Herrera, candidato “oficial” a la Junta

Posted By Luis Besa on 13, Feb, 2015

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Y por Twitter… No es ninguna sorpresa pero ya es oficial y Juan Vicente Herrera pugnará a un cuarto mandato como presidente de la Junta de Castilla y León en las elecciones de mayo. La cuenta @PopularesCyL anunciaba a las 12.59 del 13 de febrero la decisión del comité electoral nacional de nombrar a Herrera como candidato.

Lo ha sido en la primera reunión, en la que estaba previsto ventilar los nombres de los candidatos “cantados”, Herrera por Castilla y León; Luisa Fernanda Rudi, por Aragón; María Dolores de Cospedal, por Castilla y La Mancha; y Juan Ignacio Diego (Cantabria).

Estaba tan cantado el tema que Herrera ya tiene hashtag. Aunque empezó la legislatura manifestando que era la última, lo cierto es que la falta de un sucesor claro y la idea generalizada en el partido de que el suyo era el nombre que, a priori, mejores resultados garantiza en las urnas, ha “forzado” una candidatura cuya última negociación tuvo lugar en El Espinar, en un tête a tête con Rajoy en San Rafael, tras una visita a la empresa Siro de El Espinar.

Rajoy y Herrera en El Espinar. Lo suyo era un secreto a voces.

Si bien a principio de año era casi un lugar común que el salmantino Alfonso Fernández Mañueco heredaría el cargo, lo cierto es que tanto en Génova como en las provinciales de Castilla y León, un feudo en el que el PP no conoce la derrota, no acababa de cuajar la idea de una sucesión…. Desde finales de verano la idea de que Herrera repetiría era ya un secreto a voces.

Líder indiscutido del PP de Castilla y León, Herrera, nacido en 1956 en Burgos, circunscripción de la que ha sido diputado a Cortes desde 1995, es ponderado, pragmático y “hombre de despacho”. Se ha librado de los casos de corrupción y financiación ilegal que asolan el PP desde la emergencia del caso Gürtel y mantiene íntegro su cartel de político cabal sin más ambiciones que la presidencia de Castilla y León. Si este es el haber, en el debe de “Juanvi”, como se le conoce en el partido, está el hecho de que Castilla y León es una de las regiones peor paradas por la crisis económica, a lo que se suma el endémico problema de envejecimiento de la autonomía pepera por excelencia.

Datos que invitan a pensar que Herrera no lo tendrá tan fácil en 2015 como en 2011, donde arrasó electoralmente y puso al partido en los mejores resultados de su historia. Aunque su victoria se da por descontada, el fin del bipartidismo y la emergencia de Podemos (bastante fuerte en la capitales grandes de la región) en las encuestas, da alas a una izquierda que por primera vez en muchos años, ve la posibilidad real de tomar la joya de la corona de los conservadores españoles: Castilla y León.