Sigue la tramitación turbo de declaraciones de Bienes de Interés Cultural sobre recursos patrimoniales que llevaban décadas pendientes de la resolución de sus respectivos expedientes. El último es la cueva de los Enebralejos, en Prádena, que inició el expediente en 1983 y que conseguía la declaración con categoría de zona arqueológica en el consejo de Gobierno de la Junta celebrado el 3 de marzo, 39 años después.
La declaración delimita un entorno de protección en superficie a partir del acceso actual, para controlar las actividades que pudieran realizarse y afectar a la integridad de la cueva. Aunque la cueva es en si misma espectacular por su atractivo natural, el marchamo de BIC le llega por su uso como necrópolis de inhumación colectiva a la que se asocia un extenso conjunto de arte rupestre, encuadrable en los desarrollos generales del arte esquemático, pero con una personalidad propia que le distingue de otras concepciones plásticas diferentes, aunque próximas en el tiempo y en el espacio, como son las pinturas esquemáticas del barranco del río Duratón. Entre el tercer y el segundo milenio antes de nuestra era la cueva registró tres momentos, al menos, de utilización por parte de un poblado existente en las inmediaciones del que no han quedado vestigios.
La declaración de BIC le llega a Prádena después de la conseguida hace unos días por Laguna de Contreras, y en noviembre, del conjunto histórico de Riaza. Quedan pendientes aún una decena de recursos cuya tramitación se quiere acelerar ahora desde la Junta de Castilla y León.
4 marzo, 2022
A la atención de redacción. Perdonen, la foto superior es de la Cueva del Monje, en El Real Sitio de San Ildefonso y los bosques de Valsaín, formación rocosa que en realidad no es una cueva.
Salud y buenas montañas
4 marzo, 2022
Cierto Aquende Sierra.