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Vox y los ladrones de cobre

Aterrizaba en Segovia Ignacio Garriga, secretario general de Vox, para una “reunión de trabajo” con los simpatizantes del partido, consistente en montar la parada en la Avenida Acueducto y visibilizarse. No son buenos tiempos para el partido. El ascenso de Trump, el amigo americano de Santiago Abascal, único político español que corrió cual perrito faldero a su toma de posesión, no ha sentado bien a la formación nacionalista, que ve como se le aleja el PP por la derecha. Cuando esto pasa, los de Vox suelen alzar dos banderas que tienen especial predicamento entre sus fieles: el cierre de explotaciones agrarias familiares, de lo que culpan a la UE y al Gobierno por aproximación, y la inseguridad ciudadana, que campa en España, según dicen, por las políticas de “fronteras abiertas” de PP y PSOE. Por los extranjeros.

De lo primero ya hablaremos otro día. Pero es mentira. El cierre de las explotaciones familiares tiene mucho que ver con la falta de relevo generacional y con un proceso de verticalización de la industria agro-alimentaria. Lo segundo también es mentira.

Para Vox son los inmigrantes -si bien Garriga, de ascendencia ecuato-guineana, al menos tuvo el puntillo de añadir el adjetivo ilegales“- los que hacen que España esté supuestamente llena de violencia, robos y ocupas.  Esto dicho en una ciudad con uno de los niveles de seguridad más altos de un país que, a su vez, tiene los más altos de Europa.

Es una mentira muy peligrosa. Es mentira, porque asocia inmigración, así en general, con inseguridad, y el personal, que desconfía por defecto de lo extraño, compra el mensaje. ¿Por que no asociar, por ejemplo, inmigración con progreso? Porque a estas alturas es un hecho probado que en gran medida el actual auge económico de España se basa en la adopción de extranjeros. Por no hablarles de sectores enteros, de bajos salarios, que habrían desaparecido de no ser por este “dumping” demográfico, incluida la jornalería agraria.

Pues no. Asociamos extraños con lo malo. En una reacción atávica difícil de atajar. El otro día, sin ir más lejos, hubo un altercado vandálico en Tabanera. Apedrearon una cristalera. La hicieron añicos. A la mañana siguiente algunos vecinos culpaban a los “menas” del pueblo. Resulta que desde hace años en Palazuelos hay un piso de chavales. Yo me he enterado ahora. Son chavales que van rotando. Hay hornadas que se integran muy bien, y algún caso ha habido que no tan bien. Aunque en general el vandalismo no es lo suyo (más bien los que viven cerca hablan de, a veces, broncas entre ellos y follón). Lo de la cristalera no es el único acto vandálico. También se han cascado en las últimas semanas placas fotovoltaicas municipales. En cualquier caso, las cámaras de seguridad les han delatado y, oh sorpresa, no son los menas. Como era de esperar, han sido chavalines blancos como margaritas, dulces retoños de otros vecinos y que no llegan a 14 años. Lo pagarán sus papás.

Otro ejemplo. Los “robacobre“. Las burradas de la adolescencia son una cosa -es una mala edad, y de toda la vida de Dios han pasado estas cosas, y si no hagan memoria, y recuerden cuando se perseguían ustedes a cantazos, entraban a robar en las huertas o rompían ladrillos a petardazos-, los ladrones de cobre son otra historia. En mi muro de Faceboock suele aparecer un supuesto gitano  rumano que enseña como arrancar cobre y venderlo a 7€ el kilo. “Truco rumano“, gusta decir al finalizar sus “reels”. Evidentemente, se supone que es legal, “cobre reciclado”. Es bien sabido quién anda detrás de ese cáncer que son los ladrones de cobre, y que hacen un daño terrible no solo a los viajeros de tren, muy especialmente en las explotaciones agrarias, donde cualquier cableado para riego es una invitación al saqueo. No se sacan más de unos pocos cientos en estos pequeños golpes, pero dejan tiritando al pobre agricultor, para quien reponer el destrozo y material supone varios miles.

El negocio del cobre suele tener en su base bandas familiares de etnia gitana (nacional y no nacional). Esto sonará muy racista, pero alguien debe decirlo de vez en vez, me encanta la gente que se busca las castañas (como por otra parte hace el señor Garriga) pero, por favor, que sea de forma legal y, ya si no es mucho pedir, cívica (¡eh señor Garriga!).  Esto, obviamente, no es porque sí. Históricamente los gitanos  han puesto todo el empeño del mundo en preservar sus valores identitarios (discutibles como todos)  en un escenario las más de las veces de persecución. No hay que olvidar que durante siglos tuvieron prohibido el asentamiento y la propiedad, por no mencionarles la gran redada del ilustrado Ensenada. Obviamente, eso no justifica absolutamente nada. Simplemente es historia.

