Posted By Luis Besa on 30, Ago, 2019

Si la paella del PP fuera un arroz con bogavante, el papel de crustáceo en la quedada con la que los populares segovianos empiezan el curso político estaría reservado a Javier Maroto, que justamente el 29 de agosto realizó su “presentación en sociedad” y ya como senador por designación autonómica empadronado en Sotosalbos. Al igual que pasa con el bogavante, todo el mundo buscaba fotografiarse con él y el partido parecía muy interesado en depararle una recepción afectuosa, amical, de camaradas… Normalizarlo, vaya. Es un supercunero, pero ya estamos curados de espantos.

En Segovia impera el comer. Los socialistas segovianos gustan de “empezar el curso” con los judiones de La Granja (paga el ayuntamiento), los del PP hacen lo propio con paella para 700 (paga el partido y hay rifas), esta vez en la “redimida” Cantalejo, arrebatada por sorpresa al PSOE en las pasadas municipales. Fue en el Hoyal, donde los moteros, y junto al espectacular complejo deportivo briquero.

La pregunta era “si vendrá Maroto” y la respuesta es que sí. Pero el que vino primero fue el presidente del partido en Castilla y León y presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, con su número dos al lado, Francisco Vázquez, y la presidenta provincial y senadora, Paloma Sanz especialmente contenta. No en vano, su jefe en el Senado, Maroto, pasa ahora a ser subordinado en la provincia. Lo cual siempre es buena cosa; a Paloma Sanz la han integrado en la comisión permanente del Senado. Un paso más.

Pero que venga Mañueco no es novedad. Como recordó Sanz, “viene siempre, aunque esta vez estamos especialmente orgullosos de que venga como presidente de Castilla y León, nunca antes había venido a la paella el presidente de Castilla y León”, y le faltó decir “¿eh Juan Vicente?”, pues es cierto, en casi cuatro lustros Herrera nunca jamás se dignó a compartir paella veraniega con la militancia de base (y eso que la paella está francamente rica).

El de “Sotosalbos” aterrizó iniciado ya el canutazo, justamente cuando al presidente de la Junta le preguntaban por la cuestión lanzada el día antes en La Granja por su némesis, Luis Tudanca: si consideraba que un político que no ha mucho defendía el dumping fiscal vasco es el mejor capacitado para defender los intereses de Castilla y León. Mientras Maroto negaba la mayor con ostensibles cabezazos Mañueco zanjaba por lo épico. “Javier Maroto es mi amigo, se ha jugado la vida y la libertad en su tierra, en su país. Me siento orgulloso de que defienda a Castilla y León, está perfectamente legitimado para defender a Castilla y León y a España”.

Maroto, víctima de SOS Racismo

Tomó la palabra el aludido, que más tarde refutaba a Tudanca y señalaba que él nunca defendió el dumping vasco, que eso “eran cosas del PNV, que lo que yo siempre he defendido es la legalidad, las competencias autonómicas, las del Gobierno”… También se le preguntó por la denuncia efectuada ante la fiscalía sobre su precipitado empadronamiento en Sotosalbos. Como sea que para ser senador autonómico hay que residir en la autonomía (parece hasta recomendable), desde el PSOE se ha denunciado que Maroto se empadronó en Segovia a posteriori de su designación senatorial. Lo niega Maroto, “los documentos de empadronamiento los ha visto el concejal socialista mil veces, ya no sé más que decir”. Pero sí dijo, dijo que todo el tema de la denuncia es un ajuste de cuentas de SOS Racismo, entidad que es la que ha puesto en manos del fiscal lo del empadronamiento. Una vendetta alavesa que se remonta a sus tiempos de alcalde de Vitoria, cuando dio de baja a 2.000 supuestos inmigrantes por empadronamiento irregular al residir, los 2.000, en un local de la ONG. Cuando la policía local acudió allí no se encontró a ninguno, de donde se les dio de baja del padrón. Con todo el tema de Sotosalbos, la ONG se ha dicho “a bodas me invitas”, y ataca con las mismas armas, eso es lo que dice Maroto. Donde las dan, las toman.

Por lo demás, caña al PSOE y a Sánchez, “el único socialista que no consigue pactar un gobierno con Podemos, junto con independentistas y Bildu, sus aliados naturales”, dijo para añadir que como portavoz del Senado ha pedido la comparecencia urgente de la ministra Nadia Montero para explicar porqué el Gobierno congela las entregas a cuenta a las Autonomías, que si en igual situación de “en funciones” Rajoy lo hizo, porqué no Sánchez. Enfin, tanta insistencia que el PP parece el principal interesado en que en España manden Podemos y PSOE, y además que manden pronto.

Paella para novatos

El encuentro pepero fue especialmente masivo. Si el año pasado se contaban dos paellas, este año tres, y eso que las arcas del partido no andan especialmente boyantes.  Está especialmente pensado a modo de agradecimiento a militantes y simpatizantes que integran las listas y, que por su número, le dan al PP la hegemonía en implantación territorial, que como recordaba Mañueco, “es lo que nos diferencia de otras fuerzas”, que son más. Este año había mucho nuevos, empezando por el anfitrión, el engrullón Javier de Lucas. Hora de conocer a las figuras del partido.

Emergentes y viejas glorias. En el centro siempre se dispone la mesa presidencial por rigurosa etiqueta jerárquica, que de algún modo es una foto de cómo está el patio en el PP provincial. Este año con muchos cambios. De un año para otro se han quedado sin paella VIP Raquel Sanz, Jesús Postigo (en cambio aguanta Juan Ramón Represa), Sanz Vitorio, por supuesto la inombrable (Silvia Clemente). No estaba Beatriz Escudero, aunque se acercó a saludar, probablemente problemas de agenda. Entran en la foto Pablo Pérez,  María García, Basilio del Olmo y Chema Bravo, y alguno más que nos escapa, pero pocos más. Ganan posiciones Sanz Merino y Miguel Ángel de Vicente.

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