Los cambios del horario de carga y descarga en la calle Real, como las ferias: a unos les va bien y a otros, no tanto. Quizá por ser el primer día, quizá por querer escenificar una especie de insumisión, un buen número de tenderos se mantuvo fiel a su horario “de siempre”, en torno a las 10.00, y claro, los repartidores tuvieron que volverse a sus bases con un buen número de paquetes sin entregar al encontrarse cerradas las puertas de los comercios.
“Los comerciantes no podemos y no vamos a variar nuestros horarios y los repartidores tendrán que solucionar el problema”, dijo Araceli Arranz, secretaria de Decalles, que agrupa más de la mitad de los negocios de la calle Real, mientras apuntaba que los conductores “tendrán que quejarse porque hasta ahora no han dicho nada”, en referencia al periodo de alegaciones, en el que no participó el colectivo.
“Hemos estado en muchas reuniones y hemos hablado con el Ayuntamiento que siempre se ha mostrado receptivo”, corrigió el director de la Agrupación de transportistas (Asetra), Fernando García antes de recordar que la ordenanza es firme y “hay que cumplirla” por lo que la recomendación oficial a los asociados es “hacer el reparto dentro del horario”. Lo cierto es que este lunes lo intentaron, aunque muchos tuvieron que conformarse con dejar avisos bajo las puertas. “Mañana lo intentamos de nuevo”, comentaban resignados los conductores.
En este sentido, García reflexionó que “los comerciantes tendrán que adaptar su horario porque la ordenanza les afecta también a ellos”, aunque aseguró “estar expectante” por el resultado de las nuevas normas sobre horarios.
Pero Arranz se mantiene firme en su criterio: “económicamente no podemos asumir abrir antes”, así que cree que los repartidores acabarán concentrando su actividad a ultimísima hora del horario “generando aún más caos y peligro” o recurriendo al transporte a mano desde puntos con horarios más flexibles como Fernández Ladreda o la Plaza Mayor trasladando el problema de saturación de vehículos y personas a esos puntos.
En algunos locales sí esperaban a los repartidores dentro del nuevo horario y mientras, los policías locales repartían folletos informativos sobre los cambios a los conductores. Ojo, el periodo de mano izquierda acaba en una semana, después, las cosas “se pondrán estrictas”, advirtió este lunes la alcaldesa, Clara Luquero.
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