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Diario de la cuarentena: guantes, tests y pensamiento mágico

Cómo abrir una bolsa de plástico con guantes. Poco a poco voy perfeccionando la técnica. Al principio, y con el engorro de los guantes de plástico, me tiraba un buen rato tratando de abrir las bolsas para la fruta. Mi sistema primitivo no era especialmente eficiente. Consistía en echar unos dioses a voz queda e ir probando bolsas, esta no, esta no, esta tampoco. Al final lograba abrir una no sin dejar a mi paso una estela de plásticos (el planeta me perdone). Felizmente soy filósofo y amante a los documentales de la sobremesa, por esa confluencia sé que el éxito de nuestra especie viene de la copia. Éramos monos ingeniosos con una gran cantidad de neuronas espejo que nos facilitan imitar las técnicas ajenas. ¡Oh mira que bien pone el palito en el hormiguero la mona del vecino, estudiémosla!, se dijo mi avispado ene-tatarabuelo. Y hasta hoy. Así que miro a la señora que compra a mi lado; frota rápidamente los bordes de la bolsa, generando estática que por repulsión terminaba separando los bordes (pienso yo). Estoy en ello con éxitos parciales, voy mejorando.

Armaduras de plástico. Mascarillas, guantes, menudos engorros. Lo de los guantes tiene miga. Yo creo que la gente piensa que como son resbaladizos el virus no se queda ahí pegado. Craso error. Los guantes tienen un sentido si hay un constante recambio, tener los mismos puestos todo el santo día lo único que hace es facilitar el contagio. Es preferible ir a mano desnuda y lubricarse de hidrogel cada dos por tres. Pero la gente los usa como una suerte de talismán, una armadura anti-virus. Es lo que los expertos llaman “falsa sensación de protección“. Como tengo guantes no estoy tocando la cacota esa… Pero si la estás tocando, y la cambias de sitio, y paquí pallí… Ojo con eso.

Test y pensamiento mágico. Es como los tests masivos. Necesitamos creer que esto tiene un arreglo rápido y nos aferramos a cualquier argumento que nos permita alentar una esperanza aunque sea falsa. Si todos nos hacemos un test sabremos quién está contagiado y quién no. El contagiado al lazareto y yo a seguir con mi vida. Suena lógico pero hay mucho de pensamiento mágico detrás. Tiene que ver con lo escurridizo del cabrón del SARS-CoV-2, que tarda mucho en somatizar la enfermedad, o incluso  es asintomático. Tiene que ver con la necesidad, por tanto, de combinar diversas analíticas, serológicas, la famosa PCR… Y tiene que ver con las limitaciones y astronómicos precios de reactivos, las muchas horas de laboratorio e infraestructura disponible. Inercias de oferta y demanda. Posiblemente, ni con  la potencia de Alemania daría para testear el país en un plazo lo suficientemente breve como para que los datos no resultaran obsoletos. Por no hablar de la interferencia con la necesidad hospitalaria, donde actualmente las pasan canutas para testear si los contagiados evolucionan en tiempo y forma, pues imaginen con los laboratorios saturados por una demanda megamasiva. Ojo también.

Pensamiento mágico. Dependemos de la lenta, abstrusa y burocratizada ciencia. Con 7.800 millones de bocas en el planeta nuestra calidad de vida se asienta en un trabajo de “control de daños” a cargo de científicos. Los médicos lo son, sus recetas derivan de un método depurado durante siglos a golpe de racionalidad objetivada y vacunada frente al subjetivismo y el pensamiento mágico. En el futuro, tan importante como la sanidad será la expansión de la cultura científica: matematizar la realidad para describirla desde un plano universal y objetivo;  Una vez matematizada, volver a la realidad para contrastar o refutar que el modelo responde. Ahora bien, la ciencia no agota nuestra hambre de certezas ni colma la necesidad de respuestas inmediatas. Es así, como ya advirtieran Santo Tomás, Hume, Kant, que caemos en el engaño de acumulaciones retóricas que terminan por legitimar esperanzas e intereses. El pensamiento mágico. Como lo que pienso es la verdad asimilo aquello que refuerza el mito e ignoro lo que discrepa. Es el sesgo de los sesgos: la ideología, el mágico atajo del pensamiento.

La que se avecina. Así que cuando vemos las orejas al lobo no estamos para sutilezas. Queremos soluciones a corto plazo ya. y más en Segovia, zona 0 de la zona 0. Pesa el enorme deterioro que día tras día sufre nuestro entorno, nuestro trabajo, la economía familiar. Con el turismo kaput, con las achicharradas arcas del Estado financiando al 44% de la población, el resto aguantando malamente. Con la Europa del norte -cargada de partidos populistas acechantes- mirándonos de reojo por no haber menguado ni un punto de la deuda en los años supuestamente buenos… Con el Gobierno no dando especiales muestras de talento… Todo tiene pinta de intervención y puesta del país bajo tutela de la UE. Drástica reducción del gasto público en pensiones, funcionarios, inversiones, incrementos de impuestos… Un infierno de recortes tras el confinamiento y lo que conlleva, una disparatada tensión social e inestabilidad política a lo salvaje con Vox al final del camino ordeñando la indignación. ¿O aguantará el tipo Pablo Iglesias muchos días cuando le digan, no majo, a recortar un 20% en pensiones y el IVA al 26%? Elecciones en Noviembre (otra vez). Ojalá me equivoque y Sánchez sepa capear el temporal. Ojalá no sea para tanto.

