaden espectáculos, como le ha pasado al Excálibur, en Nueva Segovia, le han cortado las alas después de años permitiendo la actividad. Oiga, que la ley asiste al Ayuntamiento pero parece que este charco no necesitaba que se chapoteara en él. Claro, que si lo dicen los técnicos municipales, como parece el caso…

Deben de ser parecidos a los que han decidido que, desde hoy, circulemos por las carreteras nacionales a la misma velocidad, 90 kilómetros por hora, que los hacíamos hace treinta años, por mucho que hayan evolucionado los vehículos. La finalidad es reducir los accidentes, dicen. ¿Y a mi que me parece la solución que menos obliga a pensar a quien debe hacerlo? Bah, será que soy un loco al volante. Ojo, que entra en vigor hoy.

Hasta aquí he llegado que he quedado esta mañana con los de los servicios de emergencias a ver si tengo suerte y algún madrileño —tampoco se salvan los segovianos, no crea— de edad madurita principalmente decide subirse hoy a la montaña con pantalones de pinzas y zapato italiano para resbalar por sus laderas y montar luego un rato en helicóptero…

¡Ay, los domingueros! Que alegres muchachuelos.

Author: Justo Verdugo

Justo Verdugo, segoviano de cierta edad es un observador de su entorno y un ávido consumidor de las noticias que se publican en cualquier soporte y lugar. Con periodicidad semanal, el autor resume sus conclusiones en esta sección, en la que todos los ciudadanos están invitados a opinar a través de sus comentarios.

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2 Comments

  1. Sr. Justo, parece que se ha equivocado en su vaticinio sobre la continuidad del juicio de Caja Segovia. Pero seguro que, con su habitual buen criterio, se alegra de ello. A ver ahora si, ya que parece que la Justicia va a poder hacer su trabajo, la Fiscalía no deja de enredar y el Tribunal puede dictar sentencia justa (sea cual sea).
    Sobre este mismo asunto, Sr. Justo, ¿no le extraña a usted que la prensa segoviana, incluso este medio en el que usted escribe, no destaque adecuadamente la noticia sobre la continuidad del juicio? Vea usted la portada misma del acueducto2 y verá que no es una de las tres noticias de portada, prefiriendo destacar por ejemplo “la paridad en las oposiciones a Policía Local”…
    ¿Será por “intereses inconfesables” de las direcciones de la prensa, que diría cierto abogado al que casi le crucifica el Ministerio Fiscal por evidenciar lo obvio…?

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    • Pues Alfonso, si. Me equivoqué y bien que me alegro de ello. Respecto a las noticias de portada he preguntado a mis jefes y me recuerdan que la noticia del mantenimiento del juicio de la Caja se puso en portada en cuanto se conoció el auto de apertura y ahí se mantuvo durante todo el día de ayer (29 de enero) aunque esto es un digital y no un periódico escrito por lo que su portada está viva y las noticias van bajando en función de la intensidad informativa y la entrada de nuevas informaciones. No obstante, la han vuelto a reprogramar para que pueda verla fácilmente. (No diga que lo he dicho yo pero a veces a mis jefes se les pasan algunos detalles). Creo que puedo asegurar que su insinuación sobre “intereses inconfesables” no tiene base alguna si bucea usted en la hemeroteca de este periódico y de los anteriores en los que han trabajado los editores de este diario, que desde el inicio han firmado informaciones y varias primicias (incluida la primera publicación del listado de sueldos de los directivos cuando los propios directivos se negaban a hacerlos públicos, fue en elacueducto.com) sobre este caso y también el del Torreón. Oiga, que le agradezco que siga mi sección. Un saludo y muchas gracias.

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