la Sala de las Caballerizas del Torreón de Lozoya acoge la muestra “Acueductos de Portugal. Agua y Patrimonio. Fotografía de Pedro Inácio”, que será inaugurada el próximo viernes, 25 de septiembre, a las 20:00 horas. La muestra pretende celebrar, además, que en 2016 el acueducto segoviano será la efigie en las monedas de dos euros.
La exposición, promovida por la Empresa Portuguesa das Águas Livres (EPAL), con el apoyo de la Fundación Caja Segovia y del Museu da Terra de Miranda, está estructurada en dos apartados, presentándose en el primero las principales características de estas construcciones hidráulicas, en tanto que el segundo se dedica monográficamente a los 21 acueductos portugueses fotografiados por el comisario de la muestra, Pedro Inácio, y que recorren desde la antigüedad romana al siglo XIX.
La exposición nos lleva así desde el acueducto de la ciudad romana Conimbriga (del siglo I) a manifestaciones contemporáneas como el “Aqueduto do Alviela”, levantado entre 1871 y 1880, al objeto de reforzar el abastecimiento de agua a Lisboa, tarea en la que era complementado con cuatro máquinas de vapor que elevaban el agua hasta su canal. Entre ambas referencias temporales, los acueductos portugueses están llenos de curiosidades. Gótico es el “Aqueduto dos Arcos” (Setúbal). Del siglo XVI son el “Aqueduto do Vilarinho” (en Miranda do Douro), el “da Água de Prata” (Évora), el de S. Sebastiâo (en Coimbra), el “da Usseira” (Óbidos) y el de Torres Vedras, que desemboca en la fuente gótica monumental más bella de Portugal, el “Chafariz do Canos”. Entre los siglos XVI y XVIII se construye el acueducto de Vila do Conde, con la friolera de 999 arcos, distribuidos a lo largo de sus 5 kilómetros de extensión; esta estructura está considerada como uno de los diez acueductos más bellos del mundo.
Entre las singularidades de este patrimonio está el arco central del “Aqueduto das Águas Livres”, que abastecía a Lisboa, el más alto construido en piedra de todo el mundo, con sus 65 metros de alzada y 29 metros de anchura (longitud, esta última, equivalente a la altura del Acueducto de Segovia). Igualmente llamativo es el “da Amoreira”, construido entre los siglos XVI y XVII para suministrar agua a la población de Elvas, con sus cinco pisos de arcos.
Por otra parte, la Fundación Caja Segovia ha anunciado el inicio de pequeñas reformas en el torreón para, entre otros aspectos, exponer de forma continuada los fondos artísticos de la entidad.
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