Tengo que reconocer que el ánimo del blog no es contar mis batallitas, hacer ver o creer que soy un gran pescador o cazador (lo que es absoluta y radicalmente falso). Pero llegados los últimos días de julio, la temporada se acaba y me gustaría hacer un balance personal, aparte del que más adelante podamos hacer de temporada tan extraña a nivel normativo y de lluvia.
En mi caso la cosa pinto bien por noviembre o diciembre cuando el número del sorteo fue relativamente bueno para poder elegir cotos con ciertas garantías. Si la administración me va a meter la mano en la cartera por lo menos que sea a cambio de cotos donde las poblaciones de truchas sean los suficientemente sanas como para pasar un día divertido. Con muerte o sin muerte.
En el punto de mira estaba coger un buen permiso para Villagonzalo II, domicilio del mítico Hucho o Salmón del Danubio, una joya importada de centroeuropa y que sólo vive en 6 km del Tormes en la provincia de Salamanca.
Se llegó a tiempo de buenos cotos y de buenas fechas. La Serreta y Aprisqueras en Segovia, Villagonzalo II en Salamanca, y Hoyocasero y Cinco Lagunas en Ávila.
Abrí la temporada en La Serreta a finales de marzo. Cogí tres buenas truchas comunes, dispares en la librea lo que me da que pensar que las procedencias de las pintonas eran lejanas al rio Cega. Aprisqueras en mayo lo tuve que compaginar con un día de convención numismática, lo que supuso que alguna trucha tenga una vida un poco más larga y no haya terminado con una raspa de jamón en la barriga. Se saldó con dos capturas de un cupo de tres. También se dieron dos que no daban la marca.
Hoyocasero una decepción total y absoluta. No pesque nada (una pequeña truchita que no daba la marca y que volvió alegre y risueña al agua del Alberche). Pero siempre vuelvo a lugar que me regaló la trucha de mi vida. Hay que ser agradecido.
Y por fín el turrón duro.
Villagonzalo II se presentó con tanta ilusión como miedo. Ilusión por coger el salmón del Danubio de mi vida, miedo por todo lo contrario. Y la moneda cayó de cara. Me fallaron todos los rincones que me gustan y que otros años los habían tenido. Pero con paciencia y una caña…cogí cuatro que tuve que soltar ya que la medida mínima son 70 cms (si, 70) y tenían 58, 62, 64 y 66. Hasta que salió papá a comer. Y con una pequeña cucharilla de trucha común se me dio un Hucho de 83 cms y 6 kilos de peso. Me rompió el puntal de la caña pero no el hilo, lo que me permitió sacarlo a la hierba.
Toda una experiencia. Algo para contar a mi hijo cuando estos peces sólo sean recuerdo y fotos antiguas. Y creo que no va a tardar mucho en suceder.
Y el 14 de junio al coto de cinco lagunas, a pescar salvelinos o también conocidos como truchas de fontana. Solo viven en altitudes cercanas a los 2000 metros de altura y aguas de hielo. Están más de 8 meses bajo lagos helados. Esta especie originaria de Norteamerica (introducida por la administración hace años de forma caprichosa) ha sido declarada invasora y a extinguir en la nueva normativa, así que era la última oportunidad de pescarla dentro de un coto gestionado (jajaja) por la Junta de Castilla y León.
Es decir, barra libre y leña al mono a todo el que mordiese la cucharilla. Hay que hacer 5 horas de marcha entre torrentes, piedras y cabras monteses. Se hizo noche al raso para estar a primera hora a la orilla de la primera laguna. Nunca he pescado en un entorno más bello con unos animales más bonitos. Estaba convencido que le estaba robando los peces a Dios en su lugar de descanso.
En España hay cinco especies de salmónidos de los cuales he capturado cuatro esta temporada:. La trucha común, la trucha arco iris, el hucho y el salvelino. Me falta el salmón atlántico. Es el reto para 2015.
Quiero tener una foto con todos.
1 abril, 2021
Tú no eres pescador, eres un pescadero. A comer peces a Mercadona y a soltarlos en nuestros ríos.