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Liberación

Clara Luquero en la comparecencia en la que dio a conocer la reorganización de su Gobierno.

Lo intenté pero no conseguí reflejar en ninguna de las fotos que tiré en aquella rueda de prensa alguna imagen que demostrara que la voz de Clara Luquero cuando hablaba del ya exconcejal Alfonso Reguera parecía estar llena de congoja y conato de lágrima. Si no lo conseguí no es porque disparara con mi móvil —lo siento, fotógrafos profesionales, son los tiempos— y su objetivo fuera insuficiente, o porque realmente no hubiera un temblor en aquella voz, o porque Luquero, una mujer de sentimientos agradecidos hacia los que tiene cerca, aunque no le hagan bien, no lamentara la situación.

Simplemente no tengo la imagen porque, en realidad, la marcha de Reguera, con ser un problema para el Gobierno local por la acumulación de funciones que tenía y cómo se ha producido la marcha, ofrece más ventajas que aspectos negativos. En realidad es liberadora. Había un chiste sobre esto que (no recuerdo la introducción) acababa diciendo algo así como “ha muerto padre, pero qué a gusto estamos”. Pues eso mismo. En el Gobierno local se guarda luto por el compañero perdido pero sólo se ven rostros sonrientes.

Verá. Reguera “en su salsa” ha sido un hombre autoritario y sumamente agresivo con propios y extraños. Ha medrado en su favor y por encima de quien fuera necesario, en el partido socialista y en el equipo de Gobierno. Ha hecho varias camas en los últimos años, alguna para la propia Luquero y otras para terceros. No me entienda mal, ha jugado duro en el mundo duro de la política —mi sensación y la situación en la que se ha colocado finalmente me dicen también que lo ha hecho rematadamente mal— y ahora ha perdido. Sólo eso. Nada más que eso.

Lo cierto es que con su marcha Clara Luquero se sacude la presencia de un incómodo compañero de viaje capaz de aspirar todo el oxígeno de su entorno y de poner, un día si y otro también, en cuestión su situación de liderazgo del Gobierno municipal mientras la regidora aguantaba estoicamente la situación. La alcaldesa, ahora, ya no tiene que buscar pretextos o incómodos encajes en la próxima lista electoral en la que el propio Reguera y su acumulación de poder hacían incuestionable su presencia y en la que ya, evidentemente, no estará. Diez meses bastarán para demostrar que el superconcejal lo era sólo porque ella misma se lo permitía.

Además, que Reguera no esté deja, por fin, expedito el camino a José Bayón, para convertirse en el nuevo hombre fuerte del Gobierno local y, de paso, crecer sin corsés en el PSOE segoviano pese a la presión hostil del aparato provincial. Sin las hormas impuestas por Reguera, excelentemente relacionado con el líder nacional y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, Luquero cuenta ahora con una nueva mano derecha mucho más eficaz y fiable que la que utilizaba hasta ahora.

Mejora, y como, la situación de Claudia de Santos, cuya relación con el exconcejal cuando lo era estaba sumamente degradada hace años como el propio Reguera se encargó de hacer público. No es sólo, que también, el poder que le proporciona asumir el Área de Urbanismo lo que dará alas a la edil, que lo que queda de hacer en el departamento en este mandato es trabajo técnico. Es que De Santos no será constantemente cuestionada dentro y fuera como lo era hasta ahora por su compañero.

Modos que cambian.

Ese beneficio afecta a todo el equipo. Se acabaron los malos modos, las voces elevadas en reuniones de grupo y comisiones, los tonos desabridos y de desprecio de los que cualquiera de los concejales, del Gobierno y de la oposición, pueden dar decenas de testimonios por haberlos sufrido directamente o presenciado sobre otros.

Luquero decía la misma mañana en la que Reguera entregó su acta que en su equipo no habrá lágrimas en un mensaje dirigido aparentemente a la oposición que, obviamente, no dejará pasar la oportunidad de desgaste que proporciona la salida obligada del número dos del Gobierno municipal cuya factura será cara, sin duda.

El mensaje también parecía dirigirse a los suyos a los que anunciaba un nuevo estado de situación en el que ha desaparecido una pesada losa. Ahora sólo hay que ver cómo se gestiona tanta liberación.

Author: Fernando Sanjosé

Segovia (1967). Periodista.

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2 Comments

  1. Qué bien conocías a este impresentable que tenía a todos a su retortero por sus formas y agresividad . Adios Sr Reguera y no vuelva nunca

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  2. Ese es el núcleo duro del PSOE segoviano..seguirá mandando en la sombra..seguro..su influencia sigue siendo importante, en el partido le temen..pobre PSOE y pobre segovia

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