Un verano más, el yacimiento de Confloenta (término municipal de Duratón, Segovia) afronta una nueva campaña de excavación, dirigida por la Universidad de Salamanca y con la participación de una treintena de arqueólogos, mayoritariamente estudiantes. El proyecto cuenta con una subvención de la Diputación de Segovia de unos 50.000€. El yacimiento recibía el martes 13 de agosto la visita del presidente de la Diputación, Miguel Ángel de Vicente, acompañado del vicepresidente y diputado de Cultura, José María Bravo, y el diputado de Hacienda y Desarrollo Económico, Óscar Moral.
Se trata del mayor yacimiento romano de la provincia de Segovia. Los historiadores explican que junto con Cauca y Segovia, Confloenta era la tercera ciudad romana de la provincia. Su abandono y mudanza a la actual Sepúlveda dejó bajo el suelo una ciudad prácticamente intacta, en especial lo tocante a termas y baños públicos pues, de algún modo, Confloenta venía a ser una ciudad-blaneario. La visita se ha centrado en la zona norte del yacimiento, donde continúa la actuación en torno a los baños públicos romanos, del siglo II d.C. Sin embargo, el responsable del equipo científico, Santiago Martínez Caballero, ha argumentado que hay un núcleo de baños precedente y, por eso, se ha ampliado la zona de intervención, con el hallazgo de nuevas estancias de baño, que presentan el recorrido habitual (Frigidarium, Caldarium…). Las excavaciones alcanzan igualmente unos hornos, con el objetivo de determinar si están relacionados con esos baños o si pertenecen a áreas artesanales que se situarían en la misma manzana. En paralelo, prosiguen las labores para definir el perímetro de las termas, como ha explicado Martínez Caballero.
Un casco urbano de 2km
Las investigaciones se centran, por tanto, en un periodo que abarca desde el siglo I a.C. -cuando la ciudad de Confloenta fue fundada- hasta el IV d.C. Mediante el análisis de fotografías por satélite, entre otros métodos, se establece que el tejido de esta ciudad contaba con unas 25 ó 30 hectáreas de superficie originariamente, llegando hasta las 70 en los siglos II y III d.C. Y si se suman las zonas de santuario, cementerio y áreas artesanales, se llegaría a las 111 hectáreas, lo que la convierte en una ciudad de tamaño considerable en la época. De hecho, se extiende casi dos kilómetros de este a oeste y alrededor de 1,2 kilómetros de norte a sur, según los cálculos del equipo científico.
La institución provincial lleva desde 2016 impulsando estos trabajos arqueológicos, y este año apoya la excavación con 50.000 euros, que, sumados a las siete campañas anteriores, hacen un total cercano a los 300.000 euros de inversión en estos estudios. Un ámbito que, recientemente, ha recibido una subvención de 1.887.660 euros para la consolidación y musealización de las Termas de la Fortuna. Es un proyecto en el que desde hace años trabaja el Área de Cultura de la Diputación y que se beneficia así de esta ayuda, canalizada por el Ministerio de Industria y Turismo, y que corresponde al PRTR ligado a fondos Next Generation de la Unión Europea, para la mejora de la competitividad y dinamización del patrimonio histórico con uso turístico. Para Miguel Ángel de Vicente, “aunque desde la Diputación no tenemos ninguna competencia en esta materia, creemos que debemos estar presentes en el apoyo a este patrimonio que nos hace especiales como territorio”. Por eso, desde la institución provincial, se está pensando en alguna fórmula de apoyo más global a todos los yacimientos hallados en la provincia, “para continuar conociendo y valorando nuestro pasado”.
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