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¿Hablamos de movilidad o hagamos movilidad?

Artículo de opinión de Julio C. Santos. Concejal de PP en Segovia.

Tras la semana europea de la movilidad y cumplido el expediente con alguna actividad como  “el día sin coches”, con escasa repercusión salvo por algún apunte en los medios de comunicación, nos debemos preguntar ¿es necesario en Segovia actuar en la movilidad, seguridad, accesibilidad y respeto por el medio ambiente?

La movilidad y la accesibilidad están en constante cambio y se debe adaptar a las circunstancias y formas de desplazamiento de cada ciudad y de cada tiempo. Está claro que Segovia tiene una configuración y orografía que hace que tenga unas características propias y complicadas, pero no por ello imposible de abordar.  Como indican los expertos en la materia, la organización de las ciudades debe ser una apuesta colectiva con consenso social, técnico y político, teniendo en cuenta otros factores como la necesidad de respetar el medio ambiente para afrontar el cambio climático.  En los últimos tiempos estamos oyendo hablar de crear “las supermanzanas” para regular la movilidad, poder reducir el uso de coches en desplazamiento dentro de las ciudades, favoreciendo transportes alternativos menos contaminantes y conseguir a su vez que los propios ciudadanos interioricen todo ello como una necesidad y una alternativa. Porque no se trata de prohibir sino de cambiar de modelo.

En Segovia se sabe que en 2008 el gobierno municipal, con el PSOE al frente desde hacía 5 años, elaboró un Plan de Movilidad que se sufragó con el dinero de los ciudadanos, pero ¿qué se conoce de él?, ¿qué se ha hecho? o ¿qué se ha cambiado? Nada o prácticamente nada porque no hay día o tema en el que no salgan los problemas de movilidad.  Se sigue con la discusión de limitar o no el tráfico en el recinto amurallado, no se crean carriles bici, no se regula el uso de vehículos de movilidad personal, no se ofrecen alternativas al uso de los vehículos particulares, el gobierno municipal socialista simplemente prohíbe, probablemente porque no sabe qué hacer ni qué camino seguir.

Hablar de movilidad es hablar también de un buen servicio público de autobuses que te permita desplazarte por la ciudad y llegar a tiempo dónde lo necesites; que te dé opciones y que cubra tus necesidades. Y a día de hoy, cuando ni siquiera lleva un año el nuevo contrato, ya hay que hacer modificaciones porque el responsable de la elaboración del pliego de condiciones, es decir, el equipo de Clara Luquero, no ha hecho una buena planificación. El gobierno municipal gestiona a golpe de ocurrencia.

En relación con el medio ambiente ¿en qué han contribuido? Los autobuses urbanos, renovados la mayor parte de ellos hace pocos meses, siguen siendo diésel y ninguno con energía alternativa, o por lo menos de momento, al igual que otros vehículos de servicio dependientes de la administración local (policía, etc.).

En la movilidad entran las calles.  Es básico que estén en buen estado, que puedas transitar tranquilamente por ellas, incluidas aquellas personas con movilidad reducida, con algún tipo de discapacidad, personas mayores y familias con niños pequeños y carros de bebés, es decir, todos; y en Segovia todavía queda mucho que hacer en este sentido, de hecho, en pleno siglo XXI, todavía hay calles sin pavimentar.

También es hablar de accesibilidad, otra de las grandes asignaturas pendientes del gobierno socialista en nuestra ciudad. Nos dirán que Segovia es accesible, pero se referirán a nivel turístico y no en todos los casos; accesibles pueden ser algunos monumentos como la Catedral o el Alcázar; accesible será el centro de recepción de visitantes cuando finalicen las obras; pero, hasta llegar a estos lugares o a cualquier museo, uno tiene que hacer una auténtica gymkana urbana. Les invito a moverse por cualquier zona del casco antiguo o de otras muchas zonas de la ciudad con una silla de ruedas o un carro de bebés. Aceras estrechas, bancos o árboles que te obligan a compartir vía con los vehículos, bolardos que te impiden el paso,  zonas emborrilladas y con agujeros, escalones,…., aun así, seguimos creyendo que ya está todo hecho, o peor aún, que no se puede mejorar porque “la ciudad es así”.

