El mercado negro también tiene sus circuitos y sus nichos con “oportunidades” de negocio y si las bandas organizadas de asiáticos tuvieron durante años su negocio en el pirateo masivo de música y películas, con el declive de los beneficios en ese sector han evolucionado hacia otras formas de delincuencia, por ejemplo, el cultivo, industrial, masivo y en serie, claro, de marihuana, según ha explicado el comisario principal de la Policía Nacional de Segovia, Jesús Yubero, sentado junto al teniente coronel, José Luis Rodríguez, que actuaba de anfitrión en el salón de actos del cuartel de la Guardia Civil, en el que se respiraba un intenso olor procedente de parte de las 560 plantas decomisadas en una operación conjunta en la que se ha detenido a cinco personas y desmantelado una nave de producción de marihuana.
La Guardia Civil y la Policía Nacional investigaban por separado los movimientos de una banda de la que sospechaban que cultivaba y elaboraba plantas de marihuana en pueblos cercanos a Segovia. Ya unificadas las fuerzas se constató que la banda usaba dos naves industriales, en el término de La Lastrilla y en el polígono de Hontoria, en la capital, además de una vivienda en Encinillas.
Los responsables de Policía nacional y Guardia Civil y la subdelegada del Gobierno.
Con los preceptivos permisos judiciales del titular del número 5, Jesús Martínez Puras, —al que ambos responsables de la seguridad del Estado agradecieron su decidido apoyo a la operación— el día 12 se coordinaron los registros, fruto de los cuales se detuvo a cuatro ciudadanos chinos con edades entre 33 y 36 años, un vietnamita de 57 —todos ellos en situación irregular, según explicó el comisario— y una española, de 20 años, pareja de uno de los detenidos que fue puesta en libertad poco después mientras la banda ya se encuentra en prisión.
Un proceso industrial.
La policía se encontró una de las naves, al de la carretera de Espirdo, en La Lastrilla, perfectamente compartimentada y en plena producción de varias cosechas de marihuana cultivada en interior mediante el uso de técnicas y abundante material agrícola, el uso de lámparas de calor, el montaje de una red de extractores de aire para evitar que el fuerte olor saliera al exterior logrando plantas “de gran calidad”, cuyo crecimiento escalonaban para lograr cuatro cosechas anuales y una producción continuada de la droga.
Además, se había montado un complejo sistema eléctrico para gestionar la gran cantidad de energía necesaria para mantener las “fábricas” que tomaban ilegalmente de enganches a torretas alternativas de las que tiraban para evitar que la compañía suministradora pudiera detectar los altos consumos en las edificaciones.
La nave y el sistema de producción contaban con la vigilancia permanente de uno de los miembros de la banda que permanecía en su interior durante varios días antes de ser relevado por otro que se encerraba también durante un largo periodo. Allí fue detenido uno de los miembros del grupo, mientras que el resto se encontraba reunido en la vivienda de Encinillas cuando fueron sorprendidos por las fuerzas policiales.
Los jefes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional celebraron el éxito de una operación conjunta en la que han intervenido agentes de la oficina antidroga (UDyCO) de la comisaría segoviana; de la Policía Judicial de la comisará de Fuenlabrada (Madrid); y de la Unidad de Policía Judicial de la Comandancia segoviana Guardia Civil.
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