Ubicado en el mismísimo centro geográfico de la ciudad, el peso del PCMASA en la sociedad y en la economía local es tan grande que los segovianos no paran de temer su desaparición y recurrentemente saltan las alarmas sociales ante un comentario de Defensa, una alerta desde los partidos políticos o una mera sospecha a partir de rumores.
Cierto es que el centro, donde ahora trabajan unas 200 personas entre civiles y militares, ha tenido en otros momentos una plantilla aún más nutrida, tal como admitió el coronel Segura, que sin embargo matizó que la situación obedece únicamente a “la evolución de las Fuerzas Armadas” y al hecho de que el personal de tropa profesional “está especializado e integrado a la cadena de producción”, además de la obligación, en ocasiones, de subcontratar empresas auxiliares para determinados trabajos que, no obstante, se llevan a cabo en las mismas instalaciones.
Ante la alcaldesa, Clara Luquero, y los portavoces de los grupos políticos, el militar confirmó el buen momento del centro militar en el que ya no se trabaja únicamente con vehículos de procedencia norteamericana ya que se ha abierto el abanico al mantenimiento y reparación de vehículos como el Centauro, utilizado en Caballería o el Transporte Oruga de Montaña (TOM) que sitúa a la Base como “cabecera técnica de sistema de armas” junto al PCMASA 1, ubicado en Villaverde (Madrid).
Si a esa especialización se le suma la eficacia en los resultados “con una gran capacidad de trabajo y producción por encima de los costes sociales y de mantenimiento” para Segura hay Base “para rato”.
El coronel y los principales mandos ejercieron de guías para los representantes municipales en su visita por el edificio de talleres de la Base, un importantísimo ejemplo del Patrimonio industrial de Segovia. “Los segovianos deben saber qué hacemos, por qué lo hacemos y para qué lo hacemos”, concluyó ante los periodistas.
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