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Vázquez señala el camino a Rosalía Serrano

Imperó la sensatez y en su último acto político, José Luis Vázquez dimitía de su cargo como procurador, flanqueado por el secretario provincial. Dimisión con honores y  en traje de ceremonia. Entre salir a patadas o civilizadamente, ganó lo segundo. El pasado jueves trascendía que se le investigará por su gestión durante más de una década al frente del Ayuntamiento del Real Sitio. Un primer intento de atrincherarse en Las Cortes -desde abril su cargo de procurador no va remunerado tras ser “desliberado” por la nueva dirección regional socialista- motivó la inmediata salida en tromba de Carlos Martínez dispuesto a ejemplarizar en sus filas el relato de “tolerancia cero” contra la corrupción. Expulsión cautelar. No habría ni pizca de vidilla para con Vázquez. Así las cosas, Vázquez entonaba el “no quiero perjudicar a mi partido” que en el idioma de la política equivale a “me voy antes de que me echen”. Siempre es mejor.

Conste que he escrito corrupción y no es exactamente el caso. Ni yo ni nadie en La Granja cree que, del mismo modo que su intensa dedicación a la alcaldía ha sido incuestionable, él  se haya lucrado personalmente por las múltiples barrabasadas administrativas. Bien, está el caso de la elevación a interventora de su actual pareja, que era auxiliar administrativa antes de emparejarse con el alcalde. Una alcaldada de libro. Pero aquí no hay ni “folios” ni “chistorras”. Lo que hay es una visión caciquil, clientelar y cortijera del interés general con resultado de ruina.

El propio Vázquez admite, sino directamente implícitamente, que efectivamente hubo en su mandato irregularidades administrativa.  Acaso la más gorda, y por la que se le investiga (en realidad, nadie ha visto el sumario y cínicamente los afectados callan “por consejo del abogado”), son los 840.000€ que La Granja gastó en el servicio de jardines sin el menor expediente, de viva voz en flagrante vulneración de todas las leyes conocidas. Maniobra que, como la suma de irregularidades que caracterizó su mandato, él justifica como circunstancias sobrevenidas destinadas a salvaguardar “intereses esenciales” de los “vecinos y vecinas de La Granja y Valsaín”. Era eso o quedarse sin el servicio y con los trabajadores en la calle.

Tras varios años sin pagar a la contrata Althenia, adjudicataria del servicio de ajardinamiento, ésta optó por rescindir el contrato. Como no se podía readjudicar sin pagar antes el medio millón de deuda, y como la caja estaba vacía y el crédito no existía, Vázquez tira por el camino del medio, hace una encomienda de servicios de viva voz y así durante cuatro años más (hasta que Samuel Alonso normalizó la situación). Es lo que Vázquez considera anteponer el interés de los ciudadanos. De esta manera se conseguía garantizar los puestos de cuatro vecinos jardineros y seguir prestando el servicio, bien que ilegalmente.

¿Pero es eso realmente interés general? Pues claro que no. Vean, con la misma población, La Granja dispone de una plantilla municipal que multiplica por cuatro la de  la vecina Palazuelos. Guardería, piscina cubierta, empresas de turismo,  noches mágicas, extraños convenios público-privados, servicios directos que Vázquez justificaba -cuando estábamos en plena crisis- como una manera de mitigar el impacto de la crisis entre los vecinos. Pero en realidad lo que estaba también haciendo Vázquez era tejer una red clientelar en la que asentar su posición política en el seno del PSOE segoviano, y por ende, en Castilla y León. ¿Hasta qué punto necesita La Granja esos servicios? El que está claro que los necesita es el alcalde para retener apoyos internos a golpe de favores. Y el coste ha sido mayúsculo. Gracias a esa política La Granja se ha pasado años sin fondos ni para repintar farolas. ¿Es eso trabajar por los vecinos o arruinarles? Él dirá que lo primero y yo -y la oposición de IU a Vox, y la realidad contable-  que lo segundo. En cualquier caso, nada justifica que te saltes la ley. Si la pasta pública establece una serie de controles para evitar su malversación no es lícito saltarse tales controles solo porque te beneficia políticamente. Si eso es delito, la justicia dirá. Desde luego como gestión es el infierno.

El PSOE ha tardado años en reaccionar pero ha reaccionado. Y de paso, señalado el camino a lo que tiene que hacer el alcalde José Mazarías con su fallido fichaje estrella de Rosalía Serrano: enseñarle la puerta. Es mejor que te vayas a que te echen.

