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Plaza Batallón de Costura

Una mujer de alambre frente a una máquina de coser devenida escultura en la plaza de Tizneros, desde ayer plaza del Batallón de Costura, homenajea a los 1.500 voluntarios que en lo peor del covid, en los meses de confinamiento se confabularon contra el virus paliando la enorme carestía de mascarillas de protección y equipos de protección de las primeras semanas.

Voluntarios de Protección Civil, otra de las patas del batallón, descubrieron la estatua en tanto María de Pablos y José María Bravo descubrían la chapa de la nueva plaza recordando con emoción aquellos duros días de desolación y también de esperanza. Recordaba Bravo como una mujer desesperada le llamó un día al teléfono, necesitaba un EPI para despedirse de su madre, agonizante. “Gracias al esfuerzo de todos hicimos eso posible, la despedida de una madre y una hija, para mí situaciones así ya justifican nuestro esfuerzo”, contaba.

La alcaldesa de Espirdo, María Cuesta, recordaba también como gracias a aquellas máquinas de coser que en muchas ocasiones se rescataron de los desvanes, se salvaron cientos de vidas. No había mascarillas, no había equipos, durante unas semanas decisivas fue la sociedad civil, los voluntarios, los que improvisaron un sistema que, cuando menos, mejoró las condiciones de los trabajadores de residencias y hospitales, otro de los colectivos heroicos de aquellos días.

Homenaje necesario que pervivirá, ahora también en el callejero y en estatua, en la memoria de todos. Muchas gracias.

Author: Redacción

Acueducto2. Noticias y actualidad de Segovia.

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1 Comment

  1. Fueron ejemplo de valentía y solidaridad para todos.
    ENHORABUENA
    No entiendo cómo el Ayuntamiento de Segovia no ha dicho nada sobre esta iniciativa. COSAS DE LA ALCALDESA, supongo.

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