El pasado fin de semana concluía la edición 2021 del Festival MUSEG (Festival de Música de Segovia), en una edición bajo el síndrome del covid y caracterizada por la carestía de entradas a tenor de las medidas de reducción de aforo. Si normalmente el festival suele colgar el “agotadas las entradas” en sus actuaciones estelares, este año con mayor motivo, siete de las 20 funciones despacharon todos los billetes en tanto en las 10 habidas en los recintos de mayor capacidad (Jardín de los Zuloaga, Alcázar y Catedral) la participación rondó el 95% del aforo.
Algo directamente proporcional a la drástica reducción de aforos por la epidemia. Así, el Jardín de los Zuloaga, donde se han representado las actuaciones de más tirón, pasó del millar de sillas habitual en años normales a 350 del actual.
El Patio de Armas del Alcázar de Segovia fue el escenario desde el que arrancó el festival, con una actuación del Ensemble Alfonsí creada especialmente para la ciudad a partir de las Cantigas de Santa María, en remembranza del 800 aniversario de Alfonso X, y que reprodujo los instrumentos tal como se ilustran en los códices alfonsíes.
El Jardín de los Zuloaga se convirtió en uno de los focos centrales de atracción del festival. Acogió el esperado concierto de L’Arpeggiata, uno de los grupos de música antigua más populares del continente, y la emocionante actuación de Marco Mezquida y Chicuelo, celebrada con ovaciones por un público entregado a su fusión de jazz y flamenco. También encandiló al público el legendario guitarrista flamenco Vicente Amigo, considerado por muchos el gran guitarrista de su generación.
El festival presentó la ópera El último hechicero, de la compositora romántica, Pauline Viardot-Garcia, precisamente en el año que celebra el 200 aniversario de su nacimiento en Paris. Un producción propia, en colaboración Festival della Valle D’Itria (Italia) y el Little Opera de Zamora.
También hubo presencia en la provincia, con La ruta del órgano, un itinerario de cinco conciertos en Lastras del Pozo, El Espinar, Marugán, Abades, para terminar en el recientemente rehabilitado órgano de la Catedral segoviana. MUSEG 2021’ ofreció también un espectáculo transgresor, con la performance Quartiers libres, de la costamarfileña Nadia Beugré, en la que participaron 12 bailarines profesionales y aficionados, seleccionados entre más de 40 aspirantes. En la performance se utilizaron más de un millar de botellas de plástico, para concienciar sobre la acumulación de residuos inorgánicos en los oceános.
28 julio, 2021
Nos ha jodio… Entre reducción de aforo y entradas gratis a amigos, amigas, amigues, cuñados, cuñadas, cuñades, y demás familias… Que verguenza!!