No son casos equiparables pero en el affaire Rosalía hay un claro trasfondo de falta o incluso desprecio hacia la ejemplaridad. De acuerdo que en Segovia las más de las obras se inician sin la preceptiva licencia de obras, sustituida por una autodeclaración a tenor de la tardanza de los servicios urbanísticos en tramitar dicha licencias. En la “declaración” responsable se indica que se van a iniciar obras y se supedita el alcance de la misma a lo que finalmente conceda la licencia, en fase de tramitación. Pero estamos en una zona muy gris (y de probada ineficiencia), que se añade al gris rayano en negro de ocultar tu condición de administradora de varias sociedades dedicadas a la construcción, no ya en Madrid, como dijo en principio, sino en la propia ciudad en la que ostentas un cargo representativo. Ni el alcalde lo sabía. Vulneración de libro de la ley de incompatibilidades y del deber de transparencia. Que una funcionaria de brillante trayectoria y supercapaz  apele al error, al “no lo sabía”, es un insulto a la inteligencia.

Quiero pensar que la cosa está al caer. Después de todo, y a diferencia de Vázquez, Serrano no vive de la política y su plaza funcionarial no es como la del socialista, un modesto puesto en la Diputación.  Es una alta funcionaria de probada solvencia que no necesita vitalmente seguir desgastándose en una batalla sin futuro, y desgastando de paso a un alcalde que, en su debilidad de minoría mayoritaria, no está en su mejor momento. Mejor irse a las buenas que a las malas.

Arriba. Vázquez se despide flanquedo por Aceves. Serrano defendiéndose en un pleno municipal.

 


 

Author: Luis Besa

Luis Besa. Periodista,

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8 Comments

  1. El que la haga, sea del partido que sea, que la pague. Y si hay cárcel, pues cárcel.

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    • Vázquez es un frívolo prepotente que manifiesta una vez más su desprecio por los granjeños y ciudadanos en general. Es un filibustero capaz de mentir a quien haga falta con tal de saciar su ego. Su manifestación en la rueda de prensa calificando de “baja catadura moral a quien le haya denunciado, propio de las personas del PP”, le califican por sí mismo. Es un tipo carente de ideología que ha ido siempre a pillar y garantizar una retribución por encima del puesto de auxiliar que tiene en la biblioteca móvil de la Diputación gracias al apoyo de la diputada popular Juana Borrego, como ha recordado alguna vez. En definitiva, un vividor de la política que le da lo mismo A, que B. Estuvo acompañando a Susana Díaz -incluso a ser su representante, creo-, y después era más sanchista que Sánchez. Gente como esta sobra en la gestión pública. Ha llegado a nombra a su novia interventora si tener la titulación suficiente como recuerda Besa.
      Y qué decir de su acompañante en la rueda de prensa, el tal Aceves. Otro personaje de libro, que echa balones fuera y culpa el PP de todas las irregularidades de Vázquez. Un personajillo que busca lo mismo: superar su sueldo de guarda en el pinar cueste lo que cueste incluso vendiendo al propio PSOE. Qué vergüenza de representante del PSOE en la provincia. Arrastrará al PSOE en al provincia al ostracismo y la insignificancia.
      El actual alcalde de La Granja esta abocado a presentar su dimisión, por respeto a sus representados, y La Granja se dirige a poner fin a los muchos años de gobierno clientelar. De la actual compañera de Vázquez, sólo sentir que siendo mayorcita se hay dejado meter en este follón que seguro que tendrá sus costes, incluiso en lo personal. Son varias personas las que han pasado por esa situación.

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  2. Pero vamos, que lo de cacicadas en puestos funcionariales, no se salva ni un partido con mando en plaza.
    Ni Aytos. ni Dipu, y ya sabe usted de que hablamos señor Besa 😉 eche un vistazo por cualquier Centro.

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  3. No es igual un procedimiento administrativo, en su caso, que uno penal.
    Equidistancia de los periodistas o distintas varas de medir.
    Hay trufa y recuerdos balsámicos en el artículo.

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    • Todavía me estoy riendo con eso de que nadie en La Granja creemos que se haya lucrado por su condición de alcalde . Yo personalmente no conozco nadie que no lo crea . Quizá no vivamos en el mismo pueblo.

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  4. De las funcionarias por Vázquez en au etapa de alcalde, una de ellas es su mujer?
    Menudo concepto tiene este tipo del interés general!!!

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  5. De todas formas qué cara más dura, poner a una auxiliar administrativa de Interventora, sin haber pasado por una selección legal, sólo por eso deberían condenarle

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  6. A cada cerdo le llega su San Martín, y a JLV le ha llegado su día, tras años de supuestas maniobras ilegales que ahora valorará un Tribunal. Este tipo, sabedor de su labia solemne, ha representado un papel durante lustros, con una hipocresía superlativa y usando el ayuntamiento granjeño como si fuera su cortijo, produciéndole una ruina absoluta de la que será difícil salir. Lo demás es postureo llorón. Pero no seamos ingenuos: sus correligionarios lo sacrifican gustosamente a resultas de la rajada a micrófono abierto entre la zamorana y Palomo, en la que este tipo se le veía disfrutando como un enano. Si no les llegan a pillar, igual Aceves y él habrían tenido otro discurso muy diferente…

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