En 2013, tras un cuidado proceso de reconstrucción de una antigua posada en el centro histórico segoviano, junto a Candido y el acueducto, abría sus puertas Antigua Casa Vizcaínos, de la mano de Daniel Micó, Daniel Fernández y Jose A. Gómez, los tres con un denso curriculum en la hostelería segoviana.
De entrada, el local ofrece una relectura de lo tradicional, completa carta de vinos y tapas originales, sustanciosas y con criterio. Es el caso de sus alcachofas rebozadas, croquetas de cocido, o ya en mesa, el atún al estilo de la casa con salsa de naranja flambeada, solomillo ibérico con torta del Cásar, Chipirones encebollados.
En el asunto tapa, traemos hoy un clásico, bola de morcilla.
Es fácil. En primer lugar se pela la morcilla y se desmenuza añadiendo pasas y picatostes. Se hacen las bolas y se rebozan con tempura. Ahí el secreto no es otro que un golpe térmico importante. El aceite debe ser de calidad y humear, en tanto es bueno para texturizar la tempura poner en un sitio muy frío la pieza una vez terminada la fritura. Bien hecho, el resultado debe ser un estallido de morcilla dulzona en la boca, a maridar con un tinto de cuerpo. Todo un placer.
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