El pasado sábado, vecinos de Cobos de Segovia se reunieron junto a la iglesia de San Sebastián para ver cómo, después de mucho tiempo, su reloj de sol volvía a dar la hora. No fue un acto oficial ni un gran evento, pero sí un momento cargado de significado para quienes lo han hecho posible con su propio esfuerzo.
Todo empezó con una sugerencia de Honorio Agüero de Blas, vecino del pueblo, que propuso recuperar el antiguo reloj solar que había en la pared sur de la iglesia. La idea fue recogida por Juan José Alonso Gallego, que se encargó de coordinar un proyecto en el que han participado muchas manos.
La parte técnica ha estado dirigida por Rafael Calderón Fernández, catedrático de Física y Química, que ha aportado sus conocimientos para que el reloj funcione con precisión. A su lado, el artista Rafael Lorenzo Tardón ha colaborado en la parte estética. Los trabajos de instalación, herramientas y montaje han corrido a cargo de varios vecinos, que se han volcado en cada detalle.
El reloj actual se ha instalado en el mismo lugar donde ya hubo uno en el siglo XVII. Aún quedan restos visibles de aquel, y ahora el nuevo reloj los acompaña con un gnomon renovado, números metálicos para algunas horas y marcas para el resto. Dos piezas de cerámica completan la elipse que enmarca la sombra que marca el paso del tiempo.
Desde el sábado, muchos vecinos se acercan a comprobar si la sombra cae en el sitio correcto. Rafael Calderón les ha explicado cómo leer la hora con exactitud: hay que sumar dos horas en verano (una en invierno) y añadir 18 minutos para ajustar la diferencia entre Greenwich y Cobos. Para los más precisos, aún se puede afinar más aplicando la llamada “ecuación del tiempo”.
El reloj ya funciona, pero lo que ha vuelto a ponerse en marcha es algo más que un mecanismo solar: es la colaboración, el cariño por el patrimonio y el orgullo compartido de ver cómo una idea se convierte en realidad, entre todos.
8 abril, 2025
¡Qué bonita noticia!
9 abril, 2025
He tenido ocasión de ver el reloj de la noticia y me parece que el tratamiento que han llevado a cabo es digno de elogio. Por un lado se ha respetado todo vestigio del anterior reloj, por si en algún momento se decidiera volver a reconstruir la pieza tal como era en su origen. Ahora lo que se ha hecho es dotar al reloj de la desaparecida barra que con su sombra marca las horas, en el articulo lo denominan gnomon y dicen que es paralelo con el eje de la tierra y por tanto señala a la Estrella Polar. El resto de la intervención se ha limitado a marcar las horas con unas pequeñas cabezas de clavos de hierro y únicamente se han colocado los números correspondientes a las IX, XII y XV, usando como yo hago aquí números romanos, lo mismo que eran en su origen. Todas estas piezas son fácilmente desmontables pues suelen estar sujetas a la pared con un pequeño taladro,invisible en caso de una hipotética nueva restauración. En mi opinión lo realizado a dado un sentido a esa parte del lado sur de la iglesia de San Sebastián de Cobos de Segovia que era una ruina y a la vez ha rescatado un elemento, que aparte de lo estético supone un homenaje a un avance científico de gran transcendencia. Por otro lado creo que los estudiosos del tema pueden seguir leyendo en los restos del reloj del siglo XVII, porque este intervención no les ha priva de poder seguir haciéndolo.
9 abril, 2025
Siento disentir con lo realizado, es una muy triste noticia. Ese reloj de sol debe restaurarse tal y como era (hay una conocida imagen de él) incluidos sus defectos. De lo contrario, no hacer nada, repito, nada. Espero que los responsables reconsideren lo hecho y que esa joya patrimonial se restaure como se merece.
9 abril, 2025
¿Cómo alguien ha podido hacer algo semejante a cargarse un reloj de sol de 1690? ¿Es que no saben que ese reloj forma parte del Patrimonio Cultural y que es intocable?¿Es que no tenían fachada en toda la iglesia para hacer otro reloj de sol en otro sitio? Me parece una barbaridad descomunal y que debería estar penado con una fuerte multa.
Espero que esta vez, este comentario no sea censurado por la redacción de Acueducto2.
9 abril, 2025
Felicidades por la iniciativa, felicitar a los autores de la restauración, y como amante de los relojes de sol, me acercare a verle.
10 abril, 2025
Insisto en decir, y ya que han borrado mi comentario anterior, que no cuesta nada alquilar un elevador, y así evitar riesgos al trabajar malamente en el cazo de un manipulador telescópico.
10 abril, 2025
No ha sido buena idea alterar el viejo reloj de sol del siglo XVII con una actuación irreversible por mucho que se pretenda decir que los taladros son pequeños e imperceptibles. El Instituto de la Cultura Tradicional Segoviana de la Diputación de Segovia, a esta iglesia en su web, le atribuye el Régimen General de Protección Art. 24 LPCCYL y, por consiguiente, todos sus elementos, incluido el reloj de sol, goza de la misma protección. Tengo curiosidad por saber si se obró con el conocimiento del Obispado (como propietario) y con el permiso de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte (competente en Patrimonio Cultural de Castilla y León). Comparto las opiniones expresadas adversas a esta desafortunada actuación y me pregunto por qué no se utilizó el contrafuerte de la derecha que tiene las mismas características que el contrafuerte donde se ubica este reloj solar. Esto sí hubiera sido actuar “con cariño al patrimonio y el orgullo compartido” respetando el existente.
11 abril, 2025
Buenos días,
Como amante del Patrimonio en general y de los relojes de sol en particular, me alegra saber que existen iniciativas favorables a su recuperación, pero es una lástima que en su caso, no se haya contado con el adecuado asesoramiento de expertos en la materia.
El patrimonio conservado debe respetarse como está y si ha de ser objeto de restauración ésta debe hacerse con el mayor rigor técnico y adaptándose a lo dispuesto en la vigente Ley 7/2024 de Patrimonio Cultural de Castilla y León que, para los titulares de los bienes protegidos, en este caso el obispado de Segovia, establece entre otros deberes el de su conservación, custodia, mantenimiento y protección que asegure su destrucción o deterioro.
Según se recoge en su crónica, en el muro de la fachada meridional de la iglesia, sobre el reloj de sol fechado en 1690, se ha taladrado e insertado clavos de hierro para colocar unas piezas de hierro que simulen o sustituyan el anterior reloj de sol, provocando un deterioro evidente en su fachada.
Por todo ello y con el fin de cumplir la legalidad vigente, no obstante aplaudiendo el deseo de la ciudadanía coberoncha de situar un reloj de sol en su localidad, debería reponerse la fachada del templo a su estado original.
Es un mandato legal.