El Ayuntamiento ha dado por concluidas las obras de emergencia en el lienzo de la muralla y el cubo número 16, en San Millán, donde el deterioro era evidente desde hace años incluyendo multitud de desprendimientos, con el evidente peligro para la seguridad de las personas y también para el propio muro.
La zona intervenida —370 metros cuadrados, en la trasera del bar Beat, en el número 1 de la calle de San Millán con un presupuesto cercano a 130.000 euros— estaba en un estado deplorable, afectada por la humedad derivada en gran medida por las filtraciones procedentes del jardín situado en la parte superior, tanto en el lienzo como en el adarve, hasta el punto de dejar prácticamente sin asiento los mampuestos y generando abombamientos y desprendimientos del muro.
Ante ese panorama, la empresa Julio Barbero inició la recuperación consolidando la base del cubo, el que presentaba el mayor peligro, de acuerdo con la información facilitada por el Ayuntamiento para dedicar después los esfuerzos a los perdidos mampuestos, primero picando los revestimientos adheridos y después rellenando con cal hidráulica, mientras se recolocaban las piezas desprendidas a lo largo de los años, recuperadas en el lugar donde habían caído y esbozar un esgrafiado similar al original.
También se ha limpiado la roca, se han grapado las grietas más grandes y se han tomado medidas para evitar el estancamiento del agua de lluvia.
En el aspecto medioambiental se han mantenido los huecos para el anidamiento de aves como el herrerillo, vencejo, chova piquirroja o lechuzas, además de lagartijas con el asesoramiento de Javier Sáez del Foro Geobiosfera.
La concejala de Patrimonio, Claudia de Santos lamentaba en el lugar ante la alcaldesa, Clara Luquero y los técnicos de que la actuación no haya podido prolongarse hacia San Millán —una parte de la muralla que ya no es original sino fruto de una reconstrucción moderna— en cuya parte superior hay un edificio privado.
Lecciones de historia en piedra.
La decidida actuación del Ayuntamiento sobre la muralla para su recuperación, en la que se llevan invertidos unos seis millones en los últimos años y cuyas obras “nos están enseñando muchísimo de la historia de la ciudad”, según la concejala, tiene su próximo objetivo en el extremo contrario de la ciudad, en la zona del Hospital de la Misericordia para lo que se está esperando lograr una nueva subvención.
La muralla que rodea la ciudad, con un perímetro de más de 3,4 kilómetros, tiene origen en el siglo XII —aunque las obras están permitiendo encontrar en algunos puntos restos de un cerco primitivo, 1.500 años más antiguo— y es uno de los tres recintos fortificados completos en España junto al de Ávila y Lugo.
Está declarada Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento en 1949 y forma parte del Conjunto Histórico del Recinto Amurallado, declarado Bien de Interés Cultural en 1941.
Diputación
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