Posted By Cultura on 8, Sep, 2020

Tomando la temperatura a la cultura.

Empezó el Hay Festival 2020, que coronavirus mediante debería llamarse el “gel festival”, de la de potes de hidroalcóhol movilizados para la ocasión. Medidas extremas para evitar infracciones a las limitaciones de aforo. Así, frente a la Alhóndiga, donde se llevaron a cabo los parlamentos, un cuenta-personas (no más de 50 al tiempo) y señorita toma temperaturas. Todos de rigurosa mascarilla y achuchones para otro año. Esperemos que funcione.

Fiel a sí mismo, el Hay 2020 arrancaba con la tradicional ruta por las exposiciones, en festiva expedición encabezada por el consejero de Cultura Javier Ortega Álvarez, y el habitual rosario de autoridades y patrocinadores, con la embajadora de Colombia, Carolina Barco, a modo de estrella invitada.  Todos prestos a propagar cultura de quilates este año, y pese al virus, con vitola de Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades.

Autoridades en San Juan de los Caballeros.

La Alhóndiga acoge la exposición del fotoperiodista César Lucas (Cantiveros, Ávila, 1941), Che Guevara, Brigitte Bardot, Katharine Hepburn, John Lennon…una recopilación de “fotazas” de este maestro del fotoperiodismo español. En San Juan de los Caballeros el protagonista es el mar, con las fotos de la exposición Mar Vivo, de Hussain Aga Khan, una reflexión sobre el océano como motor biológico, su vulnerabilidad, su sufrimiento y belleza.

También la naturaleza está presente en la tradicional exposición de la Huerta de Ortiz, en San Marcos, si bien el mecenas segoviano va subiendo puestos en el escalafón nobiliario. Así, “Un invernadero en la huerta del marqués” es el título de la expo-experiencia que sirve el colombiano Alberto Baraya. No hay esculturas de gran formato pero sí fina ironía que nos adentra en las flores de plástico con espíritu ilustrado, con láminas a la manera de las expediciones del XVIII “enciclopedizando” los “ejemplares” capturadas por el artista en aeropuertos, oficinas, grandes almacenes… Ya decimos que no es la espectacularidad de otros años pero es muy buena excusa para revisitar esa maravilla de huerta de San Marcos, merecedora de un marquesado, sin duda.

Retrospectiva de César Lucas.

Cambio de tercio para la capilla del Esteban Vicente, donde Ana de Alvear presenta un espectacular retablo con 40 ángeles contemporáneos dibujados a lápiz y simulando frescos de pared agrietados por el tiempo. Hágase en mi según tu palabra, vistoso panóptico de la Anunciación en tiempos contemporáneos. La lista se cerrará el 18 de septiembre, en el fin de semana gordo del Hay Festival, con instalación interactiva e itinerante Desaparece el Muro, en celebración de la presidencia alamena del Consejo de la Unión Europea.

Entre tanto, en el aperitivo del Hay, charlas entre periodistas y  políticos, con Pablo Martín Sánchez (autor de la aclamada opera prima El anarquista que se llamaba como yo)  e Irene Vallejo (autora de esta biografía del libro, premio Ojo Crítico de Narrativa 2019,  titulada El infinito en un junco) poniendo la nota literaria.

Ana Alvear en la capilla del Esteban Vicente

A partir del 16 el festival entra “on fire” con literatos como Arriaga, Vigorra, Lindo, Grandes, Montero, Vilas entre los locales, y Eric Vuillard como máximo exponente de la literatura internacional en un año particularmente difícil, con España proscrita como destino por un porrón de países. Junto a ellos cineastas como Isabel Coixet;  filósofos (Adam Michnik o Fernando Savater) y políticos (tal que Meritxell Batet, Esteban González Pons, Joaquín Almunia, o la vicepresidenta del Parlamento Europeo Dita Charanzová). Todos ellos configurando un pasacalles del pensamiento, desafiando al virus. Hasta el 20 de septiembre. Entradas a la venta y programa completo en la web.

La incomparable Huerta de Ortiz.

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