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La Fundación ve indicios ‘clamorosos’ de delito en las jubilaciones de la Caja

La Fundación Caja Segovia no está satisfecha con la decisión del juez del número 2 que a través de un auto del pasado 14 de junio optó por archivar las actuaciones en el caso de las prejubilaciones millonarias de Caja Segovia, y en su recurso de reposición afirma que de las diligencias se desprende la existencia “clamorosa” de indicios de criminalidad, por lo que pide que se continúen las investigaciones, que incluyen la ampliación de la declaración de investigados sobre los directivos que aún no estaban en esa condición y el testimonio de todo el consejo de administración.
El presidente de la Caja, Atilano Soto, cuando acudió a declarar ante el juez.

El presidente de la Caja, Atilano Soto, cuando acudió a declarar ante el juez.

En el recurso se llega a afirmar que el juez instructor se habría extralimitado en sus funciones al decretar el archivo el caso y que para tomar la decisión habría realizado una valoración “sesgada y tangencial” con la omisión de “aspectos relevantes” y en base “más a argumentos de naturaleza mercantil que penal”.

La representación legal de la Fundación Caja Segovia considera demostrado que en las decisiones que llevaron a fijar las prejubilaciones millonarias y sus perceptores se ocultó por los responsables de la Caja información relevante al consejo de administración de la entidad al no informárseles “siquiera someramente” del alcance del desembolso para la entidad como fruto del acuerdo de las prejubilaciones, de las cuantías de las indemnizaciones o de las personas a las que podría afectar, tanto en 2008, como en 2010, cuando se modificaron las condiciones del primitivo plan de jubilaciones de 2006 aumentándose las cuantías, los beneficiarios y garantizando el cobro mediante pólizas.

“Con esa falta de información, el Comité de Dirección consiguió, nueve días antes de que finalizase el 2010, momento en el que Caja Segovia dejó de existir como entidad financiera, tener vía libre para incorporar a su patrimonio, a través de la firma de diversas pólizas de seguros unas millonarias prejubilaciones que ascendieron, sólo a efectos de prejubilaciones, al desembolso de 17.190.886,84 millones de euros, una cantidad mayor que los propios beneficios que dio Caja Segovia”, se lee en el recurso.

En la misma línea argumental, en el recurso se sostiene que los directivos de la entidad pervirtieron progresivamente el plan estratégico de la entidad convirtiendo un plan concebido como beneficioso para la continuidad de la Caja en “un modelo cuyos beneficiados eran sólo y exclusivamente los miembros del equipo directivo”.

Así, se hace referencia a la primera revisión del plan, en noviembre de 2008 —cuando entidades como el Banco de España y otras ya abogaban claramente por la fusión de las Cajas— y la aprobada el 22 de diciembre de 2010, que para los alegantes supuso la liberalización absoluta de las condiciones y la firma de las pólizas que garantizaban los cobros, además de realizar adaptaciones a medida para algunos directivos, que habrían sido llevados en ambos casos a aprobación del Consejo de Administración, tras las decisiones del Comité de Dirección y de la Comisión de Retribuciones, de forma apresurada y sin concreciones sobre cuantías y beneficiarios.

Los autores del recurso de reposición creen de esta forma demostrada la existencia de delitos de administración desleal y de apropiación indebida y afirman que “podríamos decir, en esta fase procesal, que el equipo directivo, beneficiario final de la operación, dominó el hecho puesto que crea un plan, lo transmite, lo configura y lo ejecuta, modificando otro anterior, que pseudobeneficiaba a la entidad, desvirtuando su inicial naturaleza, con la única finalidad de procurarse un capital como prejubilación que disminuía claramente el patrimonio societario y cuyas cantidades no conocen parámetros comparables en otras entidades financieras. Además, conocían que todo lo propuesto por ellos siempre tenía una acogida favorable en la Comisión de Retribuciones y en el Consejo de Administración”.

E inisisten después: “Resumidamente y en perjuicio, económicamente evaluable, de la entidad Caja Segovia, hoy Fundación Caja Segovia, el Director General y el Comité de Dirección procedieron a elaborar un plan, ocultando información relevante a los órganos superiores de decisión, con la colaboración necesaria del entonces Presidente [Atilano Soto] y la finalidad de, por un lado, cumplir en apariencia con los requisitos formales y, por otro lado, procurarse la garantía de incorporar, en todo caso, a su patrimonio, a través de la firma de diversas pólizas de seguros, importantes cantidades de dinero provenientes de las arcas de la entidad Caja Segovia”.

Más investigados y nuevos testimonios.

Los recurrentes se quejan del “archivo prematuro” de las diligencias que a su juicio, vulneran el derecho de defensa de la Fundación y en este sentido recuerdan que buena parte del consejo de dirección y del de administración aún no han prestado declaración en este caso, por lo que solicitan a mayores que se incluya en la lista de investigados a los directivos, Malaquías del Pozo, Juan Antonio Folgado, Óscar Varas, Juan Bautista Magaña y Miguel Ángel Sánchez.

Igualmente, se solicita el testimonio de hasta 15 consejeros: Fernando Aceves; Eduardo Aguado, Pedro Arahuetes, Manuel Berzal. Bonifacio García, José Pablo Lozoya, Maria Concepción Montes, Pedro Palomo, Javier Santamaría, José Luis Sanz Merino, Francisco Valverde, Miguel Ángel de Vicente, Fidel García, Juan Manuel de la Puente y Juan José Sanz Vitorio.

También se reclama que testifiquen los titulares del despacho de abogados Pradas y Cebrián, cuyo informe habría sustentado las modificaciones del plan de jubilaciones.

El recurso de reposición presentado por la Fundación, junto al de otros implicados en este caso, se encuentra aún pendiente de resolución por el juez titular del número 2.

Author: Redacción

Acueducto2. Noticias y actualidad de Segovia.

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4 Comments

  1. Esperemos que lo vea alguien más. Lo que está claro en el desmantelamiento y posterior defenestración de las Cajas de Ahorro españolas, es que los ‘generales’ se fueron con puente de oro y dejaron a la ‘tropa’ con puente de plata. No me extraña que los antiguos empleados, salvo algún caso aislado, no digan ni ‘mu’. Eso de irse a la tumbona en la cincuentena, con buen sueldo y mejor mochila a mayores para la jubilación definitiva, debe de ser… la pero limonera por no usar expresiones más contundentes.

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  2. Es encomiable la lucha de unos pocos para conseguir que este asunto sea juzgado. Es lo menos que se puede pedir.
    No podemos permitir que estos ‘chuletas’ se salgan con la suya, aunque tengan todo el poder que da ‘la pasta’

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  3. Tras los últimos “jarros de agua fría” derramados por la fiscalía y jueces, aparece un rayo de luz y esperanza con el acto de reposición presentado por la Fundación Caja Segovia. Parece que todavía se sigue librando una batalla de David contra Goliat, pero la sociedad necesita comprobar el triunfo de la Justicia, que siempre abarca un comportamiento ético.
    ¡Por favor! no se pongan tantas trabas a la Justicia que se reclama con gran valentía por unos pocos; la sociedad necesita recuperarse de la desmoralización. A estas alturas del drama, será mejor para todos que la Justicia resplandezca.

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    • Me gusta mucho lo que dices y cómo lo dices.
      Te animo a que escribas un artículo desarrollando un poco más estas ideas.

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