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Fallece el cronista taurino de Segovia, Pablo Pastor

El mundo taurino lamenta hoy la muerte a los 91 años del cronista taurino de Segovia, Pablo Pastor, quien durante décadas daba cuenta de los avatares de las corridas en la provincia de Segovia. Empezó con 27 años firmando crónicas para EFE y hasta bien cumplidos los 80 siguió en el desempeño ya en El Adelantado de Segovia, Tele Segovia, Radio Segovia o medios especializados. Genio y figura, los compañeros le recuerdan con su particular y atronadora voz golpeando un ordenador llegando al borde del cierre tras alguna tarde taurina: “esto no funciona”, se quejaba, él, criado en el mundo de las Olivetti y trasplantado a lo digital. Alguien le ponía en marcha el trasto y, entonces, en lo que es rezar un credo, Pablo se marcaba una crónica perfecta, cargada de toques taurinos, sin una sola falta. Impecable. “Mayestático y pinturero el diestro cantimpalense…”

Fue también comercial de los de la antigua usanza. ¡Ojo con tocarle un cliente! Se encargaba de los especiales de fiestas en la redacción de El Adelantado, de aquellas entrevistas entrañables a las reinas de las fiestas, “soltera por que ella quiere”. Fuente de mil anécdotas en la profesión que le han elevado a la categoría de leyenda. Como sus piques con su “jefe”, el también fallecido Aurelio Martín. Ambos grandísimos profesionales de lo suyo.

Organizador de tertulias, embajador de todo quisqui que quisiera pintar algo en el mundo taurino segoviano, siempre estaba para apadrinar y defender las corridas de toros. Guapo, alto y fornido -se jactaba de haber sido boxeador de joven- su estilo de vida le hacía encajar tanto en los más selectos círculos de la burguesía taurina, de las grandes figuras, como animando sin desmayo a los jóvenes talentos que empezaban en las más humildes plazas. En Escarabajosa de Cabezas, por ejemplo, dando cuenta de una apenas niño que empezaba y que con el nombre de “el Juli” devendría leyenda. Allí estuvo él. No se podía ser más castizo… ¡tan castizo que como segoviano de pro se nos va el día de San Pedro, que terminan las fiestas!

Tenía muy buen corazón. Un domingo muy por la mañana, hace muchos años, le vi por el centro de Segovia, desencajado, tras padecer/gozar de una de esas juergas taurinas que parecen indisociables del planeta de los toros. Venía de no se qué capea organizada por un primer espada y que nunca terminó. Mal dormido y con  su pelazo -normalmente impecable- aquel día revuelto. Y llevaba en la mano una enorme bolsa de churros. “Son para los chicos de la Cruz Blanca”, pues era su costumbre agasajar a los internos con unos churros dominicales. Imposible no tenerle cariño; un figura de la profesión.


Author: Luis Besa

Luis Besa. Periodista,

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4 Comments

  1. Qué pena, sin toros en San Pedro y ya, también, sin Pablo Pastor. Q.e.p.d.

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  2. Un hombre colaborador en todo lo que podía. DEP

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    • Sobre todo si había de comer o cenar gratis

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  3. Le conocí la semana pasada. Era un hombre muy cariñoso y sensible. Lamento su pérdida.

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