Posted By Redacción on 23, Jul, 2016

Interior de uno de los últimos autobuses comprados que seguirán prestando servicio en la nueva contrata.

El documento “un borrador sujeto a aportaciones”, según la alcaldesa, Clara Luquero, propone la compra de 15 vehículos nuevos todos de gasoil, rechazando otros sistemas de propulsión porque el Gobierno local no quiere aventuras después de la mala experiencia vivida con el microbús eléctrico —en constantes y caras averías— ni pagar el alto precio de compra de esos vehículos alternativos, a pesar de la existencia de subvenciones públicas por su uso, a las que también se renuncia.

El nuevo pliego descarta el uso de vehículos eléctricos.

No obstante, la inclusión de una ‘cláusula tecnológica’ deja abierta la posibilidad de “ir probando otras opciones” durante el tiempo de vida del contrato, diez años, quizá prorrogables cuando el texto sea definitivo. Mientras, se piensa en la compra de diez autobuses diesel con capacidad para 65 ó 70 viajeros; cuatro más destinados a prestar servicio a la estación Guiomar (la nueva línea 12), de hasta cien plazas y un microbús para el casco antiguo (línea 11 en el nuevo diseño), que se sumarán a los 10 autobuses comprados en los últimos años que ya están prestando servicio.

En el nuevo pliego se propone mantener el actual modelo de gestión interesada del servicio, con un canon de unos 2,9 millones anuales —actualmente es de 2,2— e incluir en el mismo contrato el mantenimiento y gestión de las marquesinas que ahora se presta por separado.

Una sola línea al Ave y recorridos más largos.

El diseño de las líneas que propone el Gobierno local para el nuevo sistema de autobuses fija en total 12 líneas, una menos que en el sistema actual, ya que incluye la supresión de una de las que prestan servicio a la estación Ave (la 11 actualmente) y de la específica para el barrio de Ciudad y Tierra (14 en el servicio actual), por el que ahora pasarán los autobuses de la línea 5 (Nueva Segovia) y la nueva 7 que unirá Colón con Hontoria.

Es precisamente la línea 5, una de las más usadas del sistema, la que experimentará un cambio más sensible, al alterar su recorrido para pasar por el nuevo barrio y dar servicio, por ejemplo, a la nueva biblioteca, lo que llevará a entrar en Nueva Segovia por Vicente Aleixandre y, circulando en dirección inversa a su recorrido actual, salir a la carretera de La Granja tras pasar por Dámaso Alonso.

El cambio supondrá un mayor tiempo de viaje por la ampliación del recorrido, aunque los técnicos aventuraron en un cálculo improvisado ante las preguntas de los periodistas que sólo serán “dos o tres minutos más” y recordaron que, a cambio, la frecuencia de paso de vehículos será menor que la actual, al reforzarse esta línea con más autobuses, como también se prevé que ocurra en la línea 4.

Otra importante decisión ha sido la eliminación de una de las dos líneas que hoy sirven a la estación del Ave. Concretamente, se suprime la línea 11 que prestaba servicio a los barrios del sudeste partiendo de Vía Roma y se mantiene la 12, con salida de la estación de autobuses que también ampliará sensiblemente su recorrido y con ello, la duración de los viajes, mientras que los viajeros del Ave de los barrios de San Lorenzo o La Albuera perderán el servicio directo que tienen ahora y se verán obligados al transbordo con otras líneas para llegar a las paradas hacia la estación de tren, siendo la más cercana para ellos la de la plaza de Toros.

El servicio, además, dejará de depender de los horarios de los trenes para adquirir regularidad con una frecuencia de paso cada 15 minutos, aunque no habrá autobuses a Guiomar entre las 8.30 y las 13.00 horas, según refleja el borrador.

En el documento se han anotado importantes mejoras para Hontoria y Zamarramala “los dos barrios incorporados a los que podemos llegar”, según Luquero. Así, la nueva línea 7 hará el recorrido entre Colón y Hontoria pasando, eso si, por la avenida de la Constitución, la plaza de Toros, el centro comercial y los polígonos industriales, mientras que la 8 tendrá idénticos extremos, pero atajando por Juan Carlos I y Puente Hierro. Finalmente, la línea 9 unirá Zamarramala y Hontoria, también por Puente Hierro.

La línea 11 queda reservada para el recorrido por el casco antiguo mediante el único microbús de la flota que pasará, entre otros puntos, por el hospital de la Misericordia, el centro de salud de San Lorenzo y la plaza de la Artillería y ya no podrá circular bajo los arcos del Acueducto por su motorización diesel.

Según la propuesta, se mantendrán intactos los trazados de las actuales líneas, 1 (San José); 2 (San Lorenzo); 3 (El Carmen); 4, (San Lorenzo-Hospital-Salón); 6 (Puente Hierro) y la nocturna, “búho”, numerada como línea 10.

GPS, control de los conductores y 15 meses de retraso.

La tecnología entra por fin en el servicio de los urbanos de Segovia, que dispondrán de red wifi para datos, enchufes para recargar dispositivos móviles y cámaras de vigilancia interior, mientras que el puesto de conducción, totalmente independiente del resto del vehículo incluso en su climatización, obligará al conductor a pasar por un sistema que chequeará su estado antes de permitir que arranque siquiera el autobús.

El conductor estará aislado y deberá pasar un control antes de arrancar el autobús.

Un sistema de GPS permitirá conocer la ubicación exacta de los vehículos, cuyo tiempo de llegada será visible en paneles instalados en “las principales paradas” entre las 30 distribuidas por toda la ciudad, además de los dispositivos móviles de los usuarios, a través de una aplicación (App) o mensajes (SMS).

Al mismo tiempo, a las nuevas obligaciones del contratista se suma la obligación de proceder a la renovación completa del servicio de mantenimiento “con nuevo mecánico y nuevo taller”, junto a medidas de mejora de la limpieza exterior e interior de los vehículos.

Con el borrador al descubierto se abre un periodo de diálogo con los grupos municipales —que conocieron su contenido sólo unos minutos antes de que fuera presentado a los periodistas— para concluir la redacción del pliego definitivo que regirá un concurso que se prolongará al menos hasta septiembre de 2017, cuando entraría en vigor el nuevo servicio si se cumplen los ajustados cálculos de la alcaldesa de la ciudad.

De este modo, el actual servicio, extinguido el pasado 29 de junio y ahora bajo una primera prórroga de seis meses, prolongaría su vigencia, al menos, 15 meses sobre los 12 años previstos inicialmente, incluyendo el mantenimiento en servicio de los vehículos más antiguos, cuya jubilación deberá retrasarse a la fuerza hasta el final del verano del año que viene. En los últimos meses se han comprado diez autobuses, que sí se incorporarán al nuevo servicio.

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