Una de las asignaturas pendientes de la enseñanza es la transversalidad de los contenidos, es decir, que siguiendo los paradigmas de la renovación pedagógica las diferentes materias converjan en aspectos comunes. Otra, establecer centros de interés más prácticos que motiven a los alumnos a encontrar sentido a sus conocimientos. Ignacio Ortega, profesor de inglés en el CEO Mirador de la Sierra de Villacastín y doctorando en Ciencias de la Educación se ha propuesto avanzar en ambos frentes convirtiendo su tesis doctoral en un reto de coordinación y creatividad. Que alumnos de hasta 3 centros públicos distintos, además del suyo, el IES La Albuera y la Escuela de Artes y Superior de Diseño de Segovia (la Casa de los Picos).
Lo hace a través de Uniraid, un rally solidario inspirado en el París-Dakar y enfocado (aunque no solo) a los estudiantes, y que propone cruzar Marruecos de Norte a Sur en vehículos históricos. 2.400 kilómetros de rutas imposibles y cargados de material educativo que, al final de la prueba, se entrega a las comunidades escolares locales. Es un rally aventura, no competitivo, que intenta recuperar el espíritu de la mítica prueba y que en Segovia ya cuenta con la experiencia en diversas ediciones de alumnos de IE University. Si todo sale bien, Ortega y su padre, ingeniero jubilado, estarán en la salida del rally el 8 de febrero. Lo harán en un viejo Morris Mini Cooper que, además, se ha convertido en la piedra angular de toda una experiencia educativa.
“Lo que hice fue estudiar las programaciones de cada asignatura y ver cómo podían encajar y diseñar contenidos que se ajustaran a cada una de ellas para nuestros alumnos de cuarto de la ESO con la intención de incidir en su perfil de salida”. Las comunidades rurales son extraordinarias para experiencias educativas, son menos alumnos y es más favorable a la coordinación”, explica Ortega. Tras solicitar los permisos y contactar con los equipos directivos de Los Picos y el departamento de Mecánica de La Albuera, la comunidad educativa del Mirador de la Sierra se puso manos a la obra. Así, y a modo de ejemplo, en historia, se aprovecha el rally para explicar a los chavales la influencia de Marruecos en la historia española, con especial énfasis en el antiguo Protectorado. En educación física, los chavales han participado en una experiencia con karts, y compartido experiencias de primera mano con un pilotos de rally del Dákar, José Luis Álvarez, y a partir de ellas, generado un módulo de entrenamiento específico para conductores de carreras. “En mi caso, la asignatura de inglés, a partir del Morris Mini hemos incidido en la cultura inglesa desde la automoción”.
Pero hay más, profesores Subdelegación de Defensa de Segovia han explicado a los alumnos técnicas de orientación y supervivencia . Desde el área de tecnología se han propuesto los diseños que lucirá la carrocería del Morris, diseños que depurarán en la Escuela de Arte y aplicarán los de carrocería de la Albuera. En matemáticas, física y química, la geometría, las fuerzas y los combustibles han ocupado buena parte de los esfuerzos del alumnado. En tecnología, la mecánica del motor ha entrado de lleno en el quehacer didáctico. También el Parque Científico de la Uva realizó varios talleres sobre la gestión de equipo, comunicación y creatividad. Adicionalmente, se ha contado con Manos Unidas para tratar la cooperación al desarrollo en el Marruecos rural (a través de una videoconferencia en vivo con cooperantes de la zona). Desde economía se han valido de esta experiencia para realizar un presupuesto real de lo que cuesta la Uniraid. El ciclo de automoción de la Albuera tampoco ha querido desaprovechar la oportunidad para aunar esfuerzos en torno al proyecto “De la Sierra al Desierto”…
Un filón educativo para ofertar una experiencia didáctica transdisciplinar, motivadora y solidaria. ¿Llegara el viejo Morris a las dunas del Erg Chebbi? “Por poder, se puede hacer, tenemos un precedente de un catalán el año pasado, pero es lo de menos, aunque rompamos el coche en la primera etapa habrá valido la pena”, explica Ortega.
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