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Luis Alberto Cuenca recibe el Gil de Biedma de poesía

La Diputación de Segovia entregaba en el salón de plenos el premio de poesía Jaime Gil de Biedma, en su trigésimo tercera edición, y que ha recaído en el poemario “El secreto del Mago” de Luis Alberto Cuenca, uno de los mejores poetas vivos en lengua española. Y es que como reconocía el presidente de la diputación, Miguel Ángel de Vicente, que si ya es complicado armar un buen discurso para la entrega del premio, lo es aún más si el destinatario es uno de los grandes intelectuales españoles.

Autor de poemarios y novelas, traductor, investigador, pensador, Cuenca es, ante todo, un redescubridor de tesoros bibliográficos. De rarezas perdidas en el tiempo. Y lo es desde una transversalidad apabullante, lo mismo saca a la luz textos bizantinos que recopila literatura popular y cuentos de terror del XIX. Ciencía ficción y novela fantástica, poesía trovadoresca  y letrista de Loquillo o la Orquesta Mondragón. Calidad y cantidad, pues en su haber habrá no menos de un centenar de obras entre poemarios, ensayos y novelas.

“Me atrevería a decir que su gran truco, su gran ilusionismo, su gran magia es que nos confronta con la gran misión que tenemos todos los seres humanos que vivimos en este planeta azul, que es resucitar cada día; lograr, a través de la palabra, una resurrección constante” apuntaba, por su parte, Juan Manuel de Prada, coordinador del Jurado.

Cuenca suma pues a su ya extenso currículum un premio, dotado con 10.000€, el Gil de Biedma. “Es un poemario típico mío, con varias voces; más trágica, más cómica, más profunda, más superficial que se alinean todas en este libro”, señalaba y reconocía  la influencia que Jaime Gil de Biedma y Antonio y Manuel Machado han tenido en su escritura, admitiendo que ‘El secreto del mago’ “obedece a una querencia antigua mía que era ganar este Premio Jaime Gil de Biedma de Poesía”.

Amalia Martínez, finalista

El accésit, dotado de 3.000 euros, fue para Amalia Martínez Muñoz, autora de ‘La aguja incandescente’, que agradecía la Diputación la existencia y conservación del premio y afirmaba parecerle “milagroso que, entre todos los poemarios que se presentan, haya sido elegido el mío”. “Para mí el premio gordo es poderlo publicar”, señalaba Amalia Martínez Muñoz, haciendo hincapié en que “la poesía es una mirada que se hace palabra, que hace un recorte de lo real, un zoom, y lo convierte en palabra para compartirla”.

 


Author: Cultura

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