López-Escobar: “He metido la pata”

Posted By Redacción on 12, Abr, 2016

Era de prever. 24 horas después de criticar a la Junta por saltarse en el caso de Zamora los “criterios científicos y técnicos” que se aplican a Segovia para desestimar la dotación de una unidad de radioterapia, Javier López-Escobar, delegado de la Junta en Segovia, ha admitido que “he metido la pata”. Se disculpaba ante los medios por “incurrir en comparaciones territoriales” aunque seguía en sus trece de “mantener la polémica fuera del ámbito político y dejar que sean los criterios científicos los que digan si hay que poner o no una unidad en Segovia”. Fue un reconocimiento de error pero no un “envaine”.

De algún modo, López-Escobar ha sido víctima de sus propios argumentos, de ignorar que es un cargo político que en el caso que nos ocupa defendía desde la política la primacia de criterios científicos para este tipo de decisiones. “Y si no quiero volver a meter la pata, lo mejor es que no siga hablando de esto”, dijo.

Desde luego, un serio toque le ha costado al delegado este “pronto” de independencia política, pues ya de buena mañana, en la presentación de las nuevas instalaciones de Amanecer en Segovia, venía con el discurso de “lo lamento” preparado. Lo que no le evitó seguir recibiendo regañinas. Allí, a la puerta de Amanecer, mientras medios y autoridades locales esperaban (durante un buen rato, como siempre y para no faltar a la costumbre) a Silvia Clemente, segunda autoridad regional como presidenta de Las Cortes, Miguel Ángel de Vicente, secretario general del PP de Segovia, le leyó la cartilla al delegado, a la intemperie y en directo para solaz de los fotógrafos.

Todo indica que ahí quedará la cosa. En el PP molestan las “iniciativas personales” -“vedetismo”, adjetivaba algún prohombre del partido- que se salen de las líneas marcadas por la dirección, que en el caso que nos ocupa intenta capear el No en Valladolid y el Sí en Segovia como buenamente puede.

El PSOE hurga en la herida

Atento como de costumbre y presto a hurgar en la herida, el diputado socialista Juan Luis Gordo emitió un comunicado sobre la cuestión.  “Primero el presidente de la Junta comprometió la unidad de radioterapia en el Hospital General de Segovia, luego la olvidó; después el consejero de Sanidad la quería ubicar en la sanidad privada, en el Grupo Recoletas, para más tarde abandonar el proyecto; hace unos días, habló de estudiar el proyecto; y ahora sale el delegado territorial para decir que el tratamiento sería malo por falta de pacientes. Ya está bien de que nos tomen el pelo”, critica.

Gordo afirmó que, “cualquier unidad de radioterapia dispone de equipamientos homologados por el Ministerio de Sanidad y personal con titulación acreditada”. De este modo, “podrá ser más o menos eficiente económicamente dependiendo del número de pacientes, pero nunca mermará la calidad del tratamiento porque haya menos enfermos; el Ministerio de Sanidad no lo acreditaría”, explicó. En este sentido, recordó que un acelerador lineal de primera generación cuesta unos cuatro millones de euros, que se pueden sufragar en diez años, la vida media del aparato. “Con una media de 40 pacientes al mes, se rondaría los 10.080 tratamientos al año, con un coste de 750.000 euros incluido el coste del personal (dos oncólogos, un físico, dos teras, una enfermera, un celador, un administrativo), con lo que cada tratamiento rondaría los 75 euros”, insistió el también secretario general del PSOE en Segovia.

“Pero de lo que se trata es de facilitar el acceso al tratamiento a los enfermos oncológicos, que se encuentran en muchas ocasiones en un más que delicado estado de salud y anímico, y a los que se les obliga a insufribles desplazamientos a Valladolid, recorriendo distintos puntos de la provincia, en viajes que pueden durar horas y horas para minutos de radioterapia”, remarcó.

Comparte en tu WhatsApp