Una cosa que me ha llamado mucho la atención es el elevado número de atropellos que ocurren en Segovia. Cierto es que no podemos culpabilizar únicamente a la administración local ya que en cada caso pueden confluir diversos factores, pero desde el Ayuntamiento sí se pueden hacer cosas o tomar medidas para intentar evitar, en la medida de lo posible, que ocurran estos incidentes. Estoy hablando, por ejemplo, de revisar  la ubicación de los pasos de peatones, tal y como ha pedido el PP en numerosas ocasiones, de la mejora de la señalización de los mismos y de su iluminación, así como, de la eliminación de elementos en los entornos que dificulten la visibilidad tanto al peatón como al conductor. La campaña “Pare-Mire-Cruce” que, por otro lado, es lo único que se me ocurre que ha hecho el gobierno socialista en estos años, no ha conseguido reducir de forma significativa los atropellos, por lo que es necesario no sólo plantearse la efectividad de esta medida sino intentar buscar otras y no perpetuar en el tiempo aquellas que no funcionan. El problema está en que lo que se hace no responde a un plan organizado, a pesar de tener uno, como ya hemos dicho, en algún cajón, sino que dan la sensación de ser eslabones sueltos de una cadena con los que sólo consiguen un titular en los medios de comunicación pero que distan de ser eficaces.

No nos olvidemos de la importancia del manejo de las nuevas tecnologías, tanto para que el ciudadano pueda usarlas para mejorar la movilidad como para conocer las situación y necesidades y poder realizar los estudios pertinentes. Beneficiarnos del uso de las mismas con respeto a la esencia de la ciudad, al patrimonio y utilizarlas por ejemplo para mejorar la relación peatones-vehículos. No deben estar reñidas ni ser caminos antagónicos.

Si hablamos de movilidad tampoco podemos olvidarnos del elevado número de visitantes que recibe Segovia que lo que quiere es llegar con su vehículo o en el autocar que le trae, hasta el mismo Acueducto o subir al recinto amurallado, lo que genera no pocos problemas y sobre todo en determinadas fechas. En una ciudad como Segovia, en la que el turismo supone una fuente de ingresos importante y al que no se puede dar la espalda, se hace necesario analizar las masas turísticas, delimitar las zonas de uso común y establecer los límites de acceso, creando los parkings disuasorios y ofreciendo medios de trasporte alternativos eficaces. De esta manera se consiguen diferentes objetivos: disminuir la contaminación, mejorar los flujos de movilidad de la ciudad, mejorar la convivencia ciudadano-turista entre otros. Todo ello con garantías de un acceso universal a la ciudad y  bajo el paraguas de un plan de movilidad general.

Es prioritario que Segovia tenga un plan de Movilidad adaptado a la ciudad, a las circunstancias y a los tiempos, pero eso supone una inversión, un interés, tener claro lo que se quiere y mucha, mucha, voluntad política. Algo que, de momento, no vemos por parte de quien gobierna la ciudad. No es suficiente como decía al principio hablar de movilidad, sino que lo que hay que hacer es actuar. De momento, lo que nos toca es VIVIR Segovia así.

Author: Opinion

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1 Comment

  1. Hay muchos conductores que piensan que los pasos de peatones del ‘Pare, mire y cruce’, les da derecho a seguir su ritmo, paso libre. ¡Ellos van a parar! ¡No!, es el peatón el que les tiene que dejar pasar. Un pan para unas hos… tortas hemos hecho. Mi consejo: déjenles pasar. La ciudad para los automóviles, los ciudadanos, los peatones, que muten alas.

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