Posted By Redacción on 1, Nov, 2018

Debía haberse puesto en marcha en 2016, pero un complejo laberinto judicial detuvo las obras ese año, y hasta ahora, en que la continuidad del palacio de Congresos de Quitapesares, en Palazuelos de Eresma, aguarda a que la Junta recabe informes de la Confederación Hidrográfica del Duero para aprobar definitivamente la modificación urbanística aprobada en su día por el consistorio del alfoz para legalizar la obra.

La cuestión en que en los presupuestos 2019 de la Diputación, y a última hora, se introducía una enmienda por parte del PP que venía a fragmentar los 1,8 millones de euros previstos para terminar en 2019 el equipamiento, en tres anualidades: 1,123.000  en 2019, 786.000€ en 2020, y 674.000€ ¡en 2021!, que parece ser ahora la fecha barajada para la puesta en servicio del palacio de Congresos.

En realidad al palacio de Congresos, ejecutado por la Diputación pero financiado por la Junta a 10 años y que ingresa puntualmente lo que toque en cada anualidad en las cuentas de Diputación, está terminado en dos de sus tres fases. ¿Qué falta? Falta la tercera fase, que ya debía haberse acometido en 2018, y que consta del párking y accesos desde la CL-601, los medios audiviosuales, y el equipamiento interior. Estas tres subfases de la fase tres son las que ahora se presupuestan trianualmente.

Julio de 2018, igual que en julio de 2016 pero peor.

¿La razón? Las muchas dudas de que se pueda desbloquear a corto plazo la situación urbanística de la obra. Como nadie tiene claro cuándo llegarán los permisos, la Diputación prefiere adelgazar la partida 2019 y reforzar las inversiones en los pueblos. ¿Que finalmente se desbloquea la situación?, entonces y ya para 2020 se terminará la cosa.

Como se recordará, un fallo judicial a demanda del Ayuntamiento de Segovia (a modo de venganza comprensible porque la Junta pasó de invertir los 20M€ que Arahuetes exigía para levantar el equipamiento en la zona del CAT de la capital, a meter 6.9€ para el desarrollo del de Quitapesares) consideró que el proyecto del palacio de Congresos no se ajustaba al planeamiento urbanístico de Palazuelos.

Expediente paralizado en la Junta desde marzo 2018

Tres eran los aspectos a subsanar. Uno relativo a la carretera de acceso y un segundo sobre el volumen edificable. Estos eran fácilmente solventables modificando el PGOU, y así lo hizo el pleno de Palazuelos a lo largo de 2017, con aprobación inicial en 2018. Lo siguiente era un trámite, esperar a que la Junta diera el visto bueno, momento en que la modificación pasaba a ser definitiva y se podían continuar las obras.

Pero el expediente se halla paralizado en la Junta desde marzo de 2018. Es el tercer punto a subsanar el que lo lía todo, el relativo al abastecimiento del agua. La sentencia obligaba a Palazuelos a buscar una alternativa de abastecimiento a la contemplada en el proyecto, que se vinculaba con una captación de El Pontón, captación que sin embargo está en un limbo jurídico (depende de un convenio con Segovia, que a su vez parece estar condicionado a clarificar la disponibilidad general de abastecimientos del pantano). Para solventarlo el Ayuntamiento propuso no concretar la toma de agua, recurriendo a una apelación general de los sobrantes disponibles en la Mancomunidad de la Atalaya. Agua hay, lo que ocurre que no está concretada en captaciones oficialmente bendecidas por la Confederación, una solución arriesgada a falta de otra mejor.

Así llega junio, cambio de Gobierno, y el expediente sigue en la Junta a la espera del papel de la Confederación. Las obras paradas desde hace dos años.

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