El agua mineral Bezoya, que se recoge y embotella en la sierra segoviana, escasea en los supermercados, de acuerdo con las quejas de los consumidores del producto que llevan semanas protestando a través de las cuentas de la compañía en las redes sociales, que responde siempre con mensajes “tipo” aludiendo a la falta de lluvias como causa de la reducción del stock.
Bezoya no ha realizado ninguna comunicación pública sobre la existencia de problemas de abastecimiento que está sufriendo, aunque sí lo ha hecho en sus cuentas oficiales de internet en forma de respuesta a las preguntas de los usuarios.
También su esperanza de que llueva en abundancia y el problema se soluciones en breve: “La escasez de lluvias está influyendo en nuestro stock de agua. Esperamos se resuelva pronto. Agradecemos tu confianza” o “La escasez de lluvia y nieve está siendo especialmente adversa influyendo en el stock de agua embotellada del que disponemos” son las respuestas más habituales a los comentarios de sus consumidores, cansados de buscar las botellas en tiendas y supermercados, carentes del producto en muchos puntos de venta del país o con una oferta sensiblemente reducida en otros.
De este modo, la marca achaca a la falta de lluvias desde el mes de abril la bajada del nivel del agua en los manantiales de los que se sirve la marca del grupo Calidad Pascual, sin que, aparentemente, las últimas lluvias caídas en Segovia hayan resuelto la situación.
Bezoya cuenta en Segovia con las plantas de Ortigosa del Monte, explotando el arroyo Milanillos y en Trescasas, a partir del Cambrones y tiene una plantilla de unos 200 empleados, según su página web.
La explotación del agua procedente de Guadarrama por parte de la empresa de Calidad Pascual está cuestionada desde hace décadas por los grupos ecologistas que han denunciado en diferentes ocasiones excesos de captación y también daños medioambientales derivados de la actividad industrial.
17 enero, 2016
Una sangría privada, con concesión pública por decenios, de los manaderos del Cambrones y el Milanillos que temdría que circular por nuestros ríos y pagamos a precio de oro, embotellado. Por el grifo, en Segovia, también a precio platino. Y encima el del grifo deja que desear. ¿qué hacer? aplicar el dicho: “ajo…derse agua…ntarse y resina…gción”. ¿quizá algún día podemos? Espero, eso dicen, es lo último que se pierde 😉