Maestro de escuela, autor teatral, fabulista de mérito, poeta festivo ingenioso y de talento, José Rodao marcó toda una época en el periodismo local -especialmente en La Tempestad, en el Diario de Avisos de Segovia y en El Adelantado de Segovia, donde dirigió, durante casi veinte años, la Página literaria- pero su firma también fue muy conocida en toda España, pues colaboró durante años con publicaciones como Madrid Cómico, Blanco y Negro o La Libertad, de difusión nacional, o El Norte de Castilla y El Cantábrico. El libro de Carlos Álvaro navega a lo largo de esa vida rica y llena de matices, de amistades fecundas, de anhelos e ilusiones, y sumerge al lector en la Segovia de antaño, sacudida por la decadencia, el hambre y la ausencia de iniciativa. Todos los acontecimientos históricos que tuvieron lugar entre 1865 y 1927 constituyen el telón de fondo de una historia sencilla, extraordinariamente contada, salpicada de anécdotas, situaciones y pasajes curiosos y poco conocidos, que sigue el orden cronológico y desfila ante los ojos del lector a modo de secuencia cinematográfica.
Lugar destacado en el libro tienen los orígenes del periodismo local, así como la amistad que Rodao cultivó con artistas relevantes de la época, como el pintor Ignacio Zuloaga, el ceramista Daniel Zuloaga o el escultor Aniceto Marinas, y escritores como Benito Pérez Galdós, Antonio Machado, Ramón María del Valle-Inclán o José María Gabriel y Galán. La relación con los Zuloaga, intensa y prolífica, dio lugar a un sinfín de anécdotas que el autor ha rescatado de la abundante correspondencia epistolar existente. Pero no hay que olvidar otra faceta del poeta que hace de él uno de los personajes clave de la Segovia del primer tercio del siglo XX: sus inquietudes sociales, pedagógicas y culturales. En 1898, tras la derrota en Cuba y Filipinas, Rodao, hombre de ideas liberales, entiende que la salvación de España está en la educación de sus ciudadano e impulsa la Biblioteca Popular Segoviana, la primera de préstamo que funcionó en la ciudad del Acueducto. En 1904, junto al pedagogo Martín Chico, Rodao fundó El Niño Descalzo, institución que habría de velar por la infancia desfavorecida, y en 1919 tomó parte en la constitución de la Universidad Popular Segoviana, para la instrucción de las clases obreras y populares.
Carlos Álvaro
Carlos Álvaro Gómez ejerce como periodista en la edición segoviana de El Norte de Castilla. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid y máster en Periodismo por la Universidad Pública del País Vasco, es autor de varios libros de temática segoviana, entre ellos Crónicas retrospectivas I (2008) y Crónicas retrospectivas II (2010), ambos sobre el pasado de Segovia. José Rodao ¡Ese soy yo!, editado por Círculo Rojo, es su cuarta obra.
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