Cada 3 de diciembre, desde hace ya 29 años, se celebra el Día Internacional de la Discapacidad y solo tres días después, el 5 de diciembre, el Día Internacional del Voluntariado; dos fechas señaladas y casi unidas en el calendario como símbolo de un trabajo encomiable y transversal que, tanto las entidades del denominado tercer sector como aquellas del ámbito del voluntariado, realizan por y para aquellas personas más vulnerables con el objetivo claro de mejorar su calidad de vida y avanzar hacia la plena igualdad.
En estos casi dos años que llevamos de pandemia, ambos colectivos han cobrado especial protagonismo por diferentes razones. Ambos han demostrado una fuerza y una capacidad nunca vista para organizarse y dar respuesta a los problemas colectivos. El voluntariado ha sido y es una pieza clave y un ejemplo de compromiso conformado por cientos de personas decididas a transformar realidades y a mejorar la sociedad.
La covid19 ha sacudido con dureza a todos, sin distinción, pero en mayor medida a aquellas personas o colectivos más vulnerables, entre ellos los que sufren algún tipo de discapacidad o diversidad funcional. Hacia estos colectivos debemos dirigir nuestros esfuerzos de manera especial con la intención de, entre todos, continuar mejorando. En este sentido, el Partido Popular en la Junta de Castilla y León ha dado un paso más con la aprobación, recientemente, de la Ley del Tercer Sector y la modificación de la Ley del voluntariado, una ley muy demandada por las entidades, que no sólo garantiza su estabilidad, sino que, además, refuerza su participación en las políticas sociales y les ofrece un marco legal seguro, con el objetivo claro de mejorar.
Los poderes públicos debemos crear el marco adecuado para que las asociaciones del Tercer sector y los voluntarios – que son muchas veces los Ángeles de la guarda de tantas personas – puedan desarrollar su trabajo en unas condiciones que les permitan continuar llegando donde no pueden llegar las administraciones esta Ley es un paso más.
Desde la administración local, la más cercana a la ciudadanía, es preciso seguir acompañando y apoyando a las entidades de carácter social, en la medida de nuestras posibilidades y dentro del ámbito de nuestras competencias, para que la atención que prestan continúe siendo un activo fundamental.
Si queremos conseguir una sociedad inclusiva, accesible y sostenible es fundamental contar con quienes mejor conocen las necesidades del ámbito social. En el Partido Popular lo sabemos y vamos a seguir situando a las personas como centro de nuestras políticas. Vamos a continuar trabajando por la igualdad, para construir entornos accesibles e integradores, apostando por una educación que nos permita avanzar hacia una sociedad respetuosa, inclusiva y solidaria a todos los niveles. Por todo ello, el Día Internacional de la Discapacidad y el del Voluntariado. suponen una oportunidad para agradecer tanto a las asociaciones del Tercer sector como a los voluntarios todo su esfuerzo y su trabajo, su espíritu inconformista y su deseo de transformar el mundo a través de una ayuda desinteresada y altruista. Todos ellos contribuyen a hacer una sociedad más madura, humanizada e incluso más democrática.
Mi reconocimiento y apoyo muy especial al “motor” que hace posible el día a día de tantas personas; son un ejemplo de lucha y conocen lo que es superar obstáculos y barreras a muchos niveles.
Es preciso sumar fuerzas, trabajar en una misma dirección personas, colectivos, instituciones y administraciones a través de políticas y acciones que contribuyan a avanzar para lograr ese mundo inclusivo, accesible y solidario que queremos y que estos días conmemorativos nos recuerdan que todavía queda camino por recorrer.
Diputación
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