El domingo, 14 de diciembre de 2014, el Grupo de Montaña ‘El Nevero’ volverá a colocar su tradicional Belén en la montaña que da nombre a club montañero segoviano: 30 años accediendo a los 2209 metros donde se sitúa la cota del pico del Nevero.
El hito geodésico, ahora desmochado, está situado en la linde del término municipal segoviano de Torre Val de San Pedro con Pinilla del Valle en Madrid.
La Memoria del Grupo, de 1985, recoge una noticia de prensa sobre el evento, fechada el 23 de diciembre de 1984. Cuarenta fueron los participantes y hace referencia a que el belén:
“[…] ha sido construido con gran imaginación e ilusión por José Luis Huertas, con la colaboración de Manolo Martín Pastor […]”.
La historia de esta tradicional ‘subida’ se remonta al año anterior, 1983 –ver Nota-.
El antecedente para acordar la actividad de colocar un ‘belén’ en el pico del ‘Nevero’, lo encontramos en un artículo aparecido el año anterior en la prensa local: 23 de diciembre de 1983.
En la nota se da cuenta de que unos cuantos montañeros del Grupo de Montaña ‘El Nevero’, acuden a Navafría (concretamente el 18 de diciembre) para acceder al pico ‘Peñacabra’ (2028 m.), con la intención de acompañar y pasar un día más de montaña junto a la sección de ‘Comercio’, de las ‘Hermandades de Trabajo’, que coloca en dicho lugar un Belén.
El mal tiempo y la nieve acumulada les impide llegar (tampoco lo hace el club organizador).
Ni cortos ni perezosos, en el descenso “[…] montaron un Belén viviente entre los componentes del grupo […]” (las fotografías que acompañan a esta nota dan fe del evento).
Belén que da inicio a una Marcha que ininterrumpidamente, desde 1984, congrega a un nutrido grupo de montañeros de distintas asociaciones y procedencias.
Las figuras iniciales, en las que se habían perfilado las siluetas, estaban confeccionadas en chapa galvanizada.
Eran de tamaño considerable y nada fácil de acoplar en las mochilas.
Posteriormente se realizaron unas figuras más pequeñas, elaboradas en piedra artificial por Miguel Valverde que, después, se decoraron con vivos colores.
Actualmente son nuevas, nada que ver con el despilfarro en tiempos de crisis. Las anteriores, digamos que ‘desaparecieron’. Las últimas han sido modeladas en barro cocido por Sagrario Sanz.
Treinta años de confraternización en los que las vicisitudes han sido de todo tipo: con excelente tiempo, con temperaturas anormales para la época del año; días fríos, acordes con la estación invernal.
Días de lluvia, días de fuerte viento y días de ventisca e intensa niebla. Días pelados de nieve y días calzando crampones…
La montaña espera, anímense a ‘poner el Belén’. Si acuden otro día (a veces los compromisos laborales o sociales obligan) puede que tengan que buscar… pero ahí estará un año más.
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