Los partidos han comenzado a desenfundar las espadas (electorales), especialmente PSOE y PP, que son los que tienen maquinaria más que de sobra y siempre preparada, mientras el resto anda un poco a dos velas. Y hasta ahora lo cierto es que lo único que sabemos, por lo que dicen los unos de los otros, es que todos son unos pésimos gestores. Las estrategias son las de siempre: por un lado, la pelea encarnizada por salir en la foto, en mil fotos, aunque sea tras una sonrojante pelea en una plantación de tulipanes en mitad de la plaza de la Artillería, o la lucha por sujetar un cartel minúsculo para tantas manos, como dos ejemplos entre un montón de casos obviando lo de las procesiones de Semana Santa y, por otro, en mostrarse acompañados de pesos pesados de sus respectivas formaciones.
Por cierto, ha aflojado el uso de los lemas, a pesar de que Mazarías ha conseguido que el presidente de Drylock, Miguel Ángel González, acabe poniéndose la camiseta de Maza23 (y eso sí es una carga de profundidad para los socialistas, que llevan meses adulando sin remilgos al empresario). El que no se ha vuelto a ver es el lema de “Clara mente”, ni en el mitin general de Sánchez, ni en la comparecencia que hizo la semana pasada en la sede socialista para demandar a la Junta el Plan de fomento industrial, aunque en el atril si estaba la segunda parte del mensaje original: “Comprometida con Segovia”.
En eso de la guerra de “estrellas” va ganando el PSOE que, además de un buen número de ministras, hace una semana se trajo a Pedro Sánchez a un mitin en el que el presidente vino a lo suyo y encima no trajo ningún “anuncio bomba” sobre la acción de su Gobierno que luego si ha soltado en otras plazas, mientras Clara Martín, aún bisoña en este tipo de actos —no se descuide, todo se aprende— citó más veces el nombre de su rival del PP, y de ningún otro, que el suyo propio. “Vamos a hacer brillar la ciudad” no parece un mensaje demasiado potente para un mitin de precampaña y delante del jefazo. Pese a todo, se cumplido el objetivo: Sonaron las chirimías y hubo imagen en la tele nacional. Aunque no hubo paseo por las calles: del coche al atril, del atril al coche. Parece que los baños de multitudes son cosa del pasado. Por cierto, a última hora y azorados por las prisas, se incorporaban al mitin un montón de militantes de la zona de Cuéllar, incluidos varios alcaldes, en grupo. Venían unos 50 ó 60, más o menos los que caben en un autobús.
Difuminaban los socialistas con el supermitin el paseo por Segovia que dio unos días antes Mazarías junto al alcalde de Madrid, Almeida, y el candidato por Valladolid y consejero de Presidencia, Carnero (otro que se trajo al jefe), un encuentro del “eje” Madrid-Segovia-Valladolid que fue duramente criticado como “un teatro” por los socialistas que, sin embargo, no dudaron en reproducir y difundir su propia versión de la misma entente con una foto de Martín posando con el alcalde de Valladolid, Puente, y la aspirante por Madrid, Maroto, en la conferencia de alcaldes del PSOE de este fin de semana, en Valencia. Por cierto, las “enormes posibilidades de desarrollo de Segovia gracias al eje” lleva décadas masticándose por candidatos de todos los colores y nada, que la cosa no explota.
Porque de eso van hasta ahora PP y PSOE: de réplicas y contrarréplicas, de un constante “y tu más” en el que se mezclan los papeles de candidatos y de representantes institucionales que suele iniciar el equipo de campaña de los socialistas, claramente a la ofensiva hasta ahora y que carga la suerte en la crítica a la Junta y unir eso al reproche al delegado territorial y candidato popular. Se quejan los socialistas de esa doble adscripción de Mazarías, pero lo cierto es que es, precisamente, esa situación la que les está permitiendo armar un argumentario cada mañana en el que cabe una enmienda a la totalidad de la atención a los centros educativos por parte de la Junta a partir del desplome de un falso techo en un aula o la oposición frontal y airada a que la iniciativa privada pague una mejora en la Pediatría pública, entre otras. Por su parte, los populares no dejan pasar un sólo error en la gestión municipal y refuerzan con críticas al Gobierno central, pero casi siempre como respuesta. La técnica popular es conocida desde la época de Rajoy o antes: mejor no moverse más de lo necesario para evitar equivocarse y dejar hacer a sus rivales, que es cierto que tienden tozudamente a ello. Las encuestas dicen que así les va bien.
Esta semana hay que inscribir las candidaturas ante la Junta Electoral así qué por fin se sabrá cuál es la lista completa del PP. Aunque pasa como cuando se estaba pendiente de designar el número uno, que de tanto dilatarlo perdió capacidad de efecto cuando se dijo el nombre de Mazarías. Estrategias de partido.
La que ya se conoce la de la marca Segovia en Marcha, Podemos-Alianza verde, “la de Guillermo San Juan”, vamos, plagada de independientes y mujeres sin atender a paridad alguna y con una importante merma de nombres de podemitas que sí aparecían en la lista anterior. En este lado del espectro político segoviano, la izquierda más allá del PSOE (es el eufemismo para evitar hablar de la ultraizquierda) las habas están muy contadas y la lista de Podemos sólo parece estar hecha para pescar en ese caladero, es decir, para luchar los votos en combate fratricida con IU que al final puede suponer varios centenares de votos convertidos en “restos” sin premio en la noche electoral. Falta por ver cual es el grupo de IU en la candidatura, sobre el papel, en mejor disposición para tratar de ampliar el caladero y recoger votos del PSOE, si se diera el caso.
También Ciudadanos ha movido ficha, aunque sólo sea para mostrar al número 2, el constructor, Javier Carretero, que inició su presentación proclamando que había tenido otras ofertas de otras candidaturas. Como están las encuestas —y las quinielas— Noemí Otero debe de estar confiando en que el fichaje atraiga suficientes votantes como para asegurar su propio acta. Todo mientras David García-Foj y Javier García Crespo escenificaban su paso a números más atrasados de la lista, probablemente a modo de despedida de su actividad política, por mucho que la voluntariosa Otero tratara de mostrarse segura de que “todos juntos” estarán en el próximo Consistorio.
Se sabe que Vox concurre a estas elecciones porque Esther Núñez anunció que encabezaría la lista, porque por lo demás, la formación verde, aunque ha instalado periódicamente puestos informativos en las calles, no ha aparecido hasta ahora en ningún punto del debate político y no se conoce la opinión de la aspirante a alcaldesa en ninguno de los asuntos de calado relacionados con el Consistorio o siquiera con las polémicas de las últimas semanas. También hay cierta curiosidad por conocer esa lista —completada en 2019 con nombres de familiares y allegados— y sus primeros puestos ante la posible llegada de “paracaidistas” como ya ocurriera en las últimas autonómicas.
¿De lo que le preocupa de verdad a usted? Le cuento: el sorteo de designación de ciudadanos que serán miembros de las mesas electorales se celebrará en la capital el día 28.
17 abril, 2023
Vaya tropa…