Los ayuntamientos de la provincia podrían ahorrar hasta 1,8 millones de euros cada año aplicando medidas correctoras a sus sistemas de alumbrado público y de los edificios municipales. Claro, que para ahorrar, primero hay que gastar y la inversión para poner al día esos sistemas para lograr la eficiencia energética requieren una inversión de 14 millones y un plazo de ocho años para amortizarlos.
Son las conclusiones de la auditoría encargada por la Diputación a la empresa Creara, que ha examinado un total de 48.874 puntos de luz y 410 edificios municipales, prácticamente en todos los pueblos de la provincia, la primera en la región en realizar este tipo de trabajos.
Según los auditores, que reconocen que en la provincia el alumbrado es “bastante eficiente” gracias a la progresiva eliminación de las lámparas de alto consumo, los ayuntamientos podrían ahorrar hasta un 60 por ciento, aunque el hecho de que el consumo no es demasiado alto provoca que la inversión no quedaría amortizada hasta ocho años después de realizarse.
El ahorro en los edificios públicos se ha calculado que equilibraría la inversión en seis años, puesto que el ahorro sería de 400.000 euros anuales, un 21 por ciento menos que ahora.
En la Diputación no parecen tener dudas en la necesidad de aplicar esas medidas de forma progresiva, por lo que comienza una nueva fase que supondrá que “ahora se pondrán todos los esfuerzos en lograr el dinero necesario”, de acuerdo con el Gobierno provincial.
De hecho, ya se han iniciado las conversaciones con el Ente Regional de la Energía (Eren) para ordenar la aplicación de las medidas y buscar líneas de ayuda europeas o la posibilidad de establecer subvenciones a los municipios desde la propia administración provincial.
Diputación
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