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Igea vuelve a la carga con la comarcalización

Visita institucional a Segovia del vicepresidente, Francisco Igea, esta vez para retomar la traída y llevada “ordenación territorial” de Castilla y León, es decir, el diseño de un mapa “comarcalizado” (aunque todo el mundo rehúye la palabra de marras) para la modernización de los servicios públicos en el medio rural. Muy optimista, Igea avanzaba su intención de desarrollarla a lo largo del mandato, con un primer documento “antes del verano”. A diferencia de fracasados intentos, Igea explica ahora que esta vez sí se conseguirá porque “el bloque llegó por hacerse de arriba a abajo, esta vez la haremos de abajo a arriba, dialogando con todas las partes”.

De ahí la visita a la Diputación de Segovia, donde fue atendido por el presidente de la institución, Miguel Ángel de Vicente. Del encuentro salió la conocida política defendida por la Diputación de “contar con las comunidades de Villa y Tierra”, con notable arraigo buena parte de la provincia, un mensaje que Igea asumió en su intervención. Por su parte, De Vicente saldó el encuentro con un “vamos a cooperar” y poco más.

La patata caliente que no se enfría

Y es que hablar de “ordenación territorial” en Castilla y León es hacerlo de la reordenación de los recursos públicos en el mundo rural. Dónde van las escuelas de referencia, donde los consultorios, dónde se crean nuevos servicios… Tema controvertido por cuanto se presta a una lectura de “pueblos ganadores” y “pueblos perdedores”, material altamente inflamable especialmente cuando hay una histórica predisposición a su uso como arma arrojadiza entre los partidos. Esto es lo que realmente frustró el anterior intento.

Por más que PP y PSOE se llenen la boca sobre la conveniencia de “racionalizar” los servicios públicos,  unos y otros no dejan de emplearlo llegado el caso como un “recorte de servicios”. Un mensaje que cala en los pueblos más afectados, que temen como el pedrisco quedarse sin escuela, sin consultorio, sin farmacia o sin retén de agentes ambientales o sin Seprona, por más que la masa crítica de usuarios los convierta las más de las veces en servicios insostenibles, onerosos para el contribuyente y poco útiles para el ciudadano. “Mejor esto que nada”, parece ser la consigna cuando se toca el tema ante alcaldes, sabedores que la “comarcalización” es gasolina pura para los debates en los plenos. La cara negativa es que el mundo rural se aleja así de la necesaria modernización de los servicios públicos y ahonda en su abandono.

Author: Luis Besa

Luis Besa. Periodista,

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1 Comment

  1. Me parece perfecto que vuelva a la carga. Sobran las Comunidades Autónomas, Diputaciones y la mayoría de Ayuntamientos. El exceso de administración relentiza e inhibe iniciativas y consume recursos que pueden utilizarse en otras necesidades . Debemos ser prácticos. Una organización del territorio en el siglo XXI pasa por simplificar.
    La cacareada “cercanía al ciudadano” puede producirse a miles de kilómetros. Claro, frente a todo este entramado burocrático a eliminar se encuentran los que viven de él.

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