Este estar en la semiclandestinidad. Este vivir contra las normas “payas”, ha hecho que clanes gitanos se especializaran en las grietas del sistema. Y supongo que a estas alturas también se habrán sumado a la fiesta otros colectivos marginales foráneos. El reciclado de metales siempre ha sido uno de estos frentes difusos de la economía sumergida. Pero tampoco lo del cobre se puede asociar con la inmigración. No. Es mentira. La asociación extranjero (o gitano) con delincuencia es absolutamente falsa, un sesgo cognitivo. La relación correcta es delincuencia y miseria. De donde la miseria, que no la inmigración, es la madre de la delincuencia. No la raza. No el origen.

Dicho lo cual, gitano, andorrano o canadiense, merengue o culé, el Gobierno y nadie más que el Gobierno debe poner fin a estos saqueos del cobre. Pero ya. Es increíble el daño que hacen. Mano dura. Mano de plomo. Y si hay que meter entre rejas una década a familias enteras, pues que así sea. Que así sea sabiendo, ojo, que estos desgraciados son los peones de una actividad ilícita cuyos principales beneficiarios por supuesto no son ni gitanos, ni moros ni latinos, sino cristianos de pura cepa por cuya codicia usted o su hija se quedaron colgados en el AVANT y nuestros agricultores viven con el Ay en el cuerpo cada vez que ven una furgoneta extraña pululando por el término.

Author: Luis Besa

Luis Besa. Periodista,

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24 Comments

    • Yo también estoy de acuerdo, con el planteamiento avalado por datos.

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  1. Blanqueamiento de lo que no se puede blanquear.

    Tiene usted una venda en los ojos señor Besa.

    Deje de manipularnos.

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    • ¿Vidal-Quadras ha pagado ya los pistachos? Se lo están llevando crudo con el robacuartos ese de Disenso

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  2. Los que vienen a dar problemas dan muchos..y el problema es que se les trata igual que a los que vienen a trabajar y prosperar…en palazielos serán pocos y solo dan problemas entre ellos..en Barcelona ,que son muchos,han conseguido ,( los que no quieren integrarse ) que sea una de las ciudades más inseguras. ( Por eso los catalanes, que tontos no son, han conseguido que no vayan más..)..ayudar al que de verdad quiera trabajar y mejorar..al resto..pero claro..si dices estás cosas eres racista,

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  3. En este tema,como siempre funciona un viejo axioma..

    “El nivel de tolerancia hacia un problema, es inversamente proporcional a la distancia a la que estemos de ese problema ”

    Es muy fácil ser tolerante y practicar el”buenismo” cuando ek problema lo tienes lejos de tu casa o de tu familia.

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  4. Señor Besa. Se trata de cumplir las leyes y de igual trato para todos. No de razas. Lo que indica el artículo 14 de nuestra Constitución y que no se cumple. El otro día entré en el juzgado de Segovia, a mí me hicieron entrar y pasar por el scanner. Otra persona de etnia, no, por ser habitual en el lugar. Igualdad de derechos y de obligaciones, que de obligaciones aquí nadie habla. Se ve que no existen o son sólo para que las tengamos algunos.

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  5. No hay más ciego que el que no quiere ver, bueno sí, el que quiere blanquear la criminalidad negando la realidad del problema. Seguro que con la inmigración ilegal, sin filtros, de gente sin preparación y en muchos casos, con antecedentes, el país va a progresar muchísimo. No hay más que fijarse en Barcelona y en los barrios mayoritariamente de inmigrantes. Son todo un ejemplo de civismo y respeto, digno de mostrar al turismo (para que no vuelva, claro…)

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  6. Lo que pasa en Barcelona es fruto del racismo de sus dirigentes que apoyaron la inmigración descontrolada, barata, pensando que iban a aprender todos catalán y no sé hablaría ya español .y al final mira..

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  7. Pero eso no es racismo. Echar a los españoles o hispanoamericanos de allí ha producido el caos e inseguridad que padecen al llegar sólo un tipo de inmigración. Impidiendo trabajar o ser funcionario o residir en Catalonia sin el catalán, que ahora tienen hasta las competencias de inmigración y extranjería. Como lo hacen los amigos supremacistas y nazionalistas de Sánchez, de Junts, Erc y la Izquierda antidemocrática. Son buenos. Los malos son los de Vox y Trump, aunque como a Sánchez le va mal, le veo gobernando con Vox y diciendo que Trump es bueno. Otegui, ahora hombre de Paz y Bildu, socio del Psoe, es blanquedado, tras un pasado de 1000 inocentes muertos por Eta. Otros dieron un golpe de Estado violento y acabaron indultados o amnistíados como héroes del sanchismo. Compramos el 20 por ciento de nuestro gas a un genocida como Putin. Todo vale.

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