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La lista Forbes municipal

Parece mentira que en España hayamos tardado cuarenta años en conseguir que el patrimonio de quienes nos representan sea público y notorio. Tal como publicaba acueducto2, en marzo la web del ayuntamiento de Segovia colgaba por fin las declaraciones de bienes y actividades de los ediles, sumándose así a la Diputación de Segovia, que lo hizo al principio del presente mandato. Lo hacen obligados por una ley de 2013. Y eso tras pactar unos mínimos que dejan fuera, por ejemplo, los datos de la declaración de la renta, que en cambio, a mi me pide cualquier funcionario nada más saludar.

Durante años, nuestros políticos se resistieron como jabatos a pasar por un trámite que es de general cumplimiento en todo país civilizado. La razón es clara: se vive más tranquilo en la opacidad.

Diciembre de 2015. En la primeras horas del escándalo Gómez de la Serna el hombre montó una rueda de prensa y nos dijo que siendo él congresista no solo no se había lucrado empresarialmente sino que sus actividades profesionales se habían resentido, incluso sugirió que había facturado en los últimos cuatro años menos de la mitad que en los ejercicios anteriores. Pensé, pronto lo veremos. Tardó un poco más la cosa, pero la declaración de bienes de 2016 de Gómez de la Serna no dejaba lugar a dudas. Scardovi, la empresa de don Pedro,  no solo no había facturado menos siendo él diputado, sino que había incrementado el giro un suculento 644%, todo lo cual en plena crisis. Gómez de la Serna nos mintió.

Pero vayamos al tema. De las declaraciones de los concejales se constata un dato; los del PSOE son sustancialmente más ricos que los de la oposición. Podríamos colegir que lo socialistas son, en realidad, los ricos. Pero no. Si miran las declaraciones de la Diputación verán que allí son los populares los que ganan y de paliza en la lista Forbes provincial.  ¿Es más rico entonces el que está en el poder que el que está en la oposición? Ahí lo dejo.

Claro que también puede pasar que algunos se lo tomen más en serio que otros. Por ejemplo. Sepan que la concejala Claudia de Santos lo es de patrimonio no por casualidad (¡10 viviendas en Segovia!, declara, propongo que la próxima calle la bautice ella). De lo cual me alegro, cuando vota a favor de subir el IBI debe estar removiéndose en el escaño. Todo lo contrario que Clara Luquero, a la que no le afecta el IBI segoviano pues su casa está en La Lastrilla, algo que no le gusta demasiado pregonar, prefiriendo declarar “casa en Segovia” y listos… Justo es decir que una cosa es pregonar y otra negar. Luquero nunca jamás ocultó su condición de lastrillera… a su pesar.

Más allá de estas típicas chafarderías, me parece especialmente importante la declaración de actividades. Y me parece absolutamente impresentable que las dos concejalas de Ciudadanos, supuestamente la punta de lanza de la transparencia, dejen la declaración en un escueto “autónomo”. Autónomo somos yo y el amo de Zara, y les juro que no es lo mismo.  Muy mal por la señora Orejana. En esta declaración importa saber a qué se dedica, dónde gana sus garbanzos, al objeto que los ciudadanos “de verdad” podamos saber en qué casos existen conflictos entre el interés general y el particular.

Pleno2016SegoviaLa declaración de actividades nos permite ver de dónde viene cada uno. Así, en el PSOE predomina 9 a 3 el funcionariado, que son la nueva clase alta provincial. En el PP, en cambio hay como cuatro “refugiados del sector de la construcción, con Raquel Fernández a la cabeza. Ahí yo veo una cuestión generacional preocupante. Los jóvenes viven en la precariedad laboral. A diferencia de los cincuentones y sesentones, que con la construcción del estado democrático encontraron en lo público una salida laboral la mar de aseada, los no tan jóvenes ediles están más colgados que un farol. Lo cual es muy representativo de la realidad segoviana y a la vez un serio aviso. Al final el joven político se ve abocado a cierta dependencia profesional aparatocrática. Es lo que le sucede a Ángel Galindo, de IU, por ejemplo, sin oficio conocido fuera del de liberado del partido. No es el único caso, por cierto, pero sí el más evidente.

En fin, esta transparencia es un pasito más. Pero que empieza torcido. ¿Qué pasa si un concejal ha mentido u oculta datos? Nada, con decir que no entendió bien las instrucciones, asunto liquidado. Vuelvo a Gómez de la Serna, su declaración de 2012 es notablemente más extensa que la de 2016. Eso por no entrar en ejemplos del ámbito nacional donde el presidente Puigdemont se inventa “ser periodista”, que siempre queda mejor que “comisario político en medios controlados por el régimen”. Periodista soy yo, él es un tipo puesto por el partido que le da de comer. Por poner un caso, que los hay a mil.

Sigue habiendo mucha resistencia a la tan necesaria transparencia. Para empezar, el propio portal. No figura en el índice general de la web. Figura un montón de información absurda, pero hay que ir a una zona baja de la web para encontrar “sobre transparencia municipal”. Vale, abres el enlace y lo primero es una morcilla de texto sin relevancia. El segundo te lleva a otro tercer enlace, que a su vez te lleva a un cuarto, donde ya sí, encuentras las declaraciones. ¡Burdo! En este sentido hay que decir que la Diputación lo pone más fácil, al igual que en las web del Congreso, te vas a “pleno“, y junto a la ficha de cada diputado viene la declaración. Ya que estamos, hagámosolo bien.

Tomadura de pelo es directamente la zona de “gastos procolarios y de viaje”, una información de la que el concejal Torquemada, responsable del portal de la Transparencia, se jacta de que es más de lo que pide la ley. Pues bueno, será más de lo que la ley exige pero lo abres y lo único que viene es el lugar del desplazamiento y el importe del mismo. Ni gastos de alojamiento, ni dietas, ni si fueron mucho o si fueron pocos. Por ejemplo, en el último trimestre constan 35 viajes, básicamente a Madrid y Valladolid. El único al extranjero, a París, de Claudia de Santos, que salió por 145 módicos euros. Visto así, uno se queda pensando: ¡va a ser que la buena de Claudia también tiene casa en Versalles!

Author: Luis Besa

Luis Besa. Periodista,

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4 Comments

  1. Sr. Besa, los poco versados en la catastrófica web del ayuntamiento le agradeceríamos un link directo, por puro cotilleo, nada mas. Al fin y al cabo son las migajas que nos dejan los políticos.

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  2. El único viaje al extranjero de un concejal “145 módicos euros”, dice usted que pone en la web. Eso ¿será el billete a París? (seguro pillado por Internet, que entre los jóvenes hay mucho lince -jóven el funcionario que mira los vuelos, claro-). Barato viaje parece para desplazamiento, comer y dormir. Claro que puede ser lo de la ¡casa en Versalles! o viaje de ida y vuelta sin repostar o ¿no aparecen las dietas de desplazamiento; comida y alojamiento? Los criterios de la Transparencia, como bien sabe el concejal Torquemada, son inescrutables, como los designios de Señor. Amen.

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  3. Interesante el enlace. Pero lo dicho, unos más otros menos, me refiero a las ‘declaraciones de bienes’ y demás zarandajas. Efectivamente, puede que sea más de lo que pide la Ley, pero… ahí lo dejo.

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