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Los libros segovianos del año

La cosecha editorial segoviana ha estado marcada por el 500 aniversario de la Guerra de las Comunidades. Desde reediciones de clásicos, como Memorias de Juan Bravo, la magnífica y documentadísima biografía novelada de Tomás Calleja, a desenfadadas aproximaciones pasadas por el comic, como Los Comuneros, 500 años de una rebelión, de Rodríguez Rivero, quien por cierto sigue en el empeño de pasar a la viñeta la historia de Segovia, desde la prehistoria a nuestros días. Espacio también para la investigación histórica, con el aliciente de venir desde la óptica del bando realista, El cerco del Alcázar, obra de María Guadalupe de Marcelo Rodao, analiza el testimonio de Nuño del Portillo, el hombre que dirigió la resistencia realista en Segovia en una monografía que cambia sustancialmente el relato romantificiado de los comuneros.

Siguiendo en la Segovia de hace 500 años, y toda una revelación editorial, El blasón de la reina, del periodista Francisco Egido ha sido el best-seller segoviano a partir de una atractivo thriller que enlaza actualidad con la reina Juana. Un filón que no se agota, como lo prueba que la última en venir, de la mano de La uña rota, habla también del comunero segoviano, aunque en esta ocasión de la diatriba que el periodista Ignacio Carral montó en la Segovia de hace 100 años con motivo de la erección de la estatua al rebelde segoviano, es Juan Bravo en la plaza de las Sirenas.

Precisamente de este olvidado periodista segoviano de principios de siglo, recuperado por el también periodista Carlos Álvaro, es el acaso más impactante libro del 2021, Los otros, donde Carral se empotra en el lumpen madrileño de la época para servir en la prensa coetánea una serie de reportajes sobre  las gentes hambrientas, sin hogar, entre los rateros y los ladrones, los vagabundos y los mendigos, los desharrapados que pululan por los suburbios de Madrid.

Otro libro impactante y muy bien recibido ha sido Segovia Callada, la documentación de 107 espacios inhóspitos, de metafísica soledad, perdidos en Segovia, obra de Esther Maganto y Juan Enrique del Barrio tan inmejorablemente acogida que al libro de 2020 se añadía en 2021 un segundo volumen. En la onda de llevar al papel los paisajes de Segovia, ya en imagen, ya en historia, como el estudio San Frutos del Duratón, de Guillermo Herrero, otra vuelta de tuerca a las señas de identidad segovianas.

Recién salido de la imprenta es la cuarta novela del profesor universitario segoviano Alberto Martín, Las vidas que no eran. Una novela que mantiene constantemente el interés, a caballo entre la evocación y la novela psicológica y el misterio. Con esta obra Martin se convierte en la vanguardia de los literatos segovianos que relevan a los autores de los 80 y los 90. Añadan a la lista a Carmen García Rodríguez Alonso A. que ya fue toda una sorpresa en 2018 con su debut novelero Tu gloria será eterna y que confirma su talento con Secretos de confesión, otro trhiller en clave de nuestra historia reciente caracterizado por un prosa emotiva, directa y con voz propia.

Alberto Olmos.

Pero si dos segovianos han destacado este año y trascendido el panorama local son la poeta Elvira Sastre, paradigma de una nueva poesía en castellano que ha recuperado el género para las nuevas generaciones, y el periodista nacido en Fuentepelayo, el crítico literario más en forma de los últimos años, Alberto Olmos, este último tanto con su novela en la que aborda la paternidad como su recopilación de artículos publicados en su columna Mala fama de El Confidencial.

Sin olvidarnos de la estela de páginas dejada por la pandemia. La última en llegar, el poemario de Ma. Paz PlazaPensamientos como versos (100 días de pandemia), que se suma a testimonios desde primera línea de lucha contra la enfermedad tal que Un día más un día menos (Marcos Pastor), los Coronadibus de Saura o el impresionante testimonio de aquellos días de calles desiertas durante los peores días del confinamiento a cargo del fotógrafo Juan Luis Misis, Segovia Vacía. Aunque hubo quien aprovechó de otras maneras, como en Segovia erótica, recopilatorio de de contenido sexual por autores locales, cosas qué ocurren entre las sábanas de Segovia, o al menos en la imaginación.

 


Author: Cultura

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1 Comment

  1. “la poeta Elvira Sastre,”

    Las poetisas ya no son poetisas, que las han convertido en poetas. Mientras que los poetas pueden seguir siendo poetas, no los han convertido en poetisos.

    ¿Cuándo dejará de haber actrices y serán actoras o actores?

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