Alguien maneja mi barca. Pero no soy optimista. Por increíble que parezca, nuestra clase política es aún más cutre que nosotros. Una panda. Durante este confinamiento he leído un “clásico” segoviano De Oñate a La Granja, de los Episodios Nacionales del gran Galdos. Un país en plena guerra civil cuyos ministros se sabotean unos a otros. Galdos traza la metáfora de un barco con la quilla perforada y cuyos marineros -los políticos- discuten sobre las banderas a colgar del palo mayor. Por debajo, una recua de cesantes zumbando como avispones y conspirando a todas horas por conservar prebendas y sueldos de las que depende la salud de sus hijos. Los carlistas haciéndose fuertes en el Norte. Larra descerrajándose la cabeza por mal de amores tras llegar a la conclusión de que “nada tiene arreglo”. Da miedo, si, pero piensen en esto: lo que nos sucede es el resultado de reacciones caóticas, no en el sentido de azarosas sino de imprevisibles, incontrolables. Como sea que pensar que nuestra ordenada vida se cimenta sobre un caos incontrolable no es aceptable, nos entregamos al pensamiento mágico de que el Gobierno controla, y sino los chinos, conspiraciones en la sombra, la ciencia, da igual… Alguien maneja mi barca.

Mari Carmen, in memoriam. Murió Mari Carmen San Félix, Carmencita, la que fuera secretaria del Adelantado. Todos hemos perdido amigos y salvado a otros por los pelos. Segovia es pequeña, así que cada fallecido es una cara, el padre de alguien, el hermano, familiar de un compañero. Cada muerto nos pilla tan cerca que la sensación de desastre se amplifica. Los de cierta edad sentimos que la muerte nos ha puesto cerco…  Frente a eso la alegría de vivir. Lo que reíamos con Carmencita. Trabajando ella allí, yo llamaba a menudo al Adelantado y cuando ella me atendía me daba por impostar un vozarrón cazallero y soltarle: “mire usted, soy sor Dulcina de las divinas calzadas. Quiero denunciar que he sido objeto de tocamientos lúbricos por un redactor con barbas del Adelantado llamado Chucho”. Ella estallaba en una risa monumental, tremenda y luminosa. Luego me seguía el rollo. “¿No será Chicho? ¿No sería más bien Marcelo? ¿O uno que se llama Mosco y trabaja en el Norte? Mire sor Dulcina, llame usted al Norte, que tiene pinta de ser cosa de ellos… No vayamos a dar el disgusto a la madre de alguno”… Quiero recordar a los amigos perdidos en los buenos y luminosos ratos. En la alegría compartida. Descanse en paz, Mari Carmen.

 

 

 

Author: Luis Besa

Luis Besa. Periodista,

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4 Comments

  1. Ojalá se equivoque, ojalá, señor Besa.

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  2. Me temo que no se va a equivocar el Sr. Besa. Perded toda esperanza.
    Estamos en el peor momento, y con el peor “bobierno” posible. El rescate es inminente, con las consecuencias que enumera el Sr. Besa. Mas o menos como le pasó a Grecia cuando lo cogieron los podemitas griegos.
    ¿Pero aún nos creemos que los Holandeses y Alemanes nos van a dar su dinero, por nuestra cara bonita?……. ni de coña.
    Les interesa muy mucho, que España se convierta (más de lo que es ya) en su “playa particular”. Canarias en otoño-invierno y el resto en primavera-verano, y como se suele decir……. “a pelo puta”. Ahora si que vamos a ser los camareros (y camareras) de Europa (con todo el respeto a mis queridos Camareros).
    Y así está el tema.
    Pero seguimos con nueve millones de bobos.
    Leía esta mañana una encuesta de voto para el Ayuntamiento de Madrid, donde el PP de Almeida arrasa, pero que la pesoe pasa del cuarto al segundo puesto, ya que los podemitas-carmenitas se ve que se “pasan” ahora a la pesoe. Es realmente acojonante la estupidez.

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    • Actitud colega, es lo que hace falta para salir adelante, como hacen los sanitarios, los ancianos, los niños, las fuerzas de seguridad, los hosteleros, los autónomos….en definitiva, la mayor parte de la sociedad segoviana. Hay que avanzar, es tiempo de estar unidos y no de partidos políticos.

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      • ¿Pero que cojones de que no es tiempo de partidos politicos?………. Lo típico.
        Lo típico de cuando “la caga” esta izquierda estúpida, mediocre e incompetente. Hablar de “partidos” en general. Meter todos en el mismo saco. Generalizar. Un puto asco que dan ganas de vomitar.
        Y no faltan eslóganes tontos y ñoños,……. “es tiempo de estar unidos”…….. “hay que avanzar”……. ¡bobadas!
        Pues no, la “paja” no está en ojo ajeno. La “paja” (más bien la viga) está en dos partidos que todos sabemos, la pesoe y los podemitas, que cuando tuvieron que matar un perro con ébola, no decián precisamente que “es tiempo de estar unidos y no de partidos políticos”.
        ¡¡Ya está bien de tontería